Ilustración: Martín Elfman

Taxi, guayín, autobús

Un viaje por las palabras que han definido el transporte colectivo: de los taxímetros romanos al correo en el antiguo Imperio germánico, de Tasso a Pascal, del tranvía de mulitas al vehículo familiar.
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El Oxford English Dictionary documenta taxi desde 1907 como abreviación coloquial de taximeter, del francés taximètre. Le Robert historique dice que la palabra fue inventada por Théodore Reinach en 1901, a partir del alemán Taxameter (1890).

Según la Wikipedia en inglés (“Taximeter”), el aparato fue inventado por Friedrich Wilhelm Gustav Bruhn en 1891; y Daimler produjo el primer automóvil con taxímetro en 1897. Pero la Wikipedia en francés (“Taximètre”), que concuerda en lo de Daimler, atribuye el invento al relojero Jean-Eugène Robert-Houdin, y habla de un precedente milenario en Roma. Este dato curioso, que no documenta, aparece también en la Wikipedia en español (“Taxímetro”): “En la antigua Roma, existían taxímetros que funcionaban por medio de un mecanismo solidario con el eje de una carreta que iba liberando pequeñas bolas. Al final del trayecto, el pasajero pagaba en función de las bolas liberadas.”

La princesa Caroline von Thurn und Taxis da otra versión sobre el origen de los taxis a Gerardo Páez, que la entrevistó para la revista Actual (México, febrero de 2004). El patriarca de su familia en el siglo xv fue correo del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (Federico III de Habsburgo) y creador de un sistema de postas que permitía descansar al jinete y el caballo mientras un relevo continuaba con el paquete a su destino, sin perder tiempo. Acabó con un título nobiliario y como fundador de una empresa transportista, porque surgieron clientes espontáneos que pedían ser llevados en el caballo con el correo: usándolo como taxi. Su familia es hoy una de las más ricas de Alemania, pero provenía de Bérgamo, en el norte de Italia, y sus apellidos eran Della Torre e Tasso, que germanizaron como Von Thurn und Taxis. La Wikipedia incluye páginas sobre la dinastía, de la cual forma parte el famoso poeta Torquato Tasso (1544-1595).

En italiano, tasso es el nombre del tejón. Según el Diccionario etimológico comparado de los apellidos españoles, hispanoamericanos y filipinos de Gutierre Tibón, el apellido Tejón existe en español, y nada tiene que ver con Teja, Tejada, Tejeda ni Tejero. Describe el tejón como “pequeño mamífero carnicero, de unos setenta centímetros de largo, que habita en madrigueras profundas”. Significativamente, el estandarte de los Thurn und Taxis tiene como emblema un tejón.

Francisco J. Santamaría (Diccionario de mejicanismos) dice que tejón es el nombre vulgar en México de varias especies distintas, pero con cierto parecido: el tejón, el mapache, el coatí, todos perjudiciales en el campo. Registra tejonear como robar, mostrarse ladino, hábil, taimado.

Francisco Emilio de los Ríos (Nahuatlismos en el habla de La Laguna) dice que mapache viene del náhuatl mápach; y registra el sentido figurado actual: “Como nombre popular se aplica, en forma principal, al militante político que por medios amañados procura acopio de votos.”

Los Thurn und Taxis pasaron del negocio postal al de transporte de pasajeros, las cervecerías y la construcción de castillos. Pero no se les ocurrió el negocio que inventó Blaise Pascal (1623-1662), matemático, físico, pensador religioso e inventor de una máquina de sumar, con la cual quiso hacer dinero, aunque no logró vender más que una (a Cristina de Suecia). En 1662, inventó el transporte público urbano: diligencias que recorrían rutas fijas dentro de la ciudad de París, abordadas por pasajeros que pagaban cinco sols. Como era un carruaje colectivo, fue llamado omnibus (o sea: para todos, en latín).

Los ómnibus de caballos producidos en los Estados Unidos se exportaban a México. Tenían dos estribos, uno de entrada y otro de salida, marcados Way In y Way Out. Concepción Lombardo de Miramón los menciona en sus Memorias (1835-1917) con el nombre de guayín, que parece derivar de Way In. Santamaría documenta este nombre en novelas del siglo XIX.

Nombre que todavía se usa, aunque la diligencia desapareció. Los fabricantes de automóviles lo adoptaron (en femenino, la guayín) para referirse a la station wagon, un automóvil largo para la familia que es al mismo tiempo una camioneta. El espacio de carga no está oculto, sino a la vista, con ventanas adicionales. En ese espacio (que se puede ampliar abatiendo los asientos traseros) pueden ir niños o equipaje o compras. Es una especie de camioneta creada para familias suburbanas más o menos numerosas.

Antes de ser un automóvil familiar, la station wagon de caballos fue algo así como los taxis colectivos de los aeropuertos: una diligencia que, en las estaciones de ferrocarril, daba servicio a los pasajeros que llegaban.

Los carriles de acero mejoraron las rutas fijas de transporte. Permitieron que los ómnibus se transformaran en tranvías, llamados en México “de mulitas”. Bajo “Tranvía de mulitas” puede verse un video en YouTube y numerosas fotografías en Google Imágenes. Curiosamente, la palabra ómnibus, con su sentido original (para todos), reapareció en el llamado tren ómnibus, que la Academia recoge desde 1869 y define como el “tren que lleva vagones de todas clases y para en todas las estaciones” (drae 2014).

La palabra ómnibus se redujo a bus en inglés (el oed lo documenta desde 1832) y se volvió un sufijo para formar el nombre de medios de transporte. En Europa, Airbus es una marca de aviones. En México, Turibús es un servicio de recorridos para turistas. De especial importancia fue el autobús, nombre que funde dos conceptos: vehículo con motor, como el automóvil, y vehículo colectivo, como el ómnibus de caballos. Antonio Machado (Juan de Mairena, 1936) lo explica irónicamente: “El automóvil es un coche semoviente; el ómnibus un coche para todos, sin distinción de clases […] Un autobús pretende ser un coche semoviente para uso de todos. Reparad en la economía del lenguaje y del sentido común en relación con los avances de la democracia.” Luego bromea sobre otra posible etimología: auto-obús: “El obús que se dispara a sí mismo, sin necesidad de artillero.” Puede aplicarse a los autobuses disparados y mortíferos que tantas muertes han causado.

En México, no se usa bus para el autobús de pasajeros, como en otros países de habla española. Se usa camión, que también se usa (como en los demás países) para el vehículo de carga. Camión viene del francés camion y, extrañamente, según Le Robert, era un diminutivo: el nombre de una carreta pequeña de tracción animal para cargas pesadas. ~

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(Monterrey, 1934) es poeta y ensayista.


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