“Nosotros no transgredimos la privacidad de las personas, actuamos a petición de parte.”
Eduardo Muriel Melero es doctor en criminología y uno de los pioneros de la labor detectivesca en México. En esta entrevista nos cuenta cómo se ha desarrollado el negocio de los detectives en México, cuáles son sus puntos críticos y quiénes son sus clientes frecuentes.
Háblenos un poco de cómo se empezó a desarrollar en México el negocio para los detectives privados.
Mire, nosotros comenzamos en 1962. Fuimos la primera agencia en México y no comenzamos directamente como agencia de investigaciones. Yo llevaba el jurídico de la Asociación Nacional de Comerciantes en Automóviles (ANCA) y había que localizar vehículos. Después, y como yo ya tenía conocimiento de investigación porque yo inicié la Policía Federal de Caminos hace muchos años y tuve prácticas en la frontera, me fui metiendo poco a poco en la situación de policías, tránsito y corporaciones policiacas. Para cuando pusimos la oficina aquí en México ya teníamos alguna experiencia.
Pero ¿A partir de qué momento podemos decir que ustedes se constituyeron como un negocio de detectives privados?
A partir de 1965, cuando pedimos a la Sección Amarilla que nos hiciera el favor de poner una sección para investigaciones privadas y nos incluyera en ella.
¿Qué requisitos legales necesitaron en ese entonces para constituirse legalmente como detectives privados?
Mire, entonces sólo existía una legislación dentro del Bando de Policía y Buen Gobierno [en el DF] que no servía a nivel nacional porque la investigación privada, que se hace a nivel federal, no puede ser regida sólo por las leyes de un solo municipio. Nosotros continuamos estudiando y fundamos el Colegio Nacional de Criminólogos en 1985. Después nos citó la Dirección de Seguridad Nacional de la Segob para platicar y ver de qué manera se podía reglamentar esto, pero una profesión no se puede reglamentar. Se pretendía que nosotros informáramos de las investigaciones que estábamos llevando a cabo y eso no lo podíamos hacer por secreto profesional. En las investigaciones privadas no puede existir ningún control sobre la investigación misma. Las expectativas para reglamentar la profesión fueron imposibles y a la fecha siguen siendo imposibles. No hay más que un registro en las procuradurías de los nombres de las personas que nos dedicamos a ello.
Y el reglamento de 1948 que sí era federal ¿qué pretendía regular y cómo pretendía hacerlo? [El 13 de octubre de 1948 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Reglamento para los Investigadores, Detectives y Policías Privados o Pertenecientes a Organismos de Servicio Público descentralizado o Concesionado]
¡Ah! ¿Usted lo conoce, lo tiene la mano?
Lo rastreé y sé que con él se reconocía la existencia de “numerosas instituciones, bufetes, despachos, uniones de detectives, etcétera… que fuera del control del Estado, ejercen funciones investigadoras de delitos que corresponden exclusivamente al ministerio público y a la policía judicial, prestándose esta anarquía a fraudes y engaños…” y había que solicitar autorización y registro…
En 1985 el Presidente De La Madrid derogó todo el reglamento.
Lo sé ¿sabe por qué lo derogaron?
Mire realmente la investigación era un rengloncito dentro del reglamento de las policías privadas…
Usted menciona que es casi imposible regular la labor detectivesca ¿no hay por eso serios riesgos de transgredir la ley?
Precisamente. Y es ahí donde entra el conocimiento de la ley. Hasta dónde puede ser uno coadyuvante o implicarse en algún delito. Cuando hay sangre o cuando son delitos que se persiguen de oficio, ahí sí uno pide que primero se notifique a la autoridad. Por ejemplo cuando una persona tiene entre sus manos un asesinato, se notifica a las autoridades y obviamente es ésta autoridad la que toma conocimiento de todos los hechos.
Pero sin ir hasta los casos de asesinatos, en los casos de investigación de conducta personal ¿no hay un riesgo de violar la privacidad las personas?
Mire, aquí hay una cosa: Cuando existe una petición de un marido o una mujer para investigar al cónyuge, ellos tienen que comprobar la relación que existe entre ellos. Nosotros no transgredimos la privacidad de las personas, actuamos a petición de parte.
