Su nombre era desconocido para muchos hasta hace algunos meses, pero hoy Tatiana Clouthier se ha convertido en una de las protagonistas de las elecciones que se aproximan. La coordinadora de campaña de la coalición Juntos Haremos Historia le ha dado frescura y vitalidad a su candidato, Andrés Manuel López Obrador, que es percibido por muchos como parsimonioso y por momentos excesivamente hostil. Ante esto, el carácter abierto, irreverente y combativo de Clouthier ha venido a levantar una campaña que, a estas alturas, parece indestructible.
Tatiana Clouthier ha concentrado en redes sociales, particularmente en Twitter, muchos de sus esfuerzos de vinculación y comunicación. Como muestra de ello basta ver el intercambio que tuvo hace unos días, cuando Buzzfeed News publicó un artículo en su portal en el que señalan que, durante las horas que estuvieron siguiéndola para preparar la nota, Clouthier declaró que no se hace llamar una feminista porque el término “está pasado de moda como tal” y que para ella “ya no se trata de crear espacios para las mujeres en el ámbito laboral, sino de asegurarse de que las mujeres tengan acceso a guarderías, lugares para amamantar y flexibilidad de tiempos”, como si lo primero fuera una tarea ya superada.
La declaración causó revuelo, claro, especialmente entre mujeres que se han dedicado a estudiar y señalar las evidentes desigualdades de género, en su gran variedad de presentaciones. Con Estefanía Vela, por ejemplo, tuvo el siguiente diálogo:
No es común encontrar, en la arena pública, a personas que acepten sus errores de esta manera. Se trata de una estrategia de campaña completamente premeditada, dirán algunos y tendrán razón, pero eso no merma el efecto positivo de alguien con una vara tan alta en una campaña diciendo simple y llanamente, desde el otro lado de la pantalla, que se equivocó y que tiene mucho que aprender. De hecho, los coordinadores de campaña del resto de los candidatos brillan por su ausencia en términos de contacto con el público.
Ante la fuerza que ha tomado su figura, los detractores de AMLO insisten en recordarle a la gente que Tatiana Clouthier no será quien gobierne aunque su candidato llegara a ganar la elección. Esto es cierto: la visibilidad que ha adquirido Clouthier ha creado una serie de expectativas rebasadas ante las cuales hay que proceder con cautela. Sin embargo, es imposible negar que para la campaña de López Obrador ha sido enormemente benéfica la presencia de la sinaloense. No podemos saber si serían iguales los números de ventaja de AMLO si ella no estuviera al frente de su campaña, pero es innegable que ha logrado atraer la atención de un sector joven, informado, que disfruta verla diciéndole a Javier Lozano “analfabeta funcional”, troleando a Meade o llamando a hacer un Netflix&Chill democrático con el documental sobre populismo en América Latina cuya publicidad anda circulando en varios camiones de la Ciudad de México.
Tatiana Clouthier, que renunció al PAN en 2005 y no está afiliada a Morena, ha declarado que ha podido no sólo entrar en desacuerdos con AMLO sino hablar sobre ellos públicamente (como lo hizo en el caso de la candidatura de Napoleón Gómez Urrutia, entre otros). Este carácter aguerrido e independiente, lejos de restarle a la campaña de AMLO, le ha favorecido tanto que imaginar el resto de la campaña sin ella es casi imposible.
#Tatiana2024, dicen por ahí.
(Ciudad de México, 1984). Estudió Ciencia Política en el ITAM y Filosofía en la New School for Social Research, en Nueva York. Es cofundadora de Ediciones Antílope y autora de los libros Las noches son así (Broken English, 2018), Alberca vacía (Argonáutica, 2019) y Una ballena es un país (Almadía, 2019).