Un mito milenario hecho canciĆ³n rozĆ³ las fibras sensibles de todo un continente y transformĆ³ la carrera de su intĆ©rprete. āPenĆ©lopeā fue un Ć©xito inmenso en LatinoamĆ©rica y le abriĆ³ a Joan Manuel Serrat las puertas de este hemisferio. Como la mĆtica historia de amor entre PenĆ©lope y Ulises en La Odisea, la versiĆ³n actualizada por Serrat parece aguantar el embate del tiempo y tener madera para perdurar en voz de futuros intĆ©rpretes. El pasado 27 de abril, cuando el icĆ³nico cantante catalĆ”n iniciĆ³ en Nueva York su gira de despedida, fue una pieza que el pĆŗblico le pidiĆ³ constantemente; la semana pasada, en sus conciertos en el Auditorio Nacional de MĆ©xico, la insistencia fue tal que la interpretĆ³ como encore. La ovaciĆ³n y el aplauso evocaron sus primeros pasos por nuestro continente, 53 aƱos atrĆ”s.
Pero detrĆ”s de la historia de Ć©xito latinoamericano que representa esta pieza hay algo de mayor impacto: de manera consciente o inconsciente, Serrat debiĆ³ percatarse de la fuerza que tenĆa la lengua espaƱola para transmitir sus ideas. Para entonces, el cantante catalĆ”n ya habĆa tenido sus roces y crĆticas por cantar en espaƱol: siendo un afamado exponente de la nova canĆ§Ć³ āla versiĆ³n catalana de la canciĆ³n de protestaā y en tiempos en que el franquismo buscaba extinguir, a fuerza de sangre y ley, las otras lenguas habladas en EspaƱa, algunos catalanes reprobaban el hecho de que Serrat utilizara dicha lengua.
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Desde su primer Ć”lbum, Ara que tinc vint anys (1967), ya habĆa una vocaciĆ³n de conexiĆ³n intercultural ibĆ©rica, tanto en la mĆŗsica como en la letra. La melodĆa y cadencia de acordes de la pieza āMeān vaig a peuā tienen ese carĆ”cter andaluz que ha contagiado a toda la mĆŗsica popular de HispanoamĆ©rica. āCanĆ§Ć³ de bressolā inicia con una copla en espaƱol que la madre aragonesa de Serrat le cantaba de bebĆ©, para partir de ahĆ a una descripciĆ³n poĆ©tica, en catalĆ”n, de la vida de una generaciĆ³n vencida, azotada por la Guerra civil espaƱola, y padeciendo la dictadura fascista. Serrat describirĆa esa pieza como un homenaje no solo a su madre, sino a los desplazados internos y exiliados de la guerra. De nuevo, en ella la melodĆa se relaciona con el corpus musical que permea toda la mĆŗsica popular espaƱola, incluyendo al cante jondo flamenco. La copla en espaƱol funge como ese nodo que conecta las diversas nacionalidades que conforman dicho paĆs.
El escucha atento podrĆa notar en ese primer Ć”lbum que Serrat conocĆa bien la mĆŗsica de todo su paĆs y con su segundo disco, CanƧons tradicionals (1968), que reunĆa diez piezas del folclore catalĆ”n interpretadas a su manera, quedaba asentado que tambiĆ©n dominaba la mĆŗsica de CataluƱa. En la emblemĆ”tica pieza āMediterrĆ”neoā de 1971, votada como la mejor canciĆ³n espaƱola del siglo XX, conjugarĆa ambas mĆŗsicas.
Antes de ello tendrĆa que transcurrir el tormentoso 1968. En ese aƱo probĆ³ su suerte lanzando como sencillos varios temas en espaƱol, que eventualmente serĆan compilados en el disco La paloma (1969). El Ć©xito fue tal que Serrat comenzĆ³ a aparecer en revistas, en pelĆculas y fue elegido para representar a EspaƱa en el Festival de la CanciĆ³n EurovisiĆ³n, que ya desde entonces era la plataforma para el desfile de clichĆ©s e identidades europeas.
Poco antes del concurso televisivo, Serrat decidiĆ³ que interpretarĆa la canciĆ³n que se le habĆa escrito, āLa, la, laā, en catalĆ”n. Este hecho desatĆ³ una gran polĆ©mica en diversos medios de comunicaciĆ³n y el gobierno franquista le prohibiĆ³ interpretarla en dicho idioma. En respuesta, Serrat renunciĆ³ a participar.
