Foto: Jair Cabrera Torres / Le Pictorium Agency via ZUMA

Guardia Nacional: un problema de origen

Para que la Guardia Nacional realmente influya en la pacificaciรณn del paรญs se deben satisfacer diversos supuestos, pero hay uno que es indispensable: debe desplegarse donde existen mayores problemas delictivos y de violencia.
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La estrategia del presidente Lรณpez Obrador para enfrentar la emergencia de seguridad en el corto plazo ha sido en muchos momentos indescifrable. Sin embargo, puede simplificarse de la siguiente manera: un aumento de la presencia de fuerzas federales, con mayor capacitaciรณn en seguridad pรบblica y menor uso de la fuerza, servirรก para disuadir la comisiรณn de delitos y reducir la violencia.

Es por lo anterior que la Guardia Nacional ha ocupado un lugar central en su narrativa. Se trata del mecanismo con el que busca aumentar y mejorar la presencia federal en el territorio nacional. El objetivo es contar con una corporaciรณn, supuestamente capacitada en tareas de seguridad pรบblica, adicional al despliegue permanente de las Fuerzas Armadas. La Guardia contarรก, en su etapa final, con hasta 150 mil efectivos, de los cuales al menos 50 mil serรกn nuevos reclutas.

Para que la Guardia realmente influya en la pacificaciรณn del paรญs se deben satisfacer diversos supuestos, pero hay uno que es indispensable: debe desplegarse ahรญ donde mรกs se necesita, es decir, en donde existen mayores problemas delictivos y de violencia. Los datos, sin embargo, nos indican que su despliegue inicial no ha cumplido con este requisito.

ยฟDรณnde estรก la Guardia Nacional?

En el plan de despliegue inicial se estableciรณ comenzar con 150 coordinaciones regionales (llegarรกn a ser 266) integradas por alrededor de 450 efectivos cada una. Segรบn el informe mรกs actualizado, la Guardia cuenta ya con 71 mil elementos distribuidos en 151 coordinaciones (una coordinaciรณn mรกs en Chiapas). De esos efectivos, mรกs de 13 mil son nuevos reclutas y el resto provienen de las policรญas Naval, Militar y Federal, asรญ como elementos de la Sedena.

Respecto al peso que realmente tiene la Guardia en cada estado hasta el momento, calculamos el nรบmero de efectivos por cada 100 mil habitantes. Este cรกlculo (Tabla y Mapa 1) muestra que los estados que mayor concentraciรณn tienen son Quintana Roo (110.26), Colima (106), Zacatecas (103.32), Oaxaca (95.68) y Guerrero (92.16).

En contraste, los estados con menor concentraciรณn son Yucatรกn (34.64), Aguascalientes (37.25), Nuevo Leรณn (40), Baja California (40.50) y la Ciudad de Mรฉxico (42.01).

Mapa 1

 

Tabla 1

ยฟA quรฉ responde el despliegue?

La referencia a los criterios de despliegue de la Guardia Nacional estรก en un anexo del Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2024, donde se establece que se harรก de acuerdo a la poblaciรณn e incidencia delictiva. Asimismo, en el propio plan se establece como uno de los objetivos centrales de esta corporaciรณn reducir la violencia.

Desde su arranque en junio de 2019, especialistas como Alejandro Hope advirtieron que el plan de despliegue no sigue un patrรณn claro. Lo anterior es particularmente preocupante en esta etapa inicial ya que el nรบmero de nuevos reclutas es reducido y lo que realmente podrรญa hacer la diferencia es una mejor distribuciรณn de los elementos que antes estaban en otras corporaciones.

