El violonchelista Pablo Ferrández se presenta este 11 de marzo en el Festival del Centro Histórico en la Ciudad de México. El intérprete español de 24 años se ha ganado el reconocimiento de figuras importantes como Daniel Barenboim, Gidon Kremer y Zubin Mehta además de ser finalista en la Competencia Internacional Tchaikovsky. En Bellas Artes Ferrández interpretará el poema sinfónico Don Quixote de Richard Strauss usando el Stradivarius Lord Aylesford que alguna vez perteneciera a Janos Starker. Simpático y lleno de energía, Ferrández platica en esta entrevista un poco de su formación musical y proyectos a futuro.
¿Cuál fue tu primer acercamiento a la música clásica?
Yo empecé cuando era un bebé porque mis padres son músicos los dos. Mi padre es chelista como yo y mi madre enseña música a bebés con un método que se inventó ella que se llama el “Mago Diapasón”. Lo inventó cuando me tuvo a mí y este método enseña el oído absoluto a los bebés. A los tres años empecé a tocar el chelo y lo he hecho hasta ahora que tengo 24.
¿Hay algún concierto en especial que recuerdes?
Un concierto muy especial para mí fue cuando tenía dieciséis años y toqué el concierto de Dvořákpor primera vez. De alguna manera toco el chelo gracias a ese concierto. Mi padre al principio estaba estudiando ciencias y luego escuchó ese concierto por Pablo Casals y entonces dejó todo para empezar a tocar el chelo, cuando tenía dieciocho años. Ese concierto es muy especial para mí.
¿Hubo algún titubeo en el camino para dejar la música?
No, en ningún momento. Siempre fue muy natural.
¿Cuáles han sido los compositores que han dejado huella en ti?
¡Hay muchos! No podría decir unos cuantos. Tal vez los que más escucho últimamente: Beethoven, Schumann y Schubert.
¿Y los grandes intérpretes? Tienes un chelo que perteneció a Janos Starker.
Últimamente escucho muy poco chelo porque bastante tengo con escucharlo en mi cien mil horas. Escucho piano y canto, mi pianista favorita es Martha Argerich y mi cantante favorita es Cecilia Bartoli.
Vienes justo de participar el año pasado en la Competencia Internacional Tchaikovsky; tú eras mi favorito. En retrospectiva, ¿qué piensas del proceso que fue la competencia?
Fue un concurso durísimo; fueron tres semanas compitiendo pero me vio gente y grandes directores. Daniel Barenboim me escuchó y me invitó a tocar para él en Berlín, su mujer me ha invitado a un Festival en Jerusalén. Gidon Kremer, el violinista, me escuchó también. Él ya me conocía de antes pero me ha invitado a tocar con él y con su orquesta. El año que viene tenemos una gira muy larga. Firmé con tres agencias y gracias a eso el año que viene voy a tocar en cuatro continentes. Así que me ayudó mucho, fue muy positivo y aprendí mucho.
¿Cómo fue la elección del programa [1]que presentaste en esta competencia?
¡Hombre! Era el programa que más había tocado y con el que más a gusto me sentía en ese momento. Era una buena carta de presentación.
¿Hay tensión entre los competidores?
No, la verdad. La gente se sorprende porque piensa que sí. Pero no, porque es tan difícil estar ahí y todos lo sabemos. Todo el mundo sabe que te puedes ir en cualquier momento. Y eso no significa que toques peor que el de al lado. Los concursos de música son muy difíciles: es todo muy subjetivo, ni siquiera el jurado sabe quien va a ganar o quién va a pasar. De hecho entre ronda y ronda la gente del jurado venía y decía “yo no sé por qué fulano no ha pasado” Hay muchísimo respeto ente nosotros, casi todos nos conocíamos ya y estábamos muy agradecidos de estar pasando rondas.
Grabaste los conciertos de Dvořáky Schumann con el sello discográfico Onyx. ¿Qué proyectos hay más adelante?
De momento, no se puede decir. Es aún todo muy secreto.
Eres parte de los Mutter Virtuosi y hay algo que no puedo resistirme a preguntar, ¿cómo fue la colaboración con Anne-Sophie Mutter?
La verdad es espectacular. Ella es increíble y cuando vamos de gira tocamos diez noches seguidas y las diez noches alucinas. Dices “¿cómo es posible que esta mujer, viajando por la mañana y tocando todas las noches toque siempre al máximo nivel? Estoy aprendiendo mucho con ella, ayuda mucho a los jóvenes. Voy a tocar con ella el año que viene el Doble de Brahms y me hace mucha ilusión. Sólo por estar cerca de ella aprendes: aprendes a cómo tocar, cómo estar en el escenario. La verdad es un ejemplo de solista.
¿De los Mutter Virtuosi fuede donde nace colaborar también con Vilde Frang?
No, con Vilde nos conocimos en Alemania un par de años atrás y tocamos juntos el Souvernir de Florencia de Tchaikovsky, el sexteto. Vilde es de mis violinistas favoritas.
Estás por interpretar el poema sinfónico “Don Quijote” de Strauss en el Festival del Centro Histórico. Sabemos que el chelo, en este caso tú, representa a Don Quijote, mientras que Sancho es el clarinete y luego la viola. Hay partes que generan un poco de desconcierto, como las ovejas en la Variación II. Más allá de todo esto, ¿qué es lo que te atrae a ti de esta composición?
A mí lo que me atrae, especialmente, es que tienes que utilizar otras herramientas, por decirlo así, para interpretarlo. No es el típico concierto en el que tocas una frase bonita y ya está, ¡no! Tienes qué buscar cómo describir con sonidos lo que está pasando, que es lo más difícil de esa obra y te lo pasas muy bien porque tienes que imaginar que eres Don Quijote y que de momento estás delirando, ¿cómo lo consigo? Tienes que buscar y la expresión que buscas en el sonido es diferente, a veces tocas más feo, para que descoloque, como que estás delirando. Tienes que buscar otras maneras, no siempre tocar la típica frase preciosa, cantada de otros conciertos.
Y finalmente, si solo pudieras recomendar tres piezas de música clásica, ¿cuáles serían?
Grandes hits: la Quinta Sinfonía de Beethoven, es algo obligatorio que hay que conocer. Una ópera de Mozart, Don Giovanni y un concierto de Rachmaninoff, de piano, para tener algo diferente.
[1]Pablo Ferrández interpreta el Concierto para violonchelo en si menor de Dvořák en la Competencia Internacional Tchaikovskyhttps://youtu.be/nKf7LKurAx8
Maestra en filosofía, publicista y aficionada a la música clásica