Se veía venir: el nuevo paladín latinoamericano por excelencia, Hugo Chávez, que ha ido cerrando diversos medios de comunicación e información en Venezuela, ahora también quiere controlar el ciberespacio y cerrar aquellas zonas del mismo que no comulgan con las ruedas del molino chavista y que no trasmiten sus deliciosos canturreos. Indignado porque la página www.noticierodigital.com notició equivocadamente la muerte de un ministro del gobierno, he aquí que el gorila de boina roja, en un acto del Partido Socialista Unido de Venezuela (es decir: unido al supremo Ubú cantarín de Venezuela) dijo que “la Internet no puede ser una cosa libre, donde se haga y se diga lo que sea”, pues hay páginas web que “están envenenando la mente de mucha gente”… y, en consecuencia, ordenó a la Fiscalía (chavista, ¿pues cómo no?) “que actúe en consecuencia”.
Que se cuide, pues, cualquier ciudadano que en Venezuela crea que su relación con Internet es cosa de allá cada quien con su alma, con Internet y con la olímpica ilusión de independencia y privacidad. El ciberespacio tampoco es inocente, ¡carajo!
Y esto no es nada. Es de prever que dentro de poco, Chávez, uno de los aureolados de la liberación de América Latina, exigirá una acción consecuente contra ese medio de comunicación de peor-es-nada que in extremis le queda a cualquier pueblo: el noticiario de boca ciudadana a oreja ciudadana… O sea: Radio Bemba (como se dice en la isla de los modélicos ubúes, los hermanos Castro).
Es escritor, cinéfilo y periodista. Fue secretario de redacción de la revista Vuelta.
