Académico de número, miembro de El Colegio Nacional, profesor formal de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, asesor del Centro Mexicano de Escritores, traductor, crítico de arte, editorialista y casado, así llega Salvador Elizondo al medio siglo de edad.
Alterna su vida académica con la pasión que el regreso a “casa” le despierta; se convierte en jardinero, torero de salón, jugador de beisbol, tirador de rifle, lector voraz, y pasa sus tardes bebiendo plácidamente whisky, platicando con el Dr. Johnson sentado en la veranda.Inmerso en la seriedad que la vida le impone y sentido por las muertes sucesivas de sus padres, suegro y abuela, decide procrear un hijo conmigo, necesario para restaurar el orden de la vida. Morir y nacer: renacer… Y sobre todo, llevar un récord diario de la vida, cada flor que planta y nace, cada lectura, cada amigo que lo visita; todo lo escribe, lo fotografía, lo apunta, lo consigna. “Transit classificando, Monsieur Teste.” ~
– Paulina Lavista
1981
Jueves 1º de enero de 1981. Voy a empezar este año haciendo un acto de contrición general. El año pasado fue muy difícil. Llegué al final bastante overstrained. Tengo los nervios de punta, pero no me puedo dejar vencer por todas esas pequeñeces y trivialidades. Very self-conscious. Muy sensible a todas las cosas mías, pero me entiendo difícilmente con los demás. Tengo que hacer un esfuerzo sobrehumano y vencer estas inclinaciones nefandas. Vivo demasiado ausente. Todos los años tomo la misma resolución edificante y nunca la cumplo. Pienso que debería aprovechar esta década, que probablemente es la última que viva completa, en transformar mi carácter, volverme más comprensivo. En realidad to take everything back. Trato de verme desde lejos, como si yo fuera otro y resulto ser un tipo bastante odioso. Tengo que reparar todos los daños que he infligido a los que me rodean, de pensamiento, palabra y obra. Tengo que tener compasión de los demás y no solamente de mí mismo. Creo que he tenido demasiado self-pity. Basta. Me pregunto como siempre si alcanzaré a llenar el cuaderno este año. Me siento como el viejo Scrooge, visto por los otros. He ido acumulando demasiados remordimientos de conciencia que no me pertenecen. En eso consiste mi neurosis. Hoy no he trabajado en mi artículo, pero creo que estoy a tiempo. Y si no, ni modo. Los números de este año suman 19 ó 10 ó 0 ó 1 –da igual. Para mí el más interesante es el 19. El número de mi destino. Nací un día 19 a las 19 horas. Hace 48 años estaba yo como quien dice recién nacido. Murió nuestra salamandra mutante. Había durado como tres años y llegó en calidad de axolotl. Cambio de cartucho. La pluma funciona perfecto. Bueno, cuando menos hasta la pág. 6 ya llegué.
Sábado 3. Primer sábado de la nueva década. Igual más o menos que todos los sábados de las décadas anteriores. Trataré de adelantar en mi artículo. Hoy amaneció un poco mejor mi abuela. Le escribo al presidente de la República para darle las gracias por el regalo de Navidad que me mandó. El que calla otorga, pero el que habla admite. Son las 6:30 p.m. Hoy comí muy bien. Unos ostiones deliciosos y unos camarones también muy buenos y con mucho ajo. Espero que me hagan el efecto deseado. De una década a otra los sábados son siempre más indiferentes. Sería estupendo que vinieran algunos amigos hoy en la noche. Aunque sea para ver el box por la televisión. Pero no. Los deseos sólo se cumplen al margen de nuestra voluntad. El placer es lo que no está previsto. Conforme pasa el día nos volvemos más estúpidos. Hoy la comida estuvo deliciosa. Todos los sábados de la vida son iguales.
[Miércoles] 7 I 81. Hablan del Proceso para preguntar mi opinión porque murió Antonio Castro Leal. Lo siento de veras. Hablan del 1+1 para lo mismo. Es curioso que hoy que fui a pasear por Coyoacán, en un momento dado, en la plaza Centenario, pensé que tal vez lo encontraría frente a La Puerta del Sol. Paulina lo veía mucho. Era asiduo al mercado. Le gustaba mucho la flor de calabaza. […] Se me olvidó decir que Castro Leal había sido rector de la U. a los 35 años, cuando se hizo la autonomía. Eso hubiera sido muy importante decirlo. También se me olvidó decir que él fue uno de los “siete sabios”, un grupo de inteligencias –todos conservadores– que tuvieron mucho prestigio pero escasa influencia en la política. Creo que él es el penúltimo de ese grupo que sobrevivía.
