En una democracia, es fundamental el escrutinio biogrรกfico de quienes ejercen el poder asรญ como de quienes aspiran a ejercerlo.
Bajo ese criterio, he revisado someramente la tesis de Peรฑa Nieto, con los seรฑalamientos de plagio que se desprenden del reportaje de Carmen Aristegui. Se trata, en efecto, de un trabajo hecho con irresponsabilidad acadรฉmica, en el que se entreveran lรญneas y pรกginas extraรญdas de autores diversos, debidamente citados, con otras pรกginas y lรญneas que carecen de la necesaria adjudicaciรณn, ya sea mediante un entrecomillado con una cita a pie de pรกgina, o una menciรณn explรญcita en el cuerpo mismo del texto. La proporciรณn de estas รบltimas es considerable e inadmisible.
En mi caso, el libro Plutarco Elรญas Calles: Reformar desde el origen aparece citado en la bibliografรญa pero no en el texto, que toma diez lรญneas de manera literal sin citar la procedencia.
La prรกctica de utilizar las ideas de otros sin citarlos ha sido muy extendida en Mรฉxico. En Letras Libres la hemos denunciado repetidas veces. En el pasado, cuando no existรญa Google ni otros instrumentos de verificaciรณn, este vicio podรญa pasar oculto. Mรกs aรบn, cuando los directores de tesis, los sinodales o las propias autoridades acadรฉmicas tomaban estos textos como un mero trรกmite. Es de esperarse que ahora las cosas sean distintas.
El caso confirma un axioma que todos los polรญticos deben recordar: su biografรญa, aรบn la mรกs remota, no pasarรก desapercibida. La verdad, tarde o temprano, se abre paso.
Historiador, ensayista y editor mexicano, director de Letras Libres y de Editorial Clรญo.