Aunque nunca me has poseído
Te he pertenecido desde el inicio de los tiempos
Y me senté soñolientamente al lado tuyo en tu silla
Recargándome en tu hombro
Y tu descuidado brazo en mi espalda gesticulaba
Mientras tu indisputable voz masculina rugía
A través de mi cerebro y mi cuerpo
Argumentando descomposición dinámica
De la cual no estaba entendiendo nada
Soñolientamente
Y la voz solo menos masculina de tu hermano pugilista del intelecto
Retumbó como así me pareció tan soñolienta
A través de un intervalo de mil millas
Un entretanto de mil años
Pero tú que haces más ruido que cualquier hombre en el mundo cuando carraspeas
Ensordecedor me despertaste
Y recuperé el hilo de la discusión
Asumiendo inmediatamente mi actitud mental personal
Y dejé de ser una mujer
Hermosa media hora de ser una simple mujer
La mujer animal
Entendiendo nada del hombre
Más que el dominio y la seguridad del calor físico trasmitido
Indiferente a la gimnasia cerebral
O considerándolos como el juego autoindulgente de los niños
O el estruendo de dioses ajenos
Pero tú me despertaste
De todos modos quién soy yo para criticar tus teorías de velocidad plástica
“Vayamos a casa ella está cansada y quiere irse a la cama.” ~
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Versión del inglés de Karen Villeda.
Fragmento de “Tres momentos en París”.
(Londres, 1882-Aspen, Colorado, 1966) fue escritora y actriz. Su nombre real era Mina Gertrude Löwry. En español ha publicado su libro Breve Baedeker lunar (Torremozas, 2009)