Vámonos a la cama –a leer Within the Tide.
[Jueves] 8 I 81. […] Es muy extraño. Cuando era muy joven, cuando tenía 16 años pensaba que era yo profundamente infeliz. Ahora que tengo 48 pienso que cuando tenía yo 16 era muy feliz. Extraña matemática de la vida. El presente es siempre peor que el pasado o que el futuro. El futuro nos depara lo único que interesa. Si uno no se ríe de los otros no queda nada de que reírse más que de uno mismo. Tratar de concebir la risa pura –esa es una noción muy de Valéry y de Gide. Sobre todo como una posibilidad del teatro. La risa sin sujeto y sin objeto. Cuando era muy joven leí el ensayo de Bergson, todavía lo conservo por allí en una edición muy barata. Mala traducción por lo que recuerdo. La risa no ha tenido grandes expresiones dramáticas más allá de Pagliacci. Yo traté de meterla en Miscast.
Sábado 17 I 81. Antier murió Cronin. Recordé Los años verdes. Todavía tengo un ejemplar con dedicatoria de mi abuela. Lo siento muchísimo. Son esas cosas imperceptibles que de pronto se aparecen con toda su cauda de sentimientos y memorias.
Domingo 18 I 81. La fecha de hoy es un palíndrome de doble eje. Se lee igual de un lado que de otro y lo mismo de pie o de cabeza. Son las 12:15. Al rato me voy a lo de José Luis.
Martes 28 IV 81. Ya llegó el día fatídico [su ingreso a El Colegio Nacional]. Son las cuatro de la tarde. Estuvimos por la mañana en el premio que le dieron a Xirau y a Gamboa. Estaban muchos que estarán esta noche. Dentro de una hora y media saldremos hacia el centro. Va a ir el secretario de Educación, Solana.
Miércoles 29. Ya pasó todo. Salió bien la cosa. Faltaron muchos. Sofía Bassi me regaló la primera edición Mercure de France de Une saison en enfer. Paco Icaza mandó un dibujo. Habló Gironella para decir que le acababa de llegar la invitación. Después del cocktail fuimos a cenar al bar Alfonso con Octavio, Montes de Oca, Lizalde, González Pedrero y su nuera. Faltaron muchos y los que fueron daban la impresión de estar todos peleados entre ellos. Me enteré con sorpresa de que Celia ya no trabaja allí. Todas las figuras: Octavio, Jaime, Gamboa, Xirau, cumplían con las exigencias mínimas del trato social pero se mantenían en grupos aparte. Unos de otros se expresan despectivamente. […] Por fin pude hacer el elogio de las rosas que Marco Antonio le mandó a Paulina. En total oímos ocho discursos en un lapso de menos de doce horas. Han enviado mensajes de felicitación: la viuda de Yáñez, García Márquez, P.A.
Palau, René Solís, con una botella de Piper-Heid.
Martes 9 VI 81. Ya van tres veces que sale la noticia de que van a poner Miscast. Eso me pone bastante nervioso. No porque fracase –para eso fue escrita– sino porque va a ser un fracaso malogrado. Es la representación de un fracaso. La representación del fracaso de un dramaturgo aficionado. ¡Qué nostalgia feroz de Zihua! Hoy volví a hojear Revolt of the Tartars de De Quincey. Creo que vale la pena traducirla, pero con toda calma; para captar grado a grado la gradación de esa prosa pura y perfecta.
