Diez aƱos con Revista de Libros

AƑADIR A FAVORITOS
ClosePlease loginn

Inspirada en cierta tradiciĆ³n periodĆ­stica anglosajona, la Revista de Libros de la FundaciĆ³n Caja Madrid ha cumplido diez aƱos nadando a contracorriente en el cada vez mĆ”s desvalido panorama espaƱol de la crĆ­tica literaria y la discusiĆ³n intelectual en letra impresa. Con motivo del aniversario, acudimos a su director Ɓlvaro Delgado-Gal, periodista y profesor en la Facultad de FilosofĆ­a de la Universidad Complutense de Madrid , para que a lo largo de una extensa conversaciĆ³n realizara un balance de la experiencia que han supuesto estos diez aƱos.

 

Desde la perspectiva de la dĆ©cada cumplida, ĀæcuĆ”l es la salud actual de la Revista de Libros?

Buena, tenemos mĆ”s difusiĆ³n que al principio, bastante mĆ”s, y lo que hemos hecho ha sido ir refinando el proyecto original, pulirlo, sin cambiarlo. Si despuĆ©s de diez aƱos lo que quieres es insistir, mejorar una idea, estimas que te ha ido bien.

 

ĀæPodrĆ­a resumir ese proyecto originario?

Bueno, tĆŗ conoces perfectamente que hay un gĆ©nero que no se cultiva en EspaƱa y que es un gĆ©nero que podemos ver en la New York Review of Books o en el Times Literary Suplement. ĀæPor quĆ© es un gĆ©nero en sĆ­ mismo? Porque lo que persiguen estas publicaciones, en el caso de NYRB es clarĆ­simo, es hacer opiniĆ³n cultural al filo del libro. En lugar de partir de un tema que estĆ© de moda o de una entrevista con un seƱor lo que hacen es recoger un libro reciĆ©n aparecido y a partir de ahĆ­ escribir una reseƱa que tiene interĆ©s en sĆ­ misma. Pero claro, como el libro suele ser sobre un tema muy concreto, lo normal es que busques a alguien que sabe mucho de eso, que no es necesariamente el escritor transversal que estĆ” en otro tipo de revistas de pensamiento o en los periĆ³dicos. Esta es una manera de aproximarse a la cultura complementaria y yo creo que muy interesante. Esto no fue en principio una idea mĆ­a, yo habĆ­a tenido hace muchos aƱos una revista con muy poca financiaciĆ³n pero que tenĆ­a algo que ver con esa intenciĆ³n, y el gerente de la FundaciĆ³n Caja de Madrid quiso que trasladase eso a una publicaciĆ³n con mĆ”s medios.

 

ĀæA quĆ© cree que se debe la falta de tradiciĆ³n de ese tipo de reseƱa amplia y que plantea una discusiĆ³n intelectual en EspaƱa?

Bueno, es un gĆ©nero eminentemente anglosajĆ³n. No creo que en Francia, Alemania o Italia existan o hayan existido verdaderamente ese tipo de revistas. En Italia hubo dos intentos, no sĆ© en quĆ© han terminado. Creo que en Alemania y en Francia no hay nada asĆ­, en realidad es una cosa que han hecho en Inglaterra y Estados Unidos, por lo tanto lo normal es que esa tradiciĆ³n no exista en EspaƱa.

 

ĀæY desde su experiencia al frente de Revista de Libros, cĆ³mo ha ido asimilando esa apuesta el pĆŗblico lector en EspaƱa?

Bueno, nuestro nĆŗmero de suscriptores ha ido creciendo en un porcentaje apreciable. Hace unos aƱos hicimos un estudio de mercado del que se desprendĆ­a que nuestro pĆŗblico tenĆ­a una edad media de 45 aƱos, eso significa que son unos mozalbetes comparados con los de la NYRB que deben tener una media de 75 a juzgar por la pĆ”gina de contactos. Son esencialmente personas con profesiones liberales y relacionadas con la universidad, aunque de todo hay. Es gente para la que la lectura es una ocupaciĆ³n diaria. Nuestra revista estĆ” dirigida a personas que no sĆ³lo sienten curiosidad por lo que estĆ” ocurriendo en el terreno cultural sino que leen bastante todo los dĆ­as y no se dejan impresionar porque exista una pĆ”gina completamente cubierta por letra impresa. De Ć©sos hay unos cuantos miles en EspaƱa, habrĆ” dos decenas de miles, de los cuales hemos llegado a unos seis mil. Y creo que quizĆ” todavĆ­a podamos ampliar un poco mĆ”s. Ɖste es un pĆŗblico minoritario y hemos hecho esta revista sabiendo que es un pĆŗblico minoritario, hemos sentido sus necesidades y creo que no nos hemos equivocado.

 

Lo minoritario de ese pĆŗblico quizĆ” se deba a que en EspaƱa, a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, no existe un mundo acadĆ©mico tan grande e interconectado.

