Empecรฉ a notar la presencia constante de Jared Kushner en diversos actos a principios del gobierno de Trump. Luego, durante la renegociaciรณn del Tratado de Libre Comercio lo vi con mรกs frecuencia interactuar en pasillos, cafeterรญas y caminando en la calle con funcionarios mexicanos y estadounidenses. Pese a no contar con experiencia alguna en asuntos de gobierno o polรญtica pรบblica y de haber atravesado por algunos escรกndalos que incluso le llevaron a perder su nivel de acceso a informaciรณn clasificada, Kushner se ha ganado fama de frรญo, arrogante y poderoso. Y lo ha hecho siendo, al menos aparentemente, la antรญtesis del hombre visceral, histriรณnico y mediรกtico que es su jefe y suegro, el presidente de Estados Unidos. Ese contraste parece no importarle gran cosa a Trump, que ha puesto en manos de su yerno una larga lista de asuntos, incluida la interlocuciรณn directa con el gobierno mexicano.
Habรญa querido entrevistar a Kushner desde hace varios meses pero me parecรญa improbable. Como todo el resto del cรญrculo cercano a Trump, Kushner no ha otorgado espacios a medios de comunicaciรณn en espaรฑol. โNo da entrevistasโ, cortaban de tajo una y otra vez mis aspiraciones de platicar con รฉl, las pocas personas que podรญan abrirme una puerta. Kushner finalmente accediรณ hace unos dรญas. La maรฑana del martes cuatro de febrero nos sentamos en una de sus oficinas en la Casa Blanca. Una charla pactada para diez minutos se extendiรณ cerca de media hora.
Lo que encontrรฉ fue a un hombre reservado y preciso. โNosotros queremos enfocarnos en la sustancia, en resolver problemas, y no en las emociones que azuza gente muchas veces mal informada sobre lo que buscamos lograrโ, me dijo Kushner. Su intenciรณn, me asegurรณ desde el principio, es muy simple. โTrato de resolver problemas, trato de acercar a las personas y hacer que se hagan las cosasโ, me respondiรณ, asumiendo con aparente humildad su papel de problem solver en el gobierno trumpista. Tomรฉ con reservas su respuesta porque me confirmรณ lo que sospechaba: detrรกs de su mรกscara de facilitador hay un hombre informado, poderoso y con influencia en la relaciรณn de Estados Unidos con Mรฉxico, que ademรกs cuenta con la confianza incondicional del presidente estadounidense. Un canal privilegiado en ambas direcciones. Tratรฉ de hacer memoria y no encontrรฉ a alguien con esas caracterรญsticas y posicionamiento, al menos en la historia reciente de la relaciรณn bilateral.
Esa maรฑana borrรฉ cinco de las siete preguntas que habรญa preparado la noche anterior, porque supuse que podรญa hacรฉrselas a cualquier otro funcionario del gobierno de Trump. Kushner es un estratega, quizรกs el mรกs importante en el estrecho cรญrculo cercano del presidente. Me pareciรณ que la prioridad era la relaciรณn Mรฉxico-Estados Unidos, en la que Kushner ha tenido una injerencia constante y tal vez excesiva, dada su nula experiencia diplomรกtica. Sustituรญ el cuestionamiento sobre la terrible circunstancia actual de los migrantes centroamericanos por uno sobre la soluciรณn definitiva del problema. Le preguntรฉ del T-MEC frente a China, el voto hispano pro-Trump y sus logros y frustraciones personales en la relaciรณn con Mรฉxico.
Kushner me pareciรณ inescrutable. Aparenta tener intereses legรญtimos. A mi juicio, lo que de lejos parece arrogancia es en realidad una especie de compostura calculadora. Va impecablemente vestido con su habitual corbata delgada con nudo sencillo, saluda con firmeza y velocidad. Es un maestro de las relaciones pรบblicas y quizรกs de la manipulaciรณn. Pero tambiรฉn es un convencido absoluto de las polรญticas del gobierno de Donald Trump, incluida la polรญtica migratoria punitiva, que ha puesto en marcha con la colaboraciรณn del gobierno mexicano y ha generado una crisis humanitaria sin precedentes en ambas fronteras de Mรฉxico.
Kushner aceptรณ que la retรณrica del muro ha complicado la relaciรณn con Mรฉxico, aunque insiste, al mรกs puro estilo de su suegro, que la narrativa que critica el endurecimiento en la frontera se debe no a la evidente crisis humanitaria sino a los medios, que han tergiversado lo que ocurre. Y aunque reconoce que la situaciรณn que viven los migrantes es โespantosaโ, lo atribuye โde nuevo, al mรกs puro estilo del trumpismoโ no a la persecuciรณn del gobierno en el que participa, sino al hecho de que miles intentan emigrar a Estados Unidos de manera ilegal.
Jared Kushner es tambiรฉn un gran entusiasta del gobierno de Andrรฉs Manuel Lรณpez Obrador. Para mi sorpresa, sus declaraciones sobre la relaciรณn con el gobierno mexicano rebasaron las cortesรญas habituales, para revelar una evidente admiraciรณn por las habilidades polรญticas de Lรณpez Obrador y su acercamiento a la Casa Blanca. Kushner me dijo que, con administraciones anteriores en ambos lados de la frontera, la narrativa bilateral acaso era mรกs positiva, pero el gobierno de Estados Unidos logrรณ mucho menos. Hoy la narrativa es mรกs โconflictivaโ pero los logros, me dijo entusiasmado, han sido โextraordinariosโ. Y esto apenas empieza. Kushner sugiriรณ que este primer aรฑo es solo el principio de lo que el gobierno de Trump quiere lograr con sus amigos mexicanos. En el horizonte estรกn el narcotrรกfico, el contrabando de armas, el lavado de dinero y varias cosas mรกs.
Si Donald Trump gana la reelecciรณn, los siguientes cinco aรฑos pintan complicados para Mรฉxico. Lรณpez Obrador tendrรก frente a sรญ a un gobierno estadounidense con Jared Kushner y sus impecables e implacables modos neoyorquinos avanzando sus intereses.
es periodista e internacionalista. Corresponsal en Jefe de Televisa N+ en Estados Unidos. Cubriรณ en vivo desde Nueva York los atentados del 11 de septiembre de 2001 y sus secuelas, para la radio y televisiรณn mexicanas.