Nocaut contra Maduro y sus votantes in vitro

El Consejo Nacional Electoral de Venezuela inventรณ, al menos, un millรณn de votos de cara a la elecciรณn de los diputados para la Asamblea Constituyente. No lo dice la oposiciรณn. Lo dice la empresa que presta el servicio de asesorรญa tecnolรณgica al gobierno.
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El gobierno de Nicolรกs Maduro navega de escรกndalo en escรกndalo. La รบltima novedad: Smartmatic, la empresa multinacional que desde 2004 maneja la plataforma tecnolรณgica del Consejo Nacional Electoral (CNE), prรกcticamente ha cantado fraude. Su director ejecutivo, Antonio Mugica, ha dicho que el oficialismo inflรณ en un millรณn de votos la participaciรณn de sus seguidores de cara a las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente. Un millรณn de electores fantasmas habrรญa acudido a las urnas para refrendar la propuesta del chavismo de cambiar la Constituciรณn y echar las bases de algo que no se sabe si serรก una Repรบblica. Seguramente, no: el tufo cubano de la receta ya lo dejรณ colar Chรกvez en 2007 cuando planteรณ una reforma constitucional que incluรญa clausurar el voto universal, directo y secreto y pasar al llamado Estado comunal. En aquella oportunidad, Chรกvez fue derrotado. La mayorรญa le dijo que no. En esta oportunidad, la cosa ha sido peor: la oposiciรณn ni siquiera ha acudido a votar. El chavismo jugรณ solo. Boxeo de sombra.

Imaginรฉmonos a Muhammad Ali pegรกndose a sรญ mismo: esa es la metรกfora que ha aupado el gobierno con su Constituyente. No hubo candidatos de la oposiciรณn: como ocurre en Corea del Norte. O como pasa en Cuba. El chavismo se midiรณ con su propio yo. Pero no bastรณ con esa partida de solitario. El Consejo Nacional Electoral tenรญa que emitir una cifra de participaciรณn que resultara superior a la que suministrรณ la oposiciรณn el pasado 16 de julio (7,6 millones de electores), cuando se celebrรณ un plebiscito contra la propuesta de Maduro. Y entonces produjo una cifra de laboratorio: 8 millones de chavistas habrรญa acudido a votar. La data es per se abultada: hubo votos mรบltiples, hubo escasas auditorรญas, no hubo controles. Ese es otro tema. Pero lo central acรก, mรกs allรก de si se registrรณ o no tal concurrencia (hay quienes hablan de la asistencia a las urnas de escasos tres millones de electores), es que Smartmatic  acusa al CNE de divulgar una cifra que no es real. Un millรณn de votos fabricados in vitro. Perdรณn: no es una nimiedad.

El rey estรก desnudo. Y es un delito abultar la cifra. Convertir a los electores en conejillos de indias se puede pagar caro. Pero ya el gobierno habรญa cometido un pecado original: no consultรณ a los venezolanos, en un referendo, si estaban de acuerdo o no con que se activara la figura de la Asamblea Nacional Constituyente, que es el paso previo previsto en la Constituciรณn para proceder luego a escoger a los diputados. Y no lo hizo โ€“como sรญ lo hizo Chรกvez en 1999, cuando propuso cambiar el contrato social que regรญa en el paรญs desde 1961โ€“ porque no cuenta con los votos suficientes. A Maduro el pueblo le habrรญa dicho que no. Como รฉse era el oscuro panorama que el dictador tenรญa encima, se saltรณ la consulta. Y montรณ un esquema constituyente que le conferรญa el control de la Asamblea de antemano. Por eso, la oposiciรณn decidiรณ no participar. Lo dejรณ solo en el ring. Lo que quizรกs Maduro no se esperaba es que en ese boxeo de sombra, Smartmatic, un confiable proveedor del CNE, le asestarรญa semejante nocaut.

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(Caracas, 1963) Analista polรญtica. Periodista egresada de la Universidad Central de Venezuela (UCV).


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