Movido por una curiosidad científica busco en un puesto de películas piratas en Coyoacán un video porno; no lo encuentro. Busco en otro puesto, tampoco. En otro: nada. ¿Por qué en los puestos de películas piratas no venden videos pornográficos? ¿Tal vez no tengan mercado? Seguro que lo tienen. Llego a una conclusión provisional: aunque son puestos de venta de productos ilegales, la autoridad les fija ciertas restricciones. Se trata de un mercado ilegal, tolerado y restringido. Las películas piratas se venden en todos lados, en casi cualquier banqueta, cada mercado o tianguis tiene uno o varios puestos muy bien surtidos, a la salida del metro, en todas las plazas. La autoridad se hace de la vista gorda: videos piratas sí, porno no (con mayor precisión: solo venden videos porno algunos puestos, en lugares específicos, sea porque pagan una cuota mayor a las autoridades o porque las autoridades les marcan zonas especiales para hacerlo, como ocurre con las zonas toleradas para la prostitución).
En México la piratería (me refiero en particular al copiado ilegal de películas y música) es un negocio que emplea más personas y produce más utilidades que el narcotráfico. El año pasado se estimaron las utilidades de la piratería en 74 mil millones de dólares, por encima de los 40 mil millones del narcotráfico, de los 25 mil millones que nos aporta el petróleo, los 21 mil millones que nos reportan las remesas y muy encima de los 11 mil millones de dólares generados por el turismo. En el gran mundo del comercio ilegal, la piratería ocupa la punta de la pirámide. Pero para combatir a la piratería no se moviliza el ejército, ni la marina, ni la AFI y apenas un poco la SSP. Aunque la piratería está casi en cada esquina, no se sabe de enfrentamientos a balazos por la pelea de las plazas. Claro que hay grandes cárteles, no podría no haberlos, como por ejemplo el cártel coreano que domina la piratería en Tepito. ¿Por qué el gobierno federal emplea más de cien mil efectivos para combatir el narcotráfico y en cambio la piratería informal está visible en todos lados? Porque se trata de un producto ilegal tolerado. ¿Por qué no vemos balaceras en las esquinas por la disputa de los puestos de videos piratas? Porque se trata de un mercado regulado, ilegalmente, por las autoridades.
Antes, en el México priista, ocurría eso con las drogas. El gobierno regulaba la producción, arbitraba entre los que las producían y las transportaban, e imponía ciertas reglas: que no vendan ciertas drogas en el país (que solo se envenenen los gringos), que no armen balaceras en las ciudades, que sean generosos con la autoridad que los regula. El combate a las drogas (fuerzas del orden en movimiento, medios inundados de sangre) produce un resultado social –el miedo de los ciudadanos– y por supuesto un resultado electoral: Jorge Castañeda mostraba recientemente que pese al incremento de la violencia en el país las últimas cinco elecciones estatales las ha perdido el PRI. Esto es: la lógica del miedo reditúa electoralmente a favor del gobierno. El narcotráfico fue un negocio ilegal, tolerado y restringido. Ahora es combatido y perseguido con miras al 2012. La piratería es un negocio ilegal, tolerado y restringido. Por eso no se venden películas pornográficas en los puestos callejeros con los que es inevitable tropezarnos todos los días.