Es interesante el balance –creo que muy negativo– que Ricardo Cayuela Gally y Rafael Lemus hicieron de la celebración del bicentenario mexicano (Letras Libres, 114). Sobre todo, porque parece que allí ha sucedido como aquí: mucho preparar, mucho hablar, mucho cargo –¡Felipe González fue nombrado embajador para la celebración de los Bicentenarios de la Independencia de las Repúblicas Iberoamericanas, así, con todas sus letras!– para nada. Es difícil saber si España tenía mucho que celebrar, la verdad, pero, si se puso tanto énfasis y tanto se prometió, algo se podría haber hecho. Pero claro, eso habría significado tener ideas en política exterior. ~
Cincuenta años de el Libro Vacío
En la década de 1950 Josefina Vicens, para mantenerse, diseminaba en la prensa de la capital crónicas taurinas y artículos de análisis político. Sus lectores…
¿Eran recortes o reformas?
En un libro reciente, Why Nations Fail [Por qué las naciones fracasan], Daron Acemoglu y James Robinson tratan de responder a una pregunta endiablada: ¿por qué algunos países son…
Cristina Pacheco, en el lugar del otro
De los casi cincuenta años de labor televisiva y periodística de Cristina Pacheco (1941-2023) queda el legado de su trabajo –marcado por la empatía y la solidaridad– en el que retrató las…
Playlist para “subir” y playlist para “bajar” de un viaje de hongos
Cinco canciones para subir, cinco para bajar y cuáles no funcionan (“malviaje”) en un trip.
RELACIONADAS
NOTAS AL PIE
AUTORES