Lluvia fina nacionalista

Los independentistas nunca admitirรกn que la sociedad catalana estรก fragmentada: significarรญa aceptar que el independentismo es un proyecto en esencia divisivo.
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Hay una encuesta de Metroscopia de septiembre 2019, muy citada, que explica perfectamente la polarizaciรณn en Cataluรฑa con respecto al independentismo. A la pregunta โ€œยฟDirรญa usted que en el momento actual la sociedad catalana estรก partida en dos mitades?โ€, el 57% cree que sรญ y el 43% que no. Se ha seรฑalado varias veces que los resultados son una especie de metafractura: la sociedad catalana no se pone ni siquiera de acuerdo sobre si estรก de acuerdo o no.

Aunque esos porcentajes no se corresponden exactamente con el apoyo y el rechazo a la independencia, se acercan. Los que creen que hay fractura son, en general, los contrarios a la independencia; suelen ser los que mรกs la sufren. Los que creen que no la hay son los independentistas, que han promovido siempre un relato de un sol poble: admitir que hay fractura es admitir que hay contestaciรณn y oposiciรณn a sus postulados, algo que va en contra de los principios fundamentales del independentismo, basado en una ceguera voluntaria con respecto a la mitad de la poblaciรณn catalana.

En un reciente artรญculo en El Diario, el periodista Arturo Puente dice que โ€œLa idea de las familias [catalanas] rotas por el debate polรญtico forma mรกs parte de los discurso de los partidos que de la percepciรณn ciudadanaโ€. Se basa en una encuesta del Instituto Catalรกn Internacional por la Paz, una organizaciรณn dependiente de la Generalitat que ha denunciado en varias ocasiones la โ€œrepresiรณnโ€ del Estado. Puente afirma que โ€œpara los autores del estudio la sociedad catalana no estรก fracturada porque hay temas transversales y en los que el diรกlogo social funciona.โ€

El director del instituto, Kristian Herbolzheimer, afirma que โ€œNo podemos hablar de una fractura entre dos comunidades que no interaccionan, como sรญ podrรญamos hablar en EEUU. En Catalunya hay polarizaciรณn sobre el debate territorial pero hay diรกlogo sobre la mayorรญa de temasโ€. Es una lรณgica perversa y manipuladora (tanto la del estudio como la de las interpretaciones que hace Puente de รฉl). Y se basa en una falsedad muy extendida en el independentismo: que la oposiciรณn a este no es domรฉstica o interna, siempre externa. Aunque la fractura es enorme, algo que encuesta tras encuesta demuestra, aceptarla significarรญa aceptar que el proyecto independentista es en esencia divisivo, y que solo puede sobrevivir siendo divisivo.

Incluso cuando la fractura no es tan explรญcita como en otoรฑo de 2017 (cuando hubo incluso riesgo de violencia grave), la polarizaciรณn existe como rumor de fondo, normalizada. Estรก integrada en las instituciones de la Generalitat. El nacionalismo catalรกn ha construido un sentido comรบn catalanista basado en la exclusiรณn de una parte de la poblaciรณn. Esta parte de la poblaciรณn, sin apenas representaciรณn polรญtica, ninguneada, no se quejรณ durante aรฑos porque no tenรญa la capacidad de hacerlo; pero eso no significaba que estuviera de acuerdo con el statu quo. Cuando empezรณ a quejarse, se le acusรณ de crispaciรณn.

Esa construcciรณn del sentido comรบn era sutil. El nacionalismo ha monopolizado la vida pรบblica pero lo ha hecho como una lluvia fina; si se le reprocha algo, siempre dice que no estรก imponiendo nada que no estรฉ ya extendido en la sociedad. Por eso ha triunfado y por eso ha gobernado la Generalitat durante dรฉcadas.

Hoy el independentismo, menos por convicciรณn que como consecuencia de una derrota, ha abandonado la vรญa unilateral. Tras el otoรฑo de 2017, la fragmentaciรณn de los posconvergentes, la inhabilitaciรณn de Torra, al independentismo le queda solo gestionar su memoria y el relato, y seguir con su estrategia de lluvia fina. Y en esa estrategia le ayudan muchos catalanistas que piensan que, como la vรญa unilateral estรก descartada y el independentismo baja en las encuestas (hoy el rechazo a la independencia estรก por encima del 50%, un 50,5%, segรบn el Centro de Estudios de Opiniรณn, frente a un 42% que la apoya), el conflicto interno en Cataluรฑa estรก solucionado; es Madrid quien tiene que dar el paso, proponer algo nuevo, darle un poco de vida al conflicto.

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Ricardo Dudda (Madrid, 1992) es periodista y miembro de la redacciรณn de Letras Libres. Es autor de 'Mi padre alemรกn' (Libros del Asteroide, 2023).


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