En 20 dรญas, Donald Trump nos ha regalado un sustancioso avance de lo que serรก la pelรญcula completa de su gobierno. Si la estrategia de Trump es realmente โcomo advirtiรณ hace poco uno de sus asesores en relaciรณn a los arancelesโ “dispararemos primero, y despuรฉs preguntamos”1, las medidas que ha tomado ya son un ejemplo inmejorable. Sin orden cronolรณgico, porque eso es lo que menos le importa a Trump, decidiรณ que en la esfera de la geopolรญtica serรญa bueno que Estados Unidos ocupara el Canal de Panamรก โvital, en efecto, para el flujo de comercio mundialโ, Groenlandia โun territorio riquรญsimo en recursos naturales y dominante para el comercio y la comunicaciรณn en el รrticoโ y ya entrados en gastos, anexara Canadรก.
Cuando recuperaron el habla, los paรญses afectados recurrieron a subrayar las ligas estrechas entre ellos y Norteamรฉrica y las muchas veces que han sustentado sus causas. Groenlandia es un territorio autรณnomo que forma parte de Dinamarca, miembro fundador de la OTAN, donde ha apoyado muchas veces a Washington. Panamรก es el dueรฑo del Canal que atraviesa su territorio y no tiene por quรฉ cederlo a nadie, por mรกs poderoso que sea, y Canadรก es el socio mรกs cercano, en el terreno econรณmico y militar, de Estados Unidos, no el potencial estado 51 del paรญs. Para apuntalar su posiciรณn, Canadรก y Groenlandia llevaron a cabo encuestas al vapor: la mayorรญa de los encuestados en ambas naciones no quiere ser parte de Estados Unidos, y hasta el presidente francรฉs, Macron, amenazรณ con enviar tropas a Groenlandia. La propuesta se quedรณ en el aire, no sรณlo porque si Macron no se ha atrevido a mandar tropas francesas a Ucrania, menos lo harรก con Groenlandia, sino porque Trump ya estaba en otra cosa: la guerra de los aranceles.
En el camino rompiรณ una norma fundamental del consenso global de valores de la posguerra: el respeto a la integridad territorial de otros paรญses y debilitรณ aรบn mรกs lo que queda de la Alianza Atlรกntica. Dejรณ en claro que la palabra “aliado” no existe en su vocabulario y que sus enemigos parecen ser “mutantes”: existen cuando รฉl los sube al escenario de acuerdo con sus intereses, y desaparecen, cuando no. Con base en esos criterios, incongruentes e irracionales, decretรณ que impondrรญa una tasa de aranceles del 25% a las importaciones de Mรฉxico y Canadรก โsus vecinos y socios comerciales mรกs importantesโ y una mucho menor โ10%โ a importaciones de China, que es โo al menos eso han dicho el flamante secretario de Estado y el nuevo asesor de Seguridad Nacionalโ el desafรญo estratรฉgico mรกs importante de E.U.
En su ignorancia abismal, Trump cree que los superรกvits son “subsidios” y que ese es el criterio fundamental para evaluar el comercio internacional. No tiene ojos para los beneficios que E.U. ha recibido del acuerdo de libre comercio con Canadรก y Mรฉxico. Entre ellos, mantener una baja tasa de inflaciรณn y generar mayor productividad en amplios sectores de la planta industrial del paรญs. Con esa visiรณn plana y silvestre, usar los aranceles como instrumento de presiรณn polรญtica es perfectamente vรกlido.
El aumento de aranceles a las exportaciones canadienses โtan inexplicable polรญticamente (es falso que grandes cantidades de fentanilo entren por la frontera canadiense a E.U.) como las amenazas de anexiรณnโ reducirรญan en mรกs de 1 por ciento anual el PNB del paรญs. Canadรก se apresurรณ a negociar y, con su habitual generosidad, Trump puso al paรญs en capilla por un mes. La misma en donde colocรณ a Mรฉxico. El aumento de aranceles dependerรก por supuesto de la voluntad de Trump, pero Mรฉxico estรก en una posiciรณn mucho mรกs vulnerable: cantidades considerables de fentanilo entran de Mรฉxico a E.U. y el comunicado de Trump acusรณ al gobierno mexicano de estar aliado con el narco. Sheinbaum podrรก manipular a Trump por un tiempo, pero no darle todo el tiempo la espalda a la realidad.
Ni Estados Unidos, al hecho casi irreversible de que ha vulnerado la predecibilidad y la estabilidad polรญtica que sostienen los acuerdos internacionales.
El broche de oro de estos dรญas de caos fue la propuesta de Trump para que la paz reine finalmente entre palestinos e israelรญes: limpiar (รฉtnicamente) a Gaza de dos millones de palestinos (que vivirรกn “muy contentos” (sic) en otros paรญses islรกmicos โaunque todos se nieguen a recibirlosโ) y construir en la Franja un paraรญso turรญstico. Vivimos tiempos surrealistas. ~
Publicado en Reforma el 9/II/25.
- G. Rachman, “Trump is sowing the seeds of an anti-American alliance”, Financial Times, 3 de febrero de 2025. โฉ๏ธ
Estudiรณ Historia del Arte en la UIA y Relaciones Internacionales y Ciencia Polรญtica en El Colegio de Mรฉxico y la Universidad de Oxford, Inglaterra.