Jueves 18 VI 81. Anoche nos quedamos platicando hasta muy tarde y creo que mis impresiones inmediatas de la cena con el Presidente se han atenuado un poco después de un largo sueño que duró hasta el mediodía. Creo sin embargo que fue un día importante. Llegué a casa de Octavio a las 7:30 p.m. Me abrió la puerta la criada, luego me recibieron en el vestíbulo dos oficiales, un capitán y un teniente en uniforme de verano. El capitán me saludó de mano y me presentó al teniente que no soltó, cuando me saludó, un maletín que se bamboleaba de arriba a abajo en su mano izquierda. Luego apareció Marie Jo para advertirme del escalón invisible. Al pasar por el patio a la biblioteca se oía un ruido infernal de una planta eléctrica. En la biblioteca ya estaban todos los invitados y Octavio: León-Portilla, Rossi, Krauze. Octavio ha tenido que dejarse crecer la barba que le sienta muy bien. Al poco tiempo llegó Solana y estuvimos platicando hasta que nos avisaron que ya iba a llegar el Presidente. Cada vez que los meseros o los edecanes abrían la puerta se oía el estrépito de la máquina eléctrica, pero ahora se mezclaba con el de los claxons de los automovilistas que protestaban porque suspendían el tránsito en todas las calles aledañas y los silbatos de los policías que los policías que los desviaban o paraban. Octavio y Solana habían bajado a recibirlo en la puerta del edificio. Al poco rato regresaron de tal manera que cuando entró el Presidente no había nadie que nos presentara. A mí me saludó primero con un gesto de que ya me conocía. Después seguían su secretario particular, un tal Casillas, que no descubrió la pólvora como veremos un poco más adelante, y el general Godínez, Huitzilopochtli redivivo, también en uniforme de verano con botines de charol, personaje muy interesante. Finalmente entraron Solana –que me presentó al Presidente–, Octavio –que nos volvió a presentar–, Marie Jo –que también nos presentó. Nos sentamos todos y empezamos a hablar de la restauración del Templo Mayor. Se habló, con exquisita ironía, de los sacrificios humanos y luego Octavio habló de los autos de fe. […] Luego el Presidente nos informó que el llamado “Ángel” no es un ángel sino una “Victoria”. Nadie supo quién lo había esculpido. Se habló luego del arq. Rivas Mercado y de su hija Antonieta. Yo referí la historia de su suicidio en la catedral de Notre-Dame. El Presidente desconocía toda esta historia. Luego Casillas felicitó a Octavio por ser uno de los últimos residentes en el Paseo de la Reforma. Entonces el Presidente le dijo [a Casillas] que si no se había dado cuenta de qué parte de la Reforma estaba al llegar a esta casa. “Me distraje, señor…” Ya no volvió a abrir la boca. Luego pasamos a cenar. Medallones de langosta, roast beef, helado con frambuesa, vinos blanco, rojo y champagne. […] Pasamos a tomar el café en el salón. Se habló de generalidades. A las 10 el Presidente se despidió. Nos quedamos un rato más con Solana y luego ya se acabó todo. Me trajo Miguel León-Portilla. Cuando llegué a casa tuve violentos vómitos nerviosos de tanto que me había esforzado por estar calmado todo el día.
Domingo 16 VIII 81. […] Todo el día prácticamente he estado leyendo el libro de Carlos Fuentes Agua quemada. Está bastante bueno, pero siempre es más o menos lo mismo; los personajes que uno trata de reconocer o que ya conoce. El solterón de la colonia Roma, el joven del Pedregal, la vieja nana que vive en una vecindad de la calle de Moneda.
Finalmente termino todos los domingos pensando en los muertos. Paulina también. El domingo vuelven todos los que se han ido. Se quedan un rato. A la hora del aperitivo de mediodía. Mi mamá toma un vermut con hielo. Mi papá un highball. Mi abuela una sangría. Ella siempre creyó en las virtudes tónicas y hematopoyéticas del vino. Raúl también viene, pero él no bebe. Se manifiesta en la música que escuchamos. […] Se ha pasado este día más triste por la ausencia de los vivos que por la compañía de los muertos.
Miércoles 26 [de agosto]. A ver qué tal nos va con Borges hoy. Al rato nos vamos al Palacio de Minería. Estas cosas me aburren infinitamente, pero ni modo. Ya está sonando el teléfono. Los ancianos que navegan en los montes.
Por la tarde. Ya fue la filmación. Todo salió más o menos bien. Borges estuvo muy afable y muy deferencial conmigo. Octavio está muy decaído. Atribuye sus males al mal de ojo que le echó Elena. Me preguntó si ya había yo leído el último libro de Elena, que es un feroz ataque contra él. Luego ya llegó Borges. Se habló de Mallarmé, Wordsworth, Baudelaire, Toulet, Laforgue, Valéry, Lugones, Whitman, Poe, Pound, Joyce, Conrad, Kipling. Paz le habló a Borges de mi tío Enrique.