¿Es decir que en caso de haber un exceso por parte del detective compartirían la responsabilidad con el marido o la mujer?
Indudablemente.
Hábleme un poco de Detectives Privados México. ¿Cuántas personas trabajan en esta empresa?
Mire, yo realmente en Detectives Privados México no sé cuántas personas trabajen.
¿No? Yo tengo su nombre vinculado a esa empresa.
Se equivoca usted, soy una persona diferente a la que usted citó.
No, no. De hecho del sitio web de Detectives Privados México obtuve sus datos de contacto. De hecho usted está relacionado también con otras empresas: Investigaciones Privadas de Alta Confidencialidad, Detectives Eduardo Muriel…
Ese sí soy yo.
…Detectives e Investigaciones, AB&C Investigaciones privadas y American Detectives Investigadores.
Así es.
¿Entonces usted es parte de estas empresas?
Vaya, utilizan mi nombre.
¿Utilizan su nombre?
Sí, porque yo estuve mucho tiempo laborando bastante fuerte y utilizan mi nombre, pero son empresas que trabajan independientemente y que son de familiares, obviamente.
¿Están avaladas por usted?
En cuanto al trabajo profesional, sí.
Ve, yo también hice mi labor de detective…
Sí…
Entonces ¿usted está al frente de qué empresa?
Yo ya no estoy trabajando directamente.
De acuerdo, pero de estas empresas que le mencioné ¿Cuál fue la última que dirigió?
Detectives Eduardo Muriel.
¿Hace cuánto tiempo la dirigió?
Señorita, ¡¿me está investigando a mi ó…?!
No, no. Preguntaba porque me interesa saber cuánta gente trabajaba en esa empresa y más que el número me gustaría saber si eran más hombres o más mujeres.
Muchas más mujeres. Cuando iniciamos eran sólo hombres, pero al tiempo nos percatamos de que la mujer es mucho más capaz en cuanto a la sensibilidad para las investigaciones. También en cumplimiento y honestidad. No cabe duda que es por mucho superior una mujer que un hombre en cuanto a investigaciones
¿Qué perfil debe tener un buen detective?
Muy sensible. Estudios cuando menos de preparatoria porque debe conocer muchísimas situaciones tanto de química, física, organización social y leyes. Se necesita tener mucha calle, haber tratado a mucha gente. Poder analizar a las personas.
Las empresas que le mencioné ofrecen diversos servicios: Investigación de conducta, secreto empresarial y muchos más. ¿Cuál de todos estos servicios es el más demandado?
Normalmente las situaciones familiares, pero las del orden conyugal dominan. También hay muchísimas solicitudes de personas que requieren saber quién es el novio de la hija, o la novia del hijo o personas adoptadas que quieren dar con sus padres biológicos.
¿Y quién contrata los servicios del orden conyugal? ¿Hombres o mujeres?
En un momento eran muchísimas las mujeres, pero después de que la esposa del Presidente Echeverría consiguiera muchos logros para la mujer se cambiaron los papeles y, en serio, en esa época pasaron a dominar los hombres que buscaban a sus mujeres.
¿Cuál es el procedimiento para contratar un servicio de ese tipo?
En el video del Colegio Nacional de Criminólogos expongo lo que se debe de hacer para contratar a una empresa o una persona honesta.
¿Cuáles son los costos y los tiempos aproximados que se toma una investigación de este tipo?
Pueden ser desde 4,000 pesos, dependiendo de las necesidades que el cliente quiera satisfacer. La entrega de pruebas fluctúa mucho porque depende no tanto del investigador sino del investigado.
¿Después de tantos años de trabajo de detective no se vuelve uno un poco paranoico?
Mire, mientras yo llevaba un asunto me grababa perfectamente a la persona, pero al terminar me olvidaba de ellos completamente. También se acostumbra uno a espejear mucho, meterse en calles de sentido contrario para evitar cualquier seguimiento o darse dos vueltas en una calle con camellón para observar que no lo sigan a uno, porque obviamente hay maridos disgustados y hay personas a las que hemos metido a la cárcel. Tiene uno que cuidarse.
– Cynthia Ramírez
Es politóloga, periodista y editora. Todas las opiniones son a título personal.