Hay dos tipos de antisanchismo. Uno es visceral, irracional, que no atiende a los matices del sanchismo. Aunque Sรกnchez es muy diferente a Zapatero y Gonzรกlez, este antisanchismo usa los mismos argumentos de siempre. Es un rechazo estructural al PSOE. Es el antisanchismo que menciona el Falcon, โQue te vote Txapoteโ y demรกs memes. Tiene un techo claro: es muy ideolรณgico y usa la plantilla clรกsica de la derecha contra la izquierda. Luego hay otro antisanchismo que es liberal, que se centra en cuestiones como el pluralismo, el respeto a las instituciones, critica la colonizaciรณn de las instituciones. Es un antisanchismo aรบn mรกs limitado. A muy poca gente le interesan los contrapesos liberales ni las instituciones ni si algo es constitucional o anticonstitucional. Es un antisanchismo sofisticado que pone el grito en el cielo por cosas como que el presidente coloque a su ministra de justicia como fiscal general del Estado. Es algo muy grave y, al mismo tiempo, ยฟa quiรฉn le importa?
A muy poca gente le interesa que Sรกnchez se salte un protocolo, desprecie a la oposiciรณn, coloque a afines en cargos pรบblicos, proponga medidas contra la Constituciรณn. En cierto modo, la ciudadanรญa espaรฑola estรก acostumbrada al patrimonialismo y la colonizaciรณn de instituciones. Entiende la polรญtica segรบn el turnismo, y el turnismo es bรกsicamente la idea (tal y como la entiende la ciudadanรญa espaรฑola) de que quien gana manda, y hace y deshace a su gusto. Ya llegarรก el siguiente y harรก lo que quiera. Parecรญa que los indultos o la Ley del solo sรญ es sรญ cambiarรญan esa percepciรณn, servirรญan para demostrar que existe un trato de favor a los aliados polรญticos, o que las chapuzas jurรญdicas tienen consecuencias reales. Pero en las รบltimas elecciones, el PSOE mejorรณ sus resultados. El votante que apoyรณ a Sรกnchez el 23 de julio, quizรก involuntariamente, ratificรณ todos esos desmanes. (Mi teorรญa sobre la amnistรญa es igual que con la de los indultos. Es una medida injusta, arbitraria, es un tipo de corrupciรณn y mina la igualdad entre espaรฑoles y, en el fondo, da un poco igual, por mucha gente que salga a la calle: seis meses despuรฉs del 15M ganรณ las elecciones Rajoy).
Otro problema del antisanchismo es que la fiscalizaciรณn no funciona. La rendiciรณn de cuentas clรกsica ha muerto (quizรก nunca llegรณ a existir en Espaรฑa). ยฟQuรฉ tiene que ocurrir para que alguien dimita? No dimitir no te penaliza mucho. A los dos dรญas la gente se olvida. Sรกnchez en su primer aรฑo mandรณ dimitir a dos ministros por tonterรญas; luego se dio cuenta de que no sirve de nada. Tambiรฉn hay una saturaciรณn mediรกtica. Le ocurriรณ igual a la prensa antitrumpista en Estados Unidos. Trump cometรญa una tropelรญa tras otra y la prensa estaba siempre detrรกs para denunciarlas. La sensaciรณn que produjo, incluso en quienes odiaban a Trump, es que la prensa estaba obsesionada. Y realmente lo estaba. No sabรญa jerarquizar. El ciudadano no sabรญa medir la gravedad de los asuntos. Un desplante protocolario o una frase maleducada aparecรญan en la jerarquรญa mediรกtica igual que una corrupciรณn mucho mรกs grave. Los trumpistas entonces vendieron la idea, y resultaba veraz, de que la prensa les tenรญa manรญa. Es lo mismo que hace Sรกnchez cuando habla de antisanchismo.
Ricardo Dudda (Madrid, 1992) es periodista y miembro de la redacciรณn de Letras Libres. Es autor de 'Mi padre alemรกn' (Libros del Asteroide, 2023).
