Resaca electoral: Facebook

Mi muro que solรญa parecerse a una tarde de domingo entre amigos, con mรบsica y chistes, se ha convertido en esa misma tarde pero durante el aguacero y sin poder salir a comprar mรกs cerveza.
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No sรฉ quรฉ analogรญa usar para definir Facebook, no se me ocurre ninguna imagen que dibuje bien lo que esta plataforma ha significado para muchos de sus usuarios. ¿Se ha preguntado usted cรณmo serรญa la vida sin su muro de Face? La mรญa serรญa mรกs aislada, mรกs fragmentada y menos informada. No estoy diciendo que la vida sin Facebook no sea vida, ni que la aรบn mayoritaria porciรณn de la poblaciรณn mundial que no lo usa carezca de algo esencial para la existencia; lo que digo es que mi vida, la mรญa, sufrirรญa de abstinencia si lo perdiera. Ahรญ es donde veo a mis amigos, donde anuncio los cambios y vaivenes de mi vida, donde me informo y desinformo tambiรฉn. Ahรญ fue donde vivรญ la campaรฑa electoral y las elecciones, no en la calle ni en las plazas a las que fui exitosamente convocada por medio de las propias redes.

Cada vez que escuchรฉ decir que la primavera รกrabe fue posible gracias a las redes sociales pensรฉ que era una exageraciรณn, que las revoluciones se gestaban en las cabezas y en los corazones y no en una plataforma virtual. Ahora, despuรฉs de nuestro proceso electoral, entiendo a quรฉ se refiere esa aseveraciรณn. Las revoluciones y los cambios sociales son, en efecto, producto de la reflexiรณn y la crรญtica humanas, de la organizaciรณn colectiva y la educaciรณn. Las redes son solo herramientas. Sirvieron para comunicar รกgil y prรกcticamente en tiempo real los movimientos del ejรฉrcito y la policรญa en Tรบnez y en Egipto de modo que los manifestantes pudieron a su vez organizarse, protegerse, defenderse mejor. Y tambiรฉn  han servido para pedir y juntar acopio en casos de desastre natural, catรกstrofes o epidemias. Pero ademรกs de facilitar la comunicaciรณn, las redes son formadoras de opiniรณn.

La informaciรณn, buena o mala, verdadera o falsa, bienintencionada o no, es algo a lo que hemos sido cada vez mรกs expuestos. No llegamos al dรญa de la elecciรณn sรณlo con una preferencia electoral sino con un bagage enorme de opiniones, imรกgenes, audios, pruebas de que estamos en lo cierto o de que hemos sido manipulados, mensajes ilustrados o iluminados sobre cada candidato, cada partido polรญtico. En mi muro me enterรฉ de “todo lo que tenรญa que saber” sobre la esposa de Lรณpez Obrador, de lo honorable que fue el papรก de Enrique Peรฑa Nieto, escuchรฉ una conferencia que Josefina Vรกzquez dictรณ hace veinte aรฑos a sus colegas empresarios. Tambiรฉn encontrรฉ todas las encuestas, todos los sondeos, y cada uno me comprobรณ la falsedad y la manipulaciรณn de los demรกs. La demanda de los YoSoy132 de garantizar el derecho a la informaciรณn para todos habla de la importancia que damos a รฉsta para la formaciรณn de opiniones y de lo รบtiles que han sido las redes para esto. Desde hace aรฑos hemos contado con ese espacio inmediato y versรกtil que -en sus propios tรฉrminos- se actualiza permanentemente, de modo que durante la campaรฑa hemos podido pensar colectivamente fenรณmenos tan dispares como la รฉtica laboral de algunos periodistas, la corrupciรณn de medios y gobiernos, la tristรญsima cultura literaria de los candidatos.

Ahora entiendo que mientras los tunecinos usaron las redes para tomar las calles y mantenerse informados en las horas mรกs crudas de la revuelta, nosotros hemos tomado las redes y allรญ hemos librado nuestras mรกs cruentas batallas. En las redes nos hemos enterado de quienes estรกn “allรก afuera” partiรฉndose el rostro por nosotros, muriendo por informar o por defender nuestros derechos. Y en legรญtima solidaridad hemos contribuido a la lucha por el derecho a la informaciรณn y por la libertad de expresiรณn. Yo no creo que eso estรฉ mal: difundir lo que en ocasiones le ha costado la vida al comunicador, difundir lo que los emporios mediรกticos niegan, ignoran o descalifican, difundir ideas y teorรญas. No me burlo del activista cibernรฉtico, no me parece que su labor sea menos importante que la del activista callejero. A veces la misma persona realiza ambos.

Pero no todo en las redes es debate y retroalimentaciรณn positiva, en mi Face hay bandos, siempre hay gente a favor y en contra de lo que se discute, no faltan las acusaciones, hemos llegado a los insultos, una amiga mรญa incluso fue “desamigada” por otros durante la campaรฑa. La descalificaciรณn es tan generalizada como absurda: en estas รบltimas semanas he leรญdo declaraciones altisonantes como que “todos los que votaron por el PRI son unos retrasados mentales” (aun cuando todos tenemos a uno o varios priรญstas en nuestras familias) o “todos los que apoyan a AMLO son unos vรกndalos” o “los YoSoy132 no tienen nada mejor que hacer” (como, por ejemplo, ¿estar de vacaciones? pero los declarantes al parecer piensan que organizar asambleas interuniversitarias es divertidรญsimo). Las acusaciones de anorexia o de violencia domรฉstica o de comunismo a los candidatos fueron tan risibles como agresivas y mรกs que traer informaciรณn al debate abonaron al hartazgo y el desinterรฉs de la mayorรญa.

Aun asรญ, insisto, mi vida sin Face serรญa mรกs aislada y menos informada. Confieso que yo sรญ vivรญ el 2 de julio “cruda”, como si me hubiera ido a reventar docenas de botellas de alcohol y destrozado una cantina. Me despertรฉ con amargura y desรกnimo despuรฉs de semanas de excitaciรณn cibernรฉtica y electoral. Tambiรฉn compartรญ esa cruda, y no fui la รบnica. Veo difรญcil una pronta y definitiva reconciliaciรณn en las redes. Los clivajes que ahรญ se observan son los que se han producido en la vida real. Las divisiones y las discusiones exasperan igual en mi muro que en la calle. No es tan sencillo como “si estรกs harto, desamรญgame”. Mi muro que solรญa parecerse a una tarde de domingo entre amigos, con mรบsica, chistes y conversaciones interesantes, se ha convertido en esa misma tarde pero durante el aguacero y sin poder salir a comprar mรกs cervezas, y estamos ahรญ esperando, con mayor o menor paciencia, a que nuestros diferendos sobre cรณmo hacer frente a la tormenta vuelvan a ser tolerables para todos.

 

 

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Sociรณloga, maestra en Estudios Polรญticos, asesora de desarrollo social y bloguera.


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