La siguiente grรกfica confirma que, segรบn los datos mรกs actualizados, la Guardia carece de criterios delictivos para su despliegue. En la Grรกfica 1 se observan los homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes

((Utilizamos los datos de homicidios e incidencia delictiva del INEGI en 2018. La poblaciรณn utilizada es con base en las estimaciones de CONAPO.
))

 (eje vertical), la incidencia delictiva por cada 100 mil habitantes (eje horizontal), y el nรบmero de Guardias Nacionales por cada 100 mil habitantes (tamaรฑo de los cรญrculos). Las lรญneas que dividen los cuadrantes son, en el eje horizontal, el promedio nacional de incidencia delictiva; y en el eje vertical, el promedio nacional de la tasa de homicidios.

Grรกfica 1

En teorรญa, los estados del cuadrante superior derecho deberรญan tener mรกs efectivos de Guardia Nacional, mientras que los del inferior izquierdo lo contrario. Lo que se observa es que estados como Baja California, Jalisco y Guanajuato โ€“todos con homicidios dolosos e incidencia delictiva por cada 100 mil habitantes por encima de la media nacionalโ€“ cuentan con un despliegue bajo. De hecho, estรกn entre los 10 estados con menor cantidad de efectivos por cada 100 mil habitantes. Extraรฑa que esto suceda con Jalisco y Guanajuato, entidades con gran presencia del Cรกrtel Jalisco Nueva Generaciรณn, considerado uno de los mรกs violentos del paรญs.

Por otro lado, hay estados como Oaxaca que concentran un nรบmero importante de elementos de la Guardia Nacional pese a tener tasas delictivas y de homicidios por debajo de la media. Es el caso tambiรฉn de Chiapas, que tiene la tasa de incidencia delictiva mรกs baja del paรญs y cuenta, por ejemplo, con prรกcticamente el mismo despliegue por cada 100 mil habitantes que Chihuahua, el tercer estado con mayor รญndice de homicidios. Lo anterior se explica por el uso de la Guardia en el sur del paรญs para detener migrantes; un despliegue al servicio de la guerra de Trump, como lo describiรณ Jorge Castaรฑeda.

Una forma mรกs intuitiva de observar las inconsistencias en el despliegue es comparar el mapa que muestra el nรบmero de Guardia Nacional por cada 100 mil habitantes (mapa 2) con los de las tasas de homicidios dolosos (mapa 3) e incidencia delictiva (mapa 4). En estas representaciones grรกficas resaltan los estados que hemos mencionado anteriormente y otros como Campeche, Quintana Roo e Hidalgo, que claramente tienen una sobrerepresentaciรณn de Guardias Nacionales con respecto a sus indicadores de delictivos.

 

Mapa 2

Mapa 3

Mapa 4

Para determinar los casos mรกs graves de sobre o subdespliegue de la Guardia Nacional, calculamos un ranking: ordenamos los estados por el lugar que ocupan a nivel nacional en Homicidios Dolosos, Incidencia Delictiva y Poblaciรณn (conjuntamente y en ese orden), para despuรฉs compararlos con el lugar que ocupan segรบn el nรบmero de Guardia Nacional por cada 100 mil habitantes que el gobierno ha enviado. Al obtener las diferencias entre el lugar que deberรญan ocupar y el que realmente estรกn ocupando en materia de despliegue, observamos que los casos mรกs graves de sobredespliegue son Campeche, Querรฉtaro, Oaxaca, Hidalgo y Coahuila y los que menos guardias recibieron de los que deberรญan son Baja California, Guanajuato, Chihuahua, Jalisco y San Luis Potosรญ. รšnicamente Aguascalientes, Tabasco y Yucatรกn se encuentran en el mismo lugar en el ranking de despliegue real y en el de despliegue que deberรญan tener. Ver grรกfica 2. 

Grรกfica 2 (Al pasar el cursor sobre las barras se revela la cifra de sobre y sub despliegue de los elementos de la Guardia Nacional en diferentes estados). 

Finalmente, al analizar los datos por pares, la falta de criterios delictivos en el despliegue se confirma. Se observa que, naturalmente, se distribuyeron mรกs guardias donde habรญa mรกs poblaciรณn (grรกfica 3), pero sin necesariamente tomar en cuenta si ahรญ habรญa problemas de violencia (grรกfica 4) o delitos (grรกfica 5). Esto es particularmente evidente en el caso de los homicidios dolosos, donde la correlaciรณn es prรกcticamente cero.