ParecerĆa irĆ³nico que al aƱo siguiente lanzara sus primeros dos Ć”lbumes en espaƱol: el ya mencionado La paloma y Dedicado a Antonio Machado, poeta (1969), en el cual publicĆ³ uno de sus mayores Ć©xitos, āCantaresā, con el cĆ©lebre y extraordinario verso de āCaminante, no hay camino, se hace camino al andarā. Para entender que no hay ironĆa ni contradicciĆ³n en este suceso, se debe entender que los versos de Antonio Machado eran un manifiesto antifranquista: el gran poeta habĆa tenido que huir ante el avance falangista y muriĆ³ en 1939 a causa de la neumonĆa que contrajo por las inclemencias del camino al exilio. Retomar los versos del poeta era una crĆtica frontal al franquismo. Al cantar las piezas en espaƱol demostraba que, aunque el rĆ©gimen buscara extinguir las otras lenguas, las ideas se podĆan transmitir en otros idiomas.
No todos lo interpretaron asĆ, ni de un lado ni del otro. Poco despuĆ©s del incidente con EurovisiĆ³n recibiĆ³ rechiflas en varios conciertos por EspaƱa, mientras que otros tantos le fueron cancelados sin razĆ³n aparente. En CataluƱa, muchos seguidores de la nova canĆ§Ć³ se molestaron por la publicaciĆ³n de sus discos en ācastellanoā. Pero a sus 26 aƱos Serrat ya comenzaba a forjar su argumento para cantar en cualquiera de los dos idiomas, el cual evocĆ³ por enĆ©sima ocasiĆ³n en una entrevista reciente, previa al inicio de su gira del adiĆ³s: “Cuando me preguntan si prefiero cantar en catalĆ”n o castellano, contesto que en la que me prohĆban cantar”.
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Serrat estrenĆ³ āPenĆ©lopeā en septiembre de 1969 en el IV Festival Internacional da CanĆ§Ć£o Popular de RĆo de Janeiro, con el escĆ”ndalo de EurovisiĆ³n y las crĆticas por sus Ć”lbumes en espaƱol a flor de piel. DespuĆ©s de ello recorrerĆa una LatinoamĆ©rica convulsa, ofreciendo un concierto icĆ³nico en el Teatro Municipal de Santiago de Chile meses antes del triunfo electoral de Salvador Allende. Se presentarĆa tambiĆ©n en Argentina, inmersa en esa dictadura militar mal llamada āRevoluciĆ³n argentinaā, previa al regreso de PerĆ³n; y en Uruguay a pocos aƱos del golpe de estado que sumergirĆa al paĆs en una dictadura cĆvico-militar. El 2 de noviembre de 1969, a un aƱo de la matanza de Tlatelolco, abarrotĆ³ el Palacio de Bellas Artes en su primera visita a MĆ©xico.
A Serrat se le habĆa abierto un universo de mĆ”s de 200 millones de hispanoparlantes, muchĆsimo mĆ”s de los 33 millones de habitantes que tenĆa EspaƱa en 1969.
{{ Para el caso latinoamericano, el estimado es de poblaciĆ³n hispanoparlante, excluyendo la poblaciĆ³n de Brasil y del caribe anglĆ³fono. En la actualidad la poblaciĆ³n hispanoparlante de LatinoamĆ©rica es de unas 400 millones de personas segĆŗn datos de CEPAL, y la poblaciĆ³n total de EspaƱa es de 47 millones, segĆŗn su Instituto Nacional de EstadĆstica. }}
En LatinoamĆ©rica Ć©l no cantaba en castellano: cantaba en espaƱol, el idioma que zurcĆa culturalmente a la regiĆ³n, la lengua en la que se compartĆan, entre otras cosas, las ideas contestatarias y de izquierda de la nueva canciĆ³n latinoamericana, de cuyos clĆ”sicos Serrat eventualmente grabarĆa algunas versiones propias. Si en algĆŗn momento habĆa flaqueado su decisiĆ³n de cantar tambiĆ©n en la lengua de Machado, esa conexiĆ³n latinoamericana habrĆa disipado cualquier duda.
