Quizá uno de los adláteres más comentados de la campaña presidencial estadounidense sea lo fértil que ha sido la nominación de Sarah Palin para los humoristas. En particular para Tina Fey, una de las más inteligentes y osadas comediantes que ha dado la última promoción del programa Saturday Night Live.
Su imitación de la candidata republicana a la vicepresidencia fue un éxito desde el comienzo. Fey mostró su habilidad al hacer mofa del provincianismo y los dislates y errores de la actual gobernadora de Alaska. Ahora, SNL, le ha dado un giro de tuerca a su parodia: la producción invitó a la mismísima Sarah Palin a su último programa.
Sigue abierta la pregunta sobre lo que constituye una falta de respeto y lo que se mantiene dentro del terreno de la sátira política. Para muestra, un video del muy ácido Don Rickles burlándose de Ronald Reagan cuando éste era todavía gobernador de California. Y en la tradición del roast, en el Alfred E. Smith Memorial Dinner, McCain y Obama hicieron una particular tregua de humor.
– La redacción