Generaciones de izquierda

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La “Generaciรณn fundadora” de nuestra izquierda moderna (nacida entre 1890 y 1905) tuvo un epรณnimo indiscutible: Vicente Lombardo Toledano (1894-1968). Su biografรญa ilustra las posibilidades y lรญmites que la Revoluciรณn Mexicana impuso al pensamiento y acciรณn socialistas. Lombardo fue un intelectual que derivรณ al sindicalismo. A la izquierda de esa izquierda sindical sรณlo estaba la opciรณn comunista, que una minorรญa abrazรณ tras la crisis del 29. Pero en los aรฑos treinta, con el ascenso del fascismo y de la polรญtica de los Frentes Populares dictada por la URSS, la vรญa armada de la Revoluciรณn Proletaria cediรณ su sitio a una cooperaciรณn con las clases medias que en Mรฉxico tuvo su momento estelar con Cรกrdenas. Era absurdo colocarse a la izquierda de un rรฉgimen que repartรญa la tierra, alentaba el sindicalismo y nacionalizaba el petrรณleo. El costo de esa cooperaciรณn fue la cooptaciรณn: a pesar de fundar (con Narciso Bassols) el Partido Popular Socialista, la corriente de Lombardo Toledano, con todos sus mรฉritos, no rebasรณ el horizonte cardenista ni aportรณ un ideario original al pensamiento social mexicano.

La “Generaciรณn consolidadora” (1905-1920) viviรณ con intensidad los fragorosos treinta y por ello se bifurcรณ en dos ramas: la institucional (representada por los discรญpulos de Lombardo y Bassols como los abogados Alejandro Carrillo, Vรญctor Manuel Villaseรฑor, Ricardo J. Zevada) y la intelectual, representada entre otros por Josรฉ Revueltas y, durante los aรฑos treinta y parte de los cuarenta, por su coetรกneo y amigo Octavio Paz. Nostรกlgica de la violencia anarquista de Flores Magรณn, enamorada de los prototipos de la literatura rusa, mucho mรกs orientada al pensamiento marxista y a la eventual acciรณn revolucionaria, estos hombres vivieron en sus lรญmites, con lucidez autocrรญtica y arrojo moral, las contradicciones y predicamentos que el stalinismo impuso al proyecto socialista. Su incidencia polรญtica en esos aรฑos fue casi nula; su aportaciรณn literaria, artรญstica e intelectual serรญa inmensa.

El triunfo de la Revoluciรณn Cubana en 1959 llegรณ justo a tiempo para que la “Generaciรณn crรญtica” (nacida entre 1920 y 1935) la festejara como propia, adoptara religiosamente sus paradigmas y condenara al desvรกn a la vieja Revoluciรณn Mexicana. La espina dorsal de esta generaciรณn fue intelectual y puede estudiarse con provecho en varias publicaciones de los aรฑos sesenta, en particular las revistas Polรญtica y El Espectador. Sin vรญnculos directos ya con el mundo sindical, influidos sobre todo por el pensamiento de Sartre, los jรณvenes crรญticos introdujeron el marxismo a la UNAM y crearon con Arnaldo Orfila -el gran editor de la Generaciรณn fundadora- la paradigmรกtica Editorial Siglo XXI. Si bien eran partidarios de la Revoluciรณn Cubana, su proyecto para Mรฉxico consistรญa en una profundizaciรณn del nacionalismo revolucionario. Entre sus miembros mรกs distinguidos estaban (estรกn aรบn) Luis Villoro, Vรญctor Flores Olea, Carlos Fuentes, Pablo Gonzรกlez Casanova y Enrique Gonzรกlez Pedrero. Un personaje atรญpico fue Heberto Castillo. Aunque estuvo presente en la Conferencia Tricontinental de 1967 en Cuba creyรณ, como su mentor Bassols, que la izquierda podรญa y debรญa optar por la vรญa de la democracia e integrar todas sus sectas y tribus en un partido moderno. Ligado a Heberto, un personaje central de esta generaciรณn comenzarรญa a brillar por su temple crรญtico desde los aรฑos sesenta: el periodista Julio Scherer.

Todo ciclo generacional se cierra con una generaciรณn de ruptura. ร‰se fue justamente el signo de la generaciรณn estudiantil nacida entre 1935 y 1950, la llamada “Generaciรณn del 68”. Aunque en aquel movimiento hubo tendencias de todo tipo (desde las puramente liberales hasta las revolucionarias) quienes lo vivimos reconocemos con orgullo su filiaciรณn de izquierda. El problema entonces (y ahora) estaba en la interpretaciรณn de la palabra “ruptura”. Habรญa que romper, sin duda alguna, con el rรฉgimen autoritario, pero de allรญ ยฟhacia dรณnde? Luego de Tlaltelolco, unos voltearon al ejemplo del Che y perdieron o malograron sus vidas. Otros, presos por el rรฉgimen, siguieron la intuiciรณn de Heberto Castillo y comenzaron a tomar en serio la vรญa democrรกtica que varios aรฑos mรกs tarde (con el liderazgo de Cuauhtรฉmoc Cรกrdenas) confirmรณ ser la รบnica sensata. De las cuatro generaciones del ciclo, sรณlo la del “68” fue propiamente trรกgica entre otras cosas por la falta de un reconocimiento pรบblico a su aporte en favor de nuestras libertades.

Mientras que la “Generaciรณn del 68” maduraba las opciones que le quedaban, Echeverrรญa y Lรณpez Portillo integraron a casi toda la “Generaciรณn crรญtica” al poder. En los aรฑos ochenta, un sector de los “crรญticos” se vinculรณ con los del “68” y formรณ la sucesiรณn de partidos que en 1989 se consolidรณ en el PRD. Con el triunfo de Cรกrdenas en 1997 se sellaba un ciclo victorioso, pero para entonces una nueva y extraรฑa generaciรณn (nacida entre 1950 y 1965) habรญa entrado al escenario.

Llamรฉmosle la “Generaciรณn del Post 68”. Lo es por su fijaciรณn con la mitologรญa de ese aรฑo. Su misiรณn no era ya romper un orden ya roto sino construir uno nuevo, concebir ideas frescas para las mayorรญas del paรญs. No lo hizo, y ha dejado pasar aรฑos sin intentarlo. A esta generaciรณn pertenece el Subcomandante Marcos (cuyo mito revolucionario sedujo a casi todos sus coetรกneos y a no pocos de sus predecesores). A esta generaciรณn pertenece tambiรฉn Lรณpez Obrador, cuyo horizonte polรญtico y vital, aunque pacรญfico, participa de todo el romanticismo nacionalista de las generaciones anteriores y parece anclado en paradigmas ideolรณgicos de los aรฑos treinta o incluso del echeverrismo. Y a esta generaciรณn pertenecen buena parte de los lรญderes ideolรณgicos, acadรฉmicos, periodรญsticos y polรญticos de la izquierda actual.

La “Generaciรณn del Post 68” ya no se cuece al primer hervor. Su edad promedio es cincuenta aรฑos. Debiรณ ser innovadora pero entre todas es la mรกs conservadora. Y lo seguirรก siendo mientras se niegue a ejercer la crรญtica de las revoluciones que aรบn apoya, mientras piense en tรฉrminos doctrinales y no prรกcticos, y mientras no encuentre la filiaciรณn liberal que la izquierda, toda la izquierda, perdiรณ en el siglo XX.

– Enrique Krauze

Vicente Lombardo Toledano

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Historiador, ensayista y editor mexicano, director de Letras Libres y de Editorial Clรญo.


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