A partir de la gira que abriĆ³ con āPenĆ©lopeā, Serrat regresarĆa aƱo con aƱo a la regiĆ³n, e incluso en 1975 se exiliarĆa por un aƱo en MĆ©xico, pues el franquismo lo querĆa apresar despuĆ©s de haber criticado la pena capital en EspaƱa. En esos aƱos, grabĆ³ algunos de sus Ć”lbumes mĆ”s celebrados, como el monumental MediterrĆ”neo (1971), y los extraordinarios Miguel HernĆ”ndez (1973), Per al meu amic (1973), Res no Ć©s mesquĆ (1977) y 1978 (1978). Buena parte de estos trabajos rendĆan homenaje o musicalizaban partes de la obra de algunos de los mĆ”s grandes poetas del siglo XX espaƱol, siempre con una clara postura antifascista. Pero mientras el rĆ©gimen de Franco languidecĆa y se extinguĆa a fines de 1975, en LatinoamĆ©rica proliferaban las dictaduras militares. Durante el rĆ©gimen de Augusto Pinochet, Serrat jamĆ”s pudo pisar Chile, ese paĆs que le habĆa dado tan cĆ”lida bienvenida en el 69.
Para 1985, la conexiĆ³n con LatinoamĆ©rica, y en particular con su intelectualidad de izquierda, llegarĆa a su clĆmax con otro de los grandes Ć”lbumes de Serrat, El Sur tambiĆ©n existe. AhĆ narraba la situaciĆ³n de inequidad global y divisiĆ³n internacional del trabajo, partiendo del poema del mismo nombre escrito por Mario Benedetti. El escritor espaƱol Manuel VĆ”zquez MontalbĆ”n alababa ese mismo aƱo al disco de Serrat y la obra de Benedetti, como detonantes de la reflexiĆ³n sobre el “Sur global”.
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Joan Manuel Serrat, ya consagrado como uno de los mĆ”s grandes artistas de la mĆŗsica popular espaƱola, marcĆ³ a mĆŗltiples generaciones de todo el orbe. Sus piezas han sido utilizadas como estandarte de distintos movimientos de protesta, y en mĆ”s de una ocasiĆ³n se le ha reconocido ademĆ”s su labor de difundir la literatura espaƱola y latinoamericana.
Sin embargo, a pesar de esa larga trayectoria que parecerĆa despejar cualquier duda sobre su uso de los idiomas o incluso su ideologĆa polĆtica, de vez en cuando regresan los fantasmas aƱejos. En diciembre de 2014, algunas personas se indignaron en redes sociales cuando Serrat cantĆ³ algunas piezas en catalĆ”n durante un concierto que se transmitĆa en la televisiĆ³n espaƱola, despuĆ©s del discurso navideƱo del Rey. En enero de 2018, los independentistas catalanes llamaron a boicotear un especial sobre la vida de Serrat que transmitirĆa TV3 en Barcelona. La razĆ³n, argumentaban, era que Serrat era un ātraidorā, puesto que habĆa criticado el referĆ©ndum independentista realizado en octubre de 2017, aunque omitĆan mencionar que al mismo tiempo habĆa criticado duramente la polĆtica de Rajoy. El boicot llamaba a cambiar de canal durante dicha transmisiĆ³n; al final, la cordura pareciĆ³ predominar, dado el alto rating que obtuvo el especial. En diciembre de 2018, durante un concierto en Barcelona, un espectador le reclamaba a gritos a Serrat que cantara en catalĆ”n. El artista detuvo la mĆŗsica para responder a dicha persona, que quedĆ³ un tanto ridiculizada. El evento llevaba por nombre āMediterrĆ”neo da capoā, y quedaba claro que se trataba de una interpretaciĆ³n completa del emblemĆ”tico Ć”lbum, cuyas piezas estĆ”n escritas en espaƱol.
La gira de despedida de Serrat lleva por nombre āEl vicio de cantar: 1965-2022ā, y pasarĆ” a lo largo de 2022 por todos aquellos paĆses donde su mĆŗsica ha dejado una huella profunda, concluyendo el 23 de diciembre en el Palau de Sant Jordi, en Barcelona.
Su Ć©xito y extensiĆ³n son testimonio del largo alcance, profundidad y raigambre que han adquirido los versos propios y ajenos en su voz, ese canto en espaƱol que une poblaciones, sensibilidades, y generaciones. Su mĆŗsica ha entretejido una cultura singular iberoamericana. Se le extraƱarĆ” sobre los escenarios, desde luego, pero su mĆŗsica seguirĆ” sonando en voz de otros artistas. Y Ć©l, como ha dicho, gozarĆ” de sus hijos, sus nietos y el canto de los pajaritos en el jardĆn, que le seguirĆ”n inspirando para escribir y grabar mĆŗsica en casa.
Escucha las piezas de Serrat mencionadas en este artĆculo y algunas otras imprescindibles
SociĆ³logo, etnomusicĆ³logo, periodista y DJ.