No conozco lo suficiente el mundo estadounidense, pero no sĆ© hasta quĆ© punto el profesor americano cogido al azar es una persona de gran cultura, mi sospecha es que regular. Pasa que con una universidad tan enorme, en un paĆ­s tan enorme, pues siempre hay mucha gente para todo. Hay que decir que la NYRB es en el fondo un periĆ³dico de opiniĆ³n, un periĆ³dico polĆ­tico de apariciĆ³n bisemanal que se presenta bajo la apariencia de una revista de libros. En realidad es eso, un periĆ³dico polĆ­tico con una tirada muy grande que defiende la visiĆ³n de las cosas de, esencialmente, la sociedad liberal neoyorquina.

 

ĀæEn algĆŗn momento se les pasĆ³ por la cabeza en Revista de Libros tener esa vocaciĆ³n polĆ­tica?

No, no podemos, nuestro financiador es Caja Madrid, donde se encuentran todos los partidos polĆ­ticos, asĆ­ que eludimos deliberadamente la polĆ­tica nacional. SĆ­ hablamos de asuntos internacionales pero la polĆ­tica nacional no la tocamos. Este es un factor muy determinante, no podemos entrar en diferencias o valoraciones que puedan separar a los partidos.

 

ĀæHa sentido esa imposibilidad como una carencia, siente algo coja la revista debido a ello?

No, la verdad es que no. Y esto es porque una de las claves de la revista, desde el punto de vista de la independencia pero tambiĆ©n a la hora de comprender el resultado final, es que se hace mucho trabajo de ediciĆ³n, los criterios de ediciĆ³n son muy exigentes. No sĆ³lo los artĆ­culos con frecuencia se redactan otra vez, se someten a una revisiĆ³n importante con el permiso del autor, que es el que finalmente introduce los cambios en relaciĆ³n a nuestra recomendaciĆ³n, sino que muchas veces hay artĆ­culos que finalmente no se publican porque no terminan de entrar dentro del perfil que la revista quiere. Nuestra experiencia es que si subes mucho el nivel de exigencia formal ā€“por exigencia formal entendamos orden y coherencia en la exposiciĆ³n de los argumentos, cuidar el tono y que ademĆ”s los planteamientos sean pertinentesā€“ no importa de quĆ© ideologĆ­a sea el autor, al final sale un artĆ­culo que pueda leer cualquiera. Algunos de nuestros mejores colaboradores son personas de militancia izquierdista y otros de nuestros mejores colaboradores son personas de perfil conservador o liberal. ĀæSe ha buscado un equilibrio? La respuesta es no, jamĆ”s hemos buscado establecer cuotas, sencillamente buscamos colaboradores atendiendo a la solvencia de su trabajo y declarĆ”ndonos completamente ciegos a su posiciĆ³n ideolĆ³gica.

 

ĀæCuĆ”l es a su juicio la situaciĆ³n de la crĆ­tica literaria ejercida en la Revista de Libros comparada con la que realizan otros medios?

Bueno, la nuestra tiene una situaciĆ³n de privilegio porque tenemos un respaldo grande, suficiente, por tanto no experimentamos las agonĆ­as de otras revistas literarias. No dependemos de la publicidad y eso nos da una absoluta libertad de maniobra, ademĆ”s de que tenemos el propĆ³sito expreso de ser libres, aquĆ­ no hay sujeciones ni a consignas ni intereses de ningĆŗn tipo. Y en ese sentido somos todo lo libres que podemos.

 

ĀæQuĆ© opina de ese lugar comĆŗn que reza que las revistas no funcionan en EspaƱa?

Pues no lo sĆ©, las revistas culturales tienen tiradas cortas en EspaƱa, pero ese es un achaque que afecta, me temo, a las revistas culturales de todas partes. En Francia seguramente han conseguido unos productos de mercado de calidad con tiradas mayores, pero realmente no tengo suficiente experiencia comparada. Mi percepciĆ³n es que las revistas en EspaƱa y en Europa en general no tienen grandes tiradas. El caso mexicano, por ejemplo, es distinto. Revistas como Vuelta o como Letras Libres han cumplido y cumplen un papel distinto, bastante parecido al que cumplĆ­a Revista de Occidente en la EspaƱa de los aƱos treinta. Son revistas que se apoyan en personalidades culturales de gran relieve y carisma social-intelectual para, de alguna manera, intentar iniciar al lector en los secretos de la cultura. Ɖste es un planteamiento completamente distinto al de nuestra revista y al de otras en EspaƱa. Letras Libres, en ese sentido, se parece mĆ”s a la NYRB, son revistas que encierran una visiĆ³n del mundo y aunque no sean directamente polĆ­ticas sĆ­ poseen una direcciĆ³n polĆ­tico-moral clara. Nosotros, en ese sentido, estamos mĆ”s sujetos a los vaivenes del mercado, a la oferta editorial y a lo que va pasando por ahĆ­. ~

+ posts

(Lima, 1981) es editor y periodista.


    × Ā 

    Selecciona el paĆ­s o regiĆ³n donde quieres recibir tu revista:

    Ā  Ā  Ā