Cuando lleguรฉ por primera vez a Tabarnia, a comienzos de los aรฑos 80, sentรญ que llegaba a una fiesta. Espaรฑa se liberaba tras una larga y mรญsera dictadura, desarrollaba un pluralismo democrรกtico y entraba en Europa. Barcelona era una ciudad cosmopolita, un referente editorial y el polo de una cultura mestiza, integradora y abierta al mundo. Cualquiera de los que llegรกbamos se sentรญa inmediatamente acogido. Era un lugar plurilingรผe y de encuentro. No se trataba de que todos fuรฉramos iguales, sino de que se respetaba nuestra individualidad, se consideraba que nuestras diferencias constituรญan un valor. Esa es la sensaciรณn que tiene quien llega a Tabarnia: se trata de una especie de carรกcter, de una voluntad de ser.
Desde entonces, he seguido en contacto con esa zona en la que pasรฉ algunos de los mejores aรฑos de mi vida y en la que me convertรญ en escritor. La visito a menudo y he admirado su cultura, su gastronomรญa, su espรญritu innovador.
Tabarnia tiene una historia milenaria, estrechamente vinculada a lo urbano: ya Tarragona era una de las ciudades mรกs importantes de la Hispania romana, capital de la provincia de la Hispania Tarraconensis. Barcino existรญa cuando en las รกreas montaรฑosas vivรญan tribus primitivas, y el condado de Barcelona era independiente de facto a finales del siglo X. Su situaciรณn geogrรกfica ha facilitado el desarrollo de una vocaciรณn cosmopolita que ha dejado numerosas huellas en su cultura y tradiciones. Algunas, como un pool genรฉtico mucho mรกs variado que el de la Cataluรฑa interior, son perceptibles a simple vista y estรกn avaladas por la evidencia cientรญfica.
Tabarnia es desde hace mucho tiempo el motor econรณmico de Cataluรฑa. Los impuestos que pagan sus habitantes sirven para sufragar economรญas ineficientes, en regiones del interior de Cataluรฑa mucho mรกs cerradas, apegadas al oscurantismo catรณlico y las tradiciones rurales. Estas regiones vieron con desconfianza la llegada de la Revoluciรณn industrial, de nuevas ideas y de personas de culturas diferentes. Pese a que es Tabarnia la que mantiene la calidad de vida de sus habitantes, la Cataluรฑa subsidiada desprecia a Tabarnia y cree que su singularidad es el camuflaje de la arrogancia.
Tabarnia ha sido consciente desde hace mucho de estas tensiones, que a veces han cobrado formas tan violentas como las guerras carlistas: una revuelta del campo contra la ciudad, un avatar de la reacciรณn contra la modernidad que se reproduce cรญclicamente. Tabarnia ha hecho un gran esfuerzo por modernizar el resto de Cataluรฑa. Ha apostado, con lealtad y un espรญritu de crรญtica constructiva, por las ventajas de la unidad. Para ello ha realizado numerosas renuncias. No solo se trata de la cantidad de dinero que los tabarneses entregan cada aรฑo al agro catalรกn, sino tambiรฉn de cuestiones que tienen que ver con el reconocimiento. Cataluรฑa se ha apropiado de muchos de los sรญmbolos que, en puridad, pertenecen a Tabarnia. Mercรฉ Rodoreda, Eduardo Mendoza, Enrique Vila-Matas, Quim Monzรณ, Juan Marsรฉ son novelistas que nacieron en Tabarnia. De Tabarnia son El รบltimo de la fila, Manel y Estopa. Gaudรญ fue un arquitecto que naciรณ, trabajรณ y muriรณ en Tabarnia. Cesc Gay naciรณ en Tabarnia, que es donde suceden sus mejores pelรญculas. En Tabarnia estรก la capital del mundo literario en castellano, y la capital del mundo literario en catalรกn. El Fรบtbol Club Barcelona es un equipo de Tabarnia, igual que el Espanyol. Pep Guardiola naciรณ en una comarca fronteriza, Bages, pero algunos de los aรฑos mรกs exitosos de sus carrera los tuvo en Tabarnia. Se lo digo muchas veces a mis compatriotas: tรบ crees que admiras la cultura catalana, pero en realidad admiras la cultura de Tabarnia.
Esas regiones interiores han hecho algunas concesiones simbรณlicas, como poner el gobierno autonรณmico, pero poco sinceras. Sus polรญticos han defendido una visiรณn homogรฉnea de Cataluรฑa y su identidad. Las estructuras autonรณmicas han propulsado un modelo rural, estรกtico y clientelar, y el efecto es que Tabarnia y el resto de Cataluรฑa se han distanciado de manera irreparable. Son dos mundos aparte. Pero tambiรฉn hemos presenciado el empeรฑo consistente por ahogar la autonomรญa y la identidad de los tabarneses. Este otoรฑo fue especialmente claro, cuando cientos de tractores invadieron Barcelona en una demostraciรณn de fuerza. Podรญa parecer que reivindicaban la independencia de Cataluรฑa con respecto a Espaรฑa, pero ante todo era la ocupaciรณn de Barcelona por el agro.
Para muchos de mis amigos tabarneses, fue la gota que colmรณ el vaso. Ahora defienden un referรฉndum que les permita decidir si quieren seguir formando parte o no de esa unidad. En palabras de Oriol Junqueras, โยฟDesde cuรกndo los referรฉndums son inconstitucionales? Si una constituciรณn prohรญbe la democracia, debe ser que es una constituciรณn antidemocrรกticaโ. Como Junqueras dijo en otra ocasiรณn: โestoy convencido de que los demรณcratas de todo el mundo entienden […] que la democracia no es algo que se aplica de vez en cuando y en un lugar sรญ y en otro noโ.
Hay que seรฑalar que, como la sociedad tabarnesa en su conjunto, el movimiento a favor del referรฉndum es un movimiento cรญvico y plural. Lo integran personas que estรกn a favor de una separaciรณn, pero tambiรฉn otros que son defensores de un mejor encaje y de tender puentes. Y, de hecho, las personas con las que he hablado nunca han manifestado un sentimiento de rencor o desdรฉn hacia las regiones atrasadas de Cataluรฑa. La separaciรณn es tambiรฉn una oportunidad para crecer, y la independencia de Tabarnia podrรญa inaugurar una era de cooperaciรณn y solidaridad con Cataluรฑa. A fin de cuentas, nadie quiere permanecer a la fuerza en una uniรณn que no le conviene y un divorcio es el รบnico final feliz de un mal matrimonio.
Brendan OโBrien (Cork, 1967) is an Irish writer. He has published the novels Where thereโs smoke thereโs fire and The sibling vote.