Sábado 3 X 81. Debería escribir un ensayo definitivo sobre lo que yo pienso acerca de la Poesía y el Arte. La Poesía es para mí la forma más acusada y más rigurosa del Arte. […] Pienso en una sola cosa: mis libros. Una forma de egoísmo. Una forma atroz de egoísmo. Pero en última instancia es lo único que tengo realmente mío, ganado con mi esfuerzo. Todo lo demás me lo han regalado o heredado.
Sábado 24. No tengo ningún plan para hoy. Son las 12 p.m. Anoche estuve leyendo Heliópolis hasta muy tarde. Es fascinante. Yo no sé por qué no le han dado el premio Nobel a Jünger. Me acaba de decir Paulina que parece ser que está embarazada. Si está, tendremos el niño. Es un envío del más allá. Si es cierto, nacerá hacia el 28 de junio.
1982
Viernes 1º de enero de 1982. Hoy empezaré a hacer lo de Castro L. Hace un día maravilloso. Paulina todavía está dormida. Anoche cenamos nada más caviar y champagne. El caviar estaba delicioso. Tristeza por el tiempo ido, por los seres idos, por los que se irán durante este año, por todos aquellos cuyo obituario aparecerá mañana, día en que los periódicos rebosan malas noticias. Tomo estas fotos a la una que es el mediodía astronómico, un aspecto de la casa y del jardín en el primer día de este año que deseo sea muy feliz para todos mis futuros lectores. Pasó una cosa extraordinaria. Al arreglar mis papeles en el clóset de mi estudio me encontré una bolsita con una docena de bulbos de anémona blanca.
Hoy en la tarde los sembraré para reponer los que se pudrieron. Aparte de eso no hay novedades en los arriates.
[…]
6:20. Hablaron los Rossi que vendrán a brindar por el año nuevo. Yo creo que no tardan mucho en llegar. Son 20 minutos para las 7 y hace 15º a la intemperie. Ahora que llegue Alejandro daremos cuenta de la otra botella de champagne. Lástima que ya no hay caviar. El bacalao, que no comimos hasta hoy, estaba delicioso. En la noche tomaremos un poco más.
Van a ser las diez. Qué agradables son nuestros amigos. Hemos pasado un rato delicioso con ellos. Ojalá y así fueran todos. Qué plenitud. Gracias por este día. Gracias por su amable visita, queridos amigos Alejandro y Olbeth. ¡Qué bueno que en este primer día del año tuvimos ese enorme gusto!
Lunes 4 I 82. 0:25 hrs. Se me había olvidado poner aquí que hoy en la mañana me cortó el pelo Paulina. No se atreve a hacerlo con la máquina eléctrica, pero me dejó muy bien. Yo quería estilo Humphrey Bogart en El Tesoro de la Sierra Madre, pero no se atrevió Paulina. De cualquier manera me dejó listo hasta el próximo equinoccio de primavera. Tengo que hacer una foto de cómo quedé, pues el corte de pelo ciertamente es un acontecimiento, especialmente cuando lo hace la mujer amada.
3 II 82, miércoles. Por la tarde fui con Paulina a comprar diábolos y dardos. No había del calibre de mi rifle. Me compró Paulina un objeto bellísimo y fascinante. Yo creo que es el objeto e instrumento de uso más bello que he tenido en mi vida: una navaja de bolsillo: la navaja esencial; es a la vez ritual, quirúrgica, letal y suficiente. La hoja es como la del gran cuchillo para autopsias; el mango es de bronce y de madera petrificada. Diseño japonés. Intentaré hacer una foto. Fabricación americana marca Kershaw de Oregon. Ojalá y la conserve siempre. Allí está la foto. Salió bastante bien. El lápiz fue tajado nuevo con la navaja. Sirve de escala. También es como cuchillo de horticultor para hacer injertos. […] La fotografía eterniza al objeto. Lo vuelve, en cierta manera, inolvidable, ni moderno ni antiguo, actual, antiguo y a la vez moderno. No debo considerar esa navaja como regalo de Paulina porque sería de mal agüero. Murió hoy en la mañana Efraín Huerta. Lo siento de veras. Lo conozco hace muchos años y nunca fuimos enemigos. Por el contrario, nuestra relación fue afectuosa. Tengo buena amistad con sus hijos y lo siento especialmente por Andrea. Después de cenar baja Paulina a decirme que ya consiguió ponerle un telegrama a Andrea y que el niño se mueve en el vientre. Está muy vivaracho.
