Lo bueno: Hubo civilidad. La conducta de Trump en el primer debate fue tan salvaje, que verlo contenido, hablando y no gritando y respetuoso de la moderadora y de las reglas fue toda una novedad. Tal vez sus asesores lo convencieron de que comportarse como un patรกn ya no le iba a ganar mรกs adeptos. Tal vez vimos un intento desesperado por detener a los votantes republicanos moderados que ya no quieren cuatro aรฑos mรกs de un presidente que no sabe ser presidente. O tal vez Trump dejรณ hablar a Biden no por respeto, sino para que tartamudeara y perdiera el hilo de sus argumentos. El caso es que hubo civilidad y pudimos escuchar a ambos candidatos. Biden, por su parte, se mantuvo apegado a su guiรณn y no dio ninguna sorpresa respecto al primer debate. Muchos dicen que, al empatar, el demรณcrata sale ganando
Lo malo: Biden olvidรณ que a un debate no se va a explicar, sino a comunicar. Si algo sabe Trump es que, en un debate, el que explica pierde. Por eso, logrรณ eludir exitosamente el tema de la pandemia, hablando con frases cortas, directas, contundentes y fรกciles de entender, aunque, claro, completamente falsas y carentes de รฉtica. Trump culpรณ a China por la propagaciรณn del virus; culpรณ a Anthony Fauci por ser simpatizante del Partido Demรณcrata; culpรณ a los gobernadores de la oposiciรณn por imponer cuarentenas extremas y daรฑar la economรญa. Biden tuvo aquรญ la oportunidad de fulminar a Trump y hacerlo responsable por las mรกs de 200 mil vidas que ha costado la falta de estrategia para contener la enfermedad. Debiรณ increparlo con mรกs indignaciรณn y determinaciรณn, centrรกndose en ese costo humano inaceptable, pero el exvicepresidente repitiรณ cerebralmente sus lรญneas del primer debate, dejando ir otra vez la mejor oportunidad para noquear a Trump.
Por otra parte, en el tema racial, Trump dio cรกtedra de propaganda demagรณgica. El racismo es un tema en el que Trump deberรญa quedar completamente derrotado en cualquier debate. Pero anoche, el presidente dio toda una conferencia magistral de cรณmo los demagogos usan las falacias retรณricas. Ante las preguntas sobre el conflicto racial en Estados Unidos, Trump acusรณ a Biden de haber impulsado como legislador en los aรฑos noventa una ley anticrimen que endureciรณ al sistema de justicia penal, lo que tuvo como consecuencia no deseada el encarcelamiento de miles de personas, principalmente afroamericanos y latinos. โยฟPor quรฉ no hiciste algo para cambiar esa ley en los ocho aรฑos que fuiste vicepresidente?โ, fue la incisiva pregunta que le recetรณ Trump a Biden. Esto en retรณrica es una falacia tu quoque, o en inglรฉs whataboutism, muy usada por los demagogos: cuando son acusados de algo (en este caso, Trump acusado de racismo) lanzan un contraataque para demostrar que la persona que los cuestiona tambiรฉn puede ser acusada de lo mismo o de algo peor. Esto tambiรฉn es una falacia de falsa equivalencia, pues la criticable ley que impulsรณ Biden hace 26 aรฑos no se compara con el discurso de odio que Trump difunde desde el podio presidencial aquรญ y ahora. Para rematar, Trump usรณ la hipรฉrbole para llevarse los reflectores, con las frases: โcon la posible excepciรณn de Abraham Lincoln, soy el presidente que mรกs ha hecho por los afroamericanosโ y โsoy la persona menos racista de esta salaโ. Esas son exactamente la clase de mentiras escandalosas que llegan a los titulares, llevรกndose la discusiรณn a donde Trump quiere, claro, con la ayuda de los medios.
Lo feo: El tema migratorio. Como ocurriรณ con la pandemia, la crisis humanitaria creada por las polรญticas migratorias de Donald Trump quedรณ completamente perdida entre las diatribas del presidente y los lugares comunes de Biden. Este se vio lento de reflejos e incapaz de responder al ataque de Trump, quien acusรณ al gobierno de Obama de haber instalado las infames jaulas de las estaciones migratorias, confundiendo al pรบblico sobre su responsabilidad en llenar esas jaulas de personas. Biden hizo bien en decir que la separaciรณn de niรฑos y padres es inhumana, pero pudo ser mรกs ambicioso en las propuestas de soluciรณn. En general, el demรณcrata se limitรณ a cumplir con el ritual de los candidatos de su partido de prometer un camino a la ciudadanรญa para los inmigrantes sin documentos, promesa desgastada que escuchamos cada cuatro aรฑos.
Lo mejor: En su breve discurso final, Biden cerrรณ bien el debate marcando el contraste entre รฉl y Trump en tรฉrminos รฉticos: โlo que estรก en la boleta es el carรกcter de este paรญs. Decencia, honor, respeto. Tratar a la gente con dignidad, asegurarse de que todos tengan una oportunidad justa. Ustedes van a tener eso, porque no lo han tenido en los รบltimos cuatro aรฑosโ. Biden tiene razรณn. Como lo he explicado en este espacio, el antรญdoto contra la demagogia no es la democracia, sino la decencia, y Joe Biden es, con todos sus defectos y limitaciones, el รบnico candidato que hoy puede ofrecer eso a Estados Unidos.
Especialista en discurso polรญtico y manejo de crisis.