 

Grรกfica 3

Grรกfica 4

Grรกfica 5

Conclusiones

El despliegue de la Guardia Nacional presenta dos problemas centrales:

Primero. En la mayorรญa de los casos no se consideraron ni la incidencia delictiva ni los homicidios dolosos de las entidades. En consecuencia, hay estados con sobre y subrepresentaciรณn de efectivos. Un asunto grave es que, al utilizar criterios que nada tienen que ver con la seguridad โ€“como fue desplegar esta corporaciรณn para dar la seรฑal de mano dura contra la migraciรณnโ€“ entidades con problemas de violencia no recibieron los efectivos requeridos. Como bien escribiรณ Eduardo Guerrero, la Guardia puede terminar dando palos de ciego al atender un sinnรบmero de objetivos que van desde la migraciรณn hasta revisar mochilas en el metro de la Ciudad de Mรฉxico, en lugar de focalizar sus esfuerzos en atender la crisis de seguridad ahรญ donde mรกs se manifiesta.

Segundo. Al pretender que la Guardia tuviera presencia en todo el paรญs desde un inicio, se enviaron elementos a entidades que no tienen problemas de seguridad o cuyas necesidades no concuerdan con las caracterรญsticas de esta corporaciรณn. Fue ademรกs un error diseรฑar el despliegue con base en coordinaciones regionales con similar nรบmero de elementos. Si, por ejemplo, no se hubieran desplegado guardias en Yucatรกn y Campeche (o con coordinaciones mรกs pequeรฑas), Baja California podrรญa haber tenido el nรบmero de efectivos necesario para tratar el grave problema de homicidios que enfrenta. Incluso es cuestionable que la Ciudad de Mรฉxico tenga despliegue de esta corporaciรณn, pues los 3,799 elementos ahรญ destinados difรญcilmente tendrรกn impacto en una urbe de mรกs de 9 millones de habitantes que ademรกs tiene ya la mayor fuerza policial del paรญs. Esos mismos elementos federales, en cambio, pudieron ser clave para que Guanajuato tuviera un despliegue mรกs cercano a sus necesidades.

Es muy pronto para saber si la presencia de la Guardia realmente tiene un impacto en la violencia y los delitos. No obstante, lo menos que podrรญa esperarse ante la apuesta de aumentar la militarizaciรณn del paรญs, es que los efectivos fuesen enviados ahรญ donde mรกs se requiere, particularmente en esta etapa inicial en la que son escasos.

Desde hace tiempo ha quedado claro que Mรฉxico requiere de estrategias mรกs focalizadas para combatir los retos locales y regionales en seguridad. La evidencia indica que el diseรฑo operativo de la Guardia Nacional no cumple con esos criterios de focalizaciรณn.

El presidente Lรณpez Obrador se encamina a su primer aniversario al frente de los esfuerzos de seguridad en el paรญs. Por aรฑos, planteรณ que las polรญticas de gobiernos anteriores no funcionaban y dijo tener mejores soluciones. Hace unas semanas, anticipadamente, su secretario de Seguridad presumiรณ un engaรฑoso punto de inflexiรณn y celebrรณ una leve mejorรญa en los รญndices delictivos. Bastaron unos dรญas para eliminar el optimismo. Hoy, es imposible no analizar la polรญtica de seguridad a la luz de Culiacรกn. La negligencia exhibida en dรญas pasados es tan sรณlo la punta de un iceberg de falta de estrategia, consistencia y planeaciรณn, tal y como lo confirma el despliegue de la Guardia Nacional.

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Candidato a doctor en Ciencia Polรญtica por el CIDE. Maestro en Gobierno por la FLACSO y profesor de la FCPyS de la UNAM.


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