Declaro que me parece muy bien que las personas practiquen la religiĆ³n que heredaron o eligieron mientras no daƱen a terceros.
Una vez declarado lo cual tengo unas preguntas:
¿No serĆa interesante que los sacerdotes –aprovechando el amor que todos le tienen a la Virgen de Guadalupe, y utilizando el respeto del que gozan, sobre todo en ese dĆa en que el compatriotaje estĆ” dispuesto a escuchar lo que le digan sin enojarse demasiado– le pidiesen a su grey que no truenen cohetones para celebrarla?
Porque las personas que arrojan cohetones daƱan a terceros.
¿No serĆa bueno que los sacerdotes le explicaran a sus fieles que la Virgen no lleva un cuadernito en el que anota, por ejemplo, “Cinco cohetones en la Gustavo A. Madero” ni mucho menos, en consecuencia, “Hacerle un milagrito a la Gustavo A. Madero”?
¿Que les dijeran que a la Virgen no le gustan los cohetones pues es una niƱa muy linda y muy buena que quiere vivir en paz, sino que antes bien le molesta mucho que los cohetones anden despertando a los bebĆ©s, perturbando a los viejitos, sacando de sus casillas a los escritores neurĆ³ticos?
¿Que les dijeran que a los que echan cohetones, lejos de hacerles milagritos, les manda castigos?
¿Que les dijeran que a la Virgen no le gustan los cohetes porque al dĆa siguiente no se puede respirar de tanta pĆ³lvora en el aire, ni se pueden ver los cerros, incluido el cerro que ella eligiĆ³, que es el del Tepeyac? (En realidad, ese cerrito mide sĆ³lo 40 metros, por lo que de todos modos no se verĆa, pero los sacerdotes no tienen por quĆ© decir eso).
¿Que en realidad la Virgen no quiere mĆ”s, ni perdona mĆ”s, ni beneficia mĆ”s a sus hijitos por andar caminando de rodillas y dejando un batidero de sangre en el suelo?
¿Que nunca se ha sabido que la Virgen anote en un cuadernito, por ejemplo, “El arrepentimiento de FroylĆ”n Badillo es sincero, pues se echĆ³ de rodillas toda la Calzada de los Misterios”?
¿Y que a la Virgen no le gusta tener que anotar en su cuadernito, por ejemplo, “Conseguirle una silla de ruedas a FroylĆ”n Badillo, que se pescĆ³ una gangrena por andar caminando de rodillas para pedirme perdĆ³n por haberse madreado a la Sra. Badillo”?
¿Que les dijeran que lo que le gusta a la Virgen es que vivan su religiĆ³n calladitos, en adecuada introspecciĆ³n, sin andar llamando la atenciĆ³n de nadie, y mucho menos de la prensa?
¿Y que la Virgen ya sabe cĆ³mo es y por lo tanto no necesita que le lleven a su BasĆlica sus propios retratos, ni estatuas ni nada?
¿Que a la Virgen lo que le gusta es la mĆŗsica sacra, y en especial la de Monteverdi, y no la de mariachi que, francamente, no sĆ³lo le es ajena, sino que le parece extremadamente ruidosa a causa de esas trompetas que son como cohetones de latĆ³n?
¿Que a la virgen en realidad no tiene por quĆ© gustarle que CĆ©sar Costa le cante la canciĆ³n “Tus ojos” y mucho menos que le guiƱe un ojo?
SerĆa formidable. MĆ©xico serĆa un mejor paĆs, aunque fuera sĆ³lo un dĆa (lo cual ya es suficiente milagro).
Es un escritor, editorialista y acadĆ©mico, especialista en poesĆa mexicana moderna.