5 II 82, viernes. Por la tarde. Estuve trabajando en lo de Castro Leal y luego tirando al blanco. Ahora voy a seguirle a lo de Castro. Antes me voy a conseguir una cerveza. Me gusta mucho esta foto mía. Me gustaría usarla para algo.
17 II 82. 11 p.m. Devaluación. “El Banco de México se retira del marcado de cambios…”. […] Nadie entiende qué significa eso de que el B. de M. ni vende ni compra dólares. ¿Puede uno ir a comprar dólares mañana en la mañana en los bancos? Hice muy bien en no firmar el papel que me trajo el hermano de Gurrola por 50 mil pesos. Ahora la obra cuesta 150 mil. Yo calculo que para mañana el peso ya habrá cogido su nivel entre 50 y 75 pesos por dólar, creo. Ya se perdió el control sobre todo. Vuelve a estar de moda “La cucaracha”.
24 III 82. Explosión en la Cineteca Nacional –hasta ahora 5 muertos.
Una catástrofe filmográfica. Explotaron todas las bóvedas de negativos antiguos inflamables. Todo el cine que valía la pena. Se quemaron 4,000 negativos. Pienso mucho en Carmen Toscano y su gran número de baúles.
No sé por qué tuve, hace unos momentos, una premonición nauseabunda, inmencionable.
¡Qué final para esa novela que siempre he querido escribir y que se llamaría Ejido 43 [se refiere a los estudios de cine CLASA que dirigía su padre].
Jueves 25 III 82. Se quemaron todos los negativos del cine mexicano.
Por la tarde. Hemos estado comentando el fin de la Cineteca Nacional. Estamos de acuerdo en que la primera era del cine nacional no justificaba las aberraciones de la segunda. Es el momento de iniciar la tercera.
Sábado 1 V 82. Anoche regresé de Guanajuato donde estuve desde el martes. Toda una buena serie de experiencias. Yo creo que la obra [Miscast] fue un éxito y en términos generales estuve muy contento. No fue la menor de las causas de esa alegría la revelación de mi cuñada Helen. Es una alma encantadora, su compañía siempre grata. Ahora la quiero mucho.
Ya comenzó el ataque de los británicos. Destruyeron el aeropuerto de las Falkland y les están dando bastante leña. Los E.U. están de parte de Inglaterra. […]
Lunes 3 V 82. El crucero Belgrano fue hundido con mil tripulantes. Con un solo disparo de un submarino inglés. Tengo una idea remota de que soñé eso. […]
Martes 4 V 82. […] Para los europeos la guerra es una actividad sagrada; para los argentinos política y distracción trivial.
Son las 7:15, llueve un poco. Entiendo el verdadero sentido del arte de un fotógrafo: captar con toda exactitud eso que está pasando ahora.
Domingo 9 V 82. Salieron algunas cosas sobre Miscast. El crítico del Excélsior ni siquiera sabe cuál es el título de la obra y lo escribe siempre mal, Miscat todas las veces.
Martes 18 V 82. Se mató Fiona en un accidente de auto. Esto me pone tristísimo. ¡Qué cosa más triste! Deja un niño chiquito. Fiona era como Molly Bloom.
La muerte de Fiona me ha producido una depresión profunda. No quiero nunca más salir de mi casa. Todo lo que pasa afuera es horrible. […]
[Miércoles] 19 V 82. Parece ser que faltan unas horas para que se desencadene el ataque frontal inglés. Hay 60 barcos y 37 Harriers además de helicópteros y cuatro submarinos nucleares. Yo creo que lo mejor es ir a dormir, o por lo menos a leer Nostromo. Pero antes de dormir dedico un último pensamiento a mi inolvidable Fiona, hermosa, inteligente, culta y generosa. Adiós, querida.
