El Jefe de la Dirección de Servicios de la Secretaría de Obras y Servicios del Departamento Ciudadano, mandó llamar uno por uno a los titulares de las quince Delegaciones y les dijo en secreto que, por un reajuste, a partir de ese mes su cuota tenía que subir a un millón de pesos mensuales.
Cada uno de los Delegados le dijo al Jefe de la Dirección de Servicios que pues sí, que en eso quedamos. El Coordinador le dijo a cada Delegados que gracias por su comprensión.
De regreso a su delegación, el Delegado de Architotéacatl (por ejemplo) llamó a su Oficial Mayor y le dijo en secreto que, por un reajuste, a partir de ese mes su cuota mensual de un millón 200 mil iba a subir a un millón 500 mil pesos mensuales.
El Oficial Mayor le dijo al Delegado de Architeotécatl que pues sí, que en eso quedamos. El Delegado de Architeotécatl le dijo que gracias por su comprensión.
El Oficial Mayor mandó llamar a los dieciséis Directores de Centros de Servicios a la Ciudadanía de Architotécatl –el de Que Salga Agua Potable, el de Que Haya Tradicional Maratón, el de Bacheo de la Carpeta Asfáltica, el de Derribo de Árboles, el de Verificar Que no Exploten los Drenajes, etcétera— y les dijo en secreto a cada uno que, por un reajuste, debería de aumentar su cuota mensual de 150 mil a 180 mil pesos mensuales.
Los Directores de los dieciséis Centros de Servicios a la Ciudadanía de Architeotécatl le dijeron al Oficial Mayor que pues sí, que en eso quedamos. El Oficial Mayor les dijo que gracias por su comprensión.
De regreso a su oficina, el Director del Centro de Servicios a la Ciudadanía encargado de Limpia (por ejemplo) mandó llamar a los diez jefes a cargo de las áreas de Limpia –el jefe de Disimular el Atascadero, el jefe de Recolección de Animal Muerto en Vía Pública, el jefe de Retiro de Cascajo, la jefa de Unidades Recogedoras de Basura, etc.– y les dijo en secreto que, por un reajuste, su cuota mensual subía de 18 mil a 22 mil pesos mensuales.
Los diez Jefes a cargo de las Áreas de Limpia le dijeron al Director del Centro de Servicios que pues sí, que en eso quedamos. El Director del Centro de Servicios les dijo a los Jefes que gracias por su comprensión.
La Jefa de Unidades Recogedores de Basura mandó llamar a los choferes de las veinte Unidades Recogedoras y les dijo en secreto que, por un reajuste, iban a subir su cuota mensual de mil a mil quinientos pesos.
Los Choferes de las treinta Unidades Recogedores de Basura le dijeron a la Jefa que pues sí, que en eso quedamos. La Jefa les dijo que gracias por su comprensión.
El Chofer de la Unidad Recogedora llamada “La Cagüama” (por ejemplo) mandó llamar a su Ayudante de Chofer y Coordinador General y le dijo en secreto que, por un ajuste, le aumentaba la cuota de mil quinientos pesos a dos mil pesos mensuales.
El Ayudante de Chofer y Coordinador General le dijo que pues sí, que en eso quedamos. El Chofer le dijo a su Ayudante de Chofer y Coordinador General que gracias por su comprensión.
El Ayudante de Chofer y Coordinador General mandó llamar a los tres Encargados de Vaciar Botes y Tambos de Basura y a sus cuatro Pepenadores Invitados de Cartón, Vidrio, Papel, Tela y Electrónicos, y les dijo en secreto que, por un ajuste, había que aumentar la cuota mensual de 300 a 500 pesos.
Los Encargados de Vaciar los Botes y Pepenadores Invitados dijeron que pues sí, que en eso quedamos. El Ayudante de Chofer y Coordinador General les dio las gracias.
El Jefe de los Encargados de Vaciar los Botes le dijo a la señora María Jovita en secreto que, por un ajuste, la cuota voluntaria mensual por recogerle su basura pasaba de 75 pesos a 100 pesos mensuales.
La señora María Jovita gritó que no, gritó que no era justo y gritó que ya estaba bueno.
El Jefe de los Encargados de Vaciar los Botes le dijo a la señora María Jovita que por culpa de gente como ella México nunca iba a progresar.
Pusnó.
(Publicado previamente en el periódico El Universal)
Es un escritor, editorialista y académico, especialista en poesía mexicana moderna.