Patente No. 12039: recomendación quincenal de episodios de audio

La primera entrega de un espacio dedicado a recomendar episodios de audio cada quince días. 
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La invención de la radio fue un asunto de multitudes. Los apellidos y los ingenios –Hertz, Ampére, Marconi– se traslaparon hasta llegar al aparato ahora presente en electrodomésticos y automóviles. Así también los pleitos por la verdadera autoría de la maquinaria; una guerra de patentes y de prototipos. La invención del radio fue un asunto de tumultos. Para titular este espacio, elegí una de entre muchas de las patentes otorgadas, la que el Dr. Marconi recibió por su “invento relacionado con la transmisión de señales mediante oscilaciones eléctricas de alta frecuencia”.

Esta no es una columna. No lo es porque las columnas tienen características concretas entre las que se cuentan, por ejemplo, opiniones sesudas, trascendidos, o carisma. No será el caso de las entregas quincenales aquí reunidas. Lo que habrá, en todo caso, será la afición transformada en secreto motor de las acciones. Uno o más episodios de audio –podcasts, programas de radio, archivos solitarios, da igual– comentados, sin el requisito de la coyuntura o de la oportunidad: puro gusto.

 

Segunda quincena de junio

No importa cuándo fue transmitido por primera vez. En una de esas tampoco importa cuando fue producido este episodio. Lo cierto es que llegué tarde. No es reciente y el tiempo lo ve envejecer con dignidad y garbo. En fin, tres, cuatro años no es mucho. Apareció en 2012 y como si estuviera por estrenarse.

Qué fácil parece: tomar una grabadora y viajar muchas millas a un pueblo remoto a plantearse preguntas sin respuesta. Por ejemplo, viajar a un pueblo –ni siquiera un pueblo, un poblado apenas, un asentamiento– en Texas y sentarse en una banca. Una vez en la banca, preguntar, ¿Qué es la poesía?. Parece fácil, un capricho, parece el argumento de una novela que tratará de conmoverte. Qué difícil no convertir ese acto sencillo en una cursilería. En veintiocho minutos, el poeta y productor de radio danés Pejk Malinovski provoca envidia por lo sencillo que hace parecer una producción evocativa y sofisticada.

Poetry, Texas, se llama su breve radiodocumental. Y se trata de justamente eso, el mosaico auditivo del viaje al poblado de Poetry, a unos cuarenta kilómetros de Dallas. El viaje no a este sitio rural y escasamente poblado no es un simple safari de la ironía. El nombre de la localidad incentiva y prologa una inquietud de Malinovski: ¿Qué es la poesía?”, dice al sentarse fuera de una tienda local. [el audio es en inglés y ahí está el detalle: What is poetry?, dice]. La pregunta se desdobla: ¿qué es Poetry, Texas?; pero también, ¿qué es la poesía?; pero también, ¿qué poesía hay en preguntarse por la poesía?; pero también, ¿qué poesía hay en Poetry, Texas?, y así una y otra vez. Los veintiocho minutos son suficientes para todos esos pliegues. No hay prisa –la voz del narrador traiciona un acento extranjero al pronunciar las palabras en inglés y eso vuelve todo un poco más lento, vuelve a las palabras más precisas. Tampoco hay grandes trucos de edición: el paisaje sonoro predispone a la caminata: los sonidos de fondo envuelven y complementan las meditaciones breves sobre la poesía, integran las pequeñas salidas de tono. Las conversaciones conservan la torpeza del encuentro entre la hospitalidad y la extrañeza de recibir a un danés a cenar en un sitio que conoce poco de turismo –no hay hotel donde quedarse, nos explica Malinovski. El mosaico que resulta incluye a una mujer que se quiebra al leer versos propios sobre un lugar llamado Plano y un vaquero llamado Rooster. “Poetry, Texas” está lejos de la epifanía grandilocuente; en todo caso está más cerca de las vidas minúsculas. Sabremos poco de los detalles de sus interlocutores y no importa: son, en todo caso, parte de la interrogante y parte de la respuesta.

Los principales baches que le toca esquivar a Poetry, Texas son, sin duda, la cursilería y el encanto fácil: retorcer de más para provocar la lagrimita, hacer de los sonidos no aliados sino torturadores en pos de la conmoción. Algo parecido sucede con las historias orales: el material total grabado habrá sido tan cotidiano, tan irrelevante por momentos que es fácil pensar que la edición final se avocará a buscar perlas forzadas, frases que pecan de excesiva extravagancia. Restando mi propia predisposición a lo cursi, el documental salva esos peligros con soltura: qué fácil parece. Al contrario, incluso: por momentos la música desentona: jocosa, hipsterosa, inocentona –guitarrita repetitiva y una voz– y eso está bien: resta a la solemnidad que la palabra poesía arrastra.

“Quizá se trate solo de una manera de ver el mundo, de estar en el mundo, como un tractor oxidado expuesto al medio ambiente”, dice hacia el final.

Algunos dedican sus ratos libres a pasear a sus mascotas o a reconstruir batallas históricas en madera balsa y porcelana. Otros, cada vez más, los ocupamos en la descarga y escucha de archivos de audio. Esta afición, como todas, domina desde el margen. Tienen esa costumbre las aficiones, de hacerse con el control de la vida entera. Uno se vuelve “el de los gatos”, “la del taller de solfeo”, “los de los podcasts”.

Lo dicho: Puro gusto.

 

Poetry, Texas

https://soundcloud.com/fallingtreeproductions/poetry-texas

Escrito y producido por Pejk Malinovski

28 minutos

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(ciudad de México, 1980) es ensayista y traductor.


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