Jueves 20 V 82. Por la tarde. Las últimas noticias por radio son que la flota inglesa está en posición de ready para invadir las Malvinas. Se espera el asalto de un momento a otro.
Viernes 21. 3:15 p.m. Ya comenzó el ataque inglés. Han desembarcado mil hombres en las islas. Ahora lo importante es que (con ayuda negociada de terroristas irlandeses) estalle la insurrección populista en B.A. El artículo del 1+1 (de su enviado) supone que la situación política interna en Argentina empeora minuto a minuto. […]
[Martes] 25 V 82. Los argentinos parece ser que ya están dando las últimas patadas de ahogado. Todos apoyan a Inglaterra. Los aviadores argentinos están empleando técnica de kamikaze.
Martes 1º de junio de 1982. A los argentinos les están dando hasta por debajo de la lengua. Yo calculo que la debacle se producirá hoy.
Jueves 10 VI 82.
Ayer tuve un día psicológicamente difícil. Estuve buscando entre mis cosas lo que pudiera servirle al bebé. Vi fotos, toqué objetos remotísimos en el tiempo. Objetos que ya había yo olvidado. Dice Paulina que ella cree que ya va a nacer el niño. El hecho es que estoy bastante nervioso. Viene Paulina a decirme que el niño nacerá el 16, Bloomsday, para darme gusto. Dice que ese niño será siempre para darme gusto.
Lunes 14. Mediodía. Se rindieron los argentinos. Más tarde. Todos se cuidan excesivamente de las palabras. “Los comandantes firmaron un cese al fuego.” […]
Miércoles 16. BLOOMSDAY 82. Hoy en la tarde hay un homenaje a Joyce en la facultad. Se me hace que va a estar muy aburrido. […]
Jueves 17. Ya nos vamos al hospital. 10 a.m.
7 p.m. Hoy a la 1 p.m. (mediodía astronómico) nació nuestro niño. Pesó 3 kilos y midió 51 cmts. Todo salió muy bien aunque tuvieron que hacerle cesárea a Paulina. Aquí comienza la última etapa de mi vida. Ojalá y que él sea siempre tan feliz como yo soy ahora. A todos los quiero muchísimo. Bendito seas, hijo adorado.
No estoy muy seguro de merecer esa gran generosidad con que la vida me ha tratado. Para terminarla con el gran proyecto pedagógico que hoy empieza a realizarse. Vi a mi hijito unos instantes a través del vidrio. Era el más fornido de la cuna. Muy robusto, cabezón y bocón. Yo lo vi chato de narices como somos todos los de mi familia, pero eso es una peculiaridad familiar. Tenía los ojos cerrados y parecía estar muy contento dormido, soñando todavía en la tibieza del útero. Tiene mucho pelo y muy largo. El niño ya estaba peinado de raya y muy relamido. Hoy es día de San “Marciano… mal cerradas las heridas que recibió ayer en el tormento…”. Imborrable primer recuerdo de la poesía en labios de mi madre.
Por ahora y durante muchos años, tres o cuatro, el niño pertenece enteramente a su madre.
9:30 p.m. Hablé con Paulina. Ella ya habló con el pediatra. Que el niño está muy bien. Que ya tomó suero, etcétera.
Estuve echando capotazos en el jardín nocturno. Pensando el nombre. Yo creo que hoy es el día más feliz de mi vida; uno de esos días que se repiten cada veinte años.
Viernes 16 VII 82 […] Estuve leyendo la novela de Ibargüengoitia Los pasos de López acerca del cura Hidalgo. Muy buena, pero me temo que ya nunca podrá regresar a México. Ridiculiza a los héroes de la Independencia. Ya terminé de leer Los pasos de López. Muy buena. Tengo que pensar en ella.
Cuando terminan todos los presidentes incurren en una vulgaridad mayor que la que emplean cuando hacen su propaganda electoral.
Jueves 22 VII 82. Hoy en la mañana terminé de leer Nostromo. Espléndido. Ahí está toda la llamada literatura latinoamericana. Todos entraron a saco en ese libro los que sabían inglés y en Tirano Banderas los que no.
Viernes 30 VII 82. En la mañana estuve leyendo Las encantadas, de Melville. Ahora me interesa mucho el mar. A nadie le ha interesado todavía en nuestra lengua. Me gustaría ser el primero que escribiera una novela marina en nuestra lengua, una novela o un relato, como los de Conrad. Pero no sé nada.
