Mi casa me es tan imprescindible como un árbol,
Ni humilde ni lujosa, un laberinto en el espacio
En que las cosas hablan de un sentido
Y revelan su quemante sueño de mundo,
Y abro las puertas mudo al visitante
Todos los días con la paz y el viento…
Cierro los ojos y escucho las murmuraciones
Incitantes de estas cosas inertes pero con vida,
Y una pálida luz violeta o azul expande
Mi certeza de que todo el Universo aquí despliega
Sus orillas, y en su compás mi centro.
Entonces la casa gira diminuta, y yo en ella
Con mi mente acomodo las cosas
Hablándoles de un ritmo, una función y un esplendor. ~
Michoacán
Llegué a Tzintzuntzán por la noche y casi no la reconocí. Seguía siendo un pueblo miserable a pesar de sus viejas grandezas, pero además ya era…
Picoteos
Inicio de una clase de teatro Plinio el Joven aseguraba “las personas felices no tienen historia”. Es cierto. Pero sí tienen enigma pues, según Chesterton, las vidas plácidas y sin incidentes…
Las efemérides y los días
¿Qué cosa hay más efímera aunque tan luminosa como un día? Aparentemente nada puede haber más efímero que un día, puesto que este adjetivo –del griego…
Por qué no abjuro
Es muy sencillo liderar una muchedumbre de manifestantes, lectores o espectadores cuando los ciudadanos que, debido a su propia desidia y a unos medios de comunicación que…
RELACIONADAS
NOTAS AL PIE
AUTORES