Miércoles 1º de IX 82. Hoy se cumplen 6 años de que nos cambiamos a esta casa. La familia ha aumentado.
12:30. Avisan de la Academia que murió Ma. del Carmen Millán.
2:45. Termina el discurso patético y lastimoso del presidente López Portillo. Nacionalizó la Banca y estableció el control de cambio. No le auguro gran cosa al país. Yo creo que no pasa del lunes que se produzca algo interesante. Los bancos estarán cerrados hasta el lunes.
Jueves 2 IX 82. Hoy en la mañana fui a despedirme de mi maestra. La muerte de Ma. del Carmen me ha afectado más de lo que yo pensaba. Puse su foto del día en que entré a la Academia. Ya va a hacer dos años de eso. Anoche estuve muy conmovido por esa pérdida. […]
Martes 7. Día inocuo. Siento como que se están juntando las nubes y que va a haber cosas espectaculares. Yo lo que quisiera es ponerme a escribir, a trabajar en un proyecto verdaderamente artístico. El niño va bien. Todo va bien, menos el país. El nuevo Presidente recibe el mando en circunstancias deplorables. Yo creo que cuando termine de leer Under Western Eyes ya podré escribir nuevamente. Hacía muchísimo tiempo que no leía tanto como he leído en los últimos tres meses o cuatro. Lo que pasa es que se envicia uno con la lectura.
Ayer antes de ir al Colegio Nacional empecé a leer el artículo de Oct. Paz sobre Laurel en que narra su pleito con Neruda. Se lo comenté y él me contó la versión “directa” con los insultos literales. […]
Jueves 9 IX 82. Día inocuo. Por la mañana tratando de leer Under Western Eyes. Luego vino Ofelia Medina de visita. Me quitó mucho tiempo de lectura. Es una novela rusa escrita por un polaco que piensa en francés y escribe en inglés. No puede uno perderse nada porque combina las excelencias literarias de todas estas lenguas en un lenguaje espléndido, artificial, potentísimo. Mandé componer mi rifle.
Miércoles 15. Hoy finalmente empecé a escribir lo de Elsinore. Lo haré con un programa dos páginas de mi cuaderno de borrador cada día. Creo que ahora soy más profundo que antes. Hace mucho que no escribía desde adentro. Tal vez consiga un ritmo de narración mejor que antes. Ponen canciones de Agustín Lara con Beatriz Ramos. Discos de los años 30.
Sábado 18 IX 82. Bon jour, tristesse. En fin. Estoy un poco desencantado de mi vida pasada. Ahora tengo que vivir la vida íntima, interior de la memoria. Apenas tengo vida para hacer un repaso bastante sumario de lo ya vivido. Como que desde el punto de vista literario ya no me esperan grandes cosas. No creo poder llegar nunca a las alturas de Conrad o de Joyce. Tampoco tengo prisa. Quisiera tener el propósito sostenido y la paz del espíritu para trabajar mucho en una sola cosa.
Sábado 25 IX 82. Hoy en la mañana estuve tirando.
Con balas alemanas 5/5; con balas mexicanas 2/5 mando más. Las balas alemanas cuestan 1 peso, las mexicanas 50 centavos.
En la noche. Hoy no avancé nada en mi escrito. Es a causa del rifle. Debo imponerme un límite: no más de 25 tiros diarios y acumulables los días que no tire tiros.
14 XII 82. Hoy en la clase me pasó una cosa fantástica que tengo que registrar y comentar más adelante. Hoy expliqué las diferentes teorías de Baudelaire, Rimbaud, Verlaine, Mallarmé, etcétera. Estaba yo explicando la importancia que todos atribuyen a las sensaciones y a sus combinaciones y trastrocamientos cuando, de pronto, se le cayó el punzón a mi alumna ciega que toma notas en braille. Absolutamente nadie se ofreció a levantarlo. Sin dejar de hablar me fui hasta donde había caído y se lo pasé en la mano. Doy gracias a Dios porque me dio, aunque sea una vez en la vida, la bienaventuranza de realizar un acto semejante. ~
(ciudad de México, 1932-2006), ensayista, narrador, poeta y traductor, es un clásico de las letras mexicanas del siglo XX.