Señor director,
Tengo en mis manos el número más reciente de Letras Libres y me confieso agradablemente sorprendido por su decisión de inaugurar una sección dedicada al reportaje literario. Difícilmente hoy en día el diálogo intercultural podría entenderse sin las ventajas que otorga el testimonio in situ, y una publicación de su magnitud no podía sino erigirse como foro abierto a este tipo de voces.
Espero que el abanico temático de estos reportajes no se limite a la situación latinoamericana contemporánea, sino que atienda problemáticas europeas y asiáticas que merecen igual atención. Por sólo mencionar algunos ejemplos, creo que Letras Libres podría hurgar con profundidad y lucidez en el tema de la cruenta apología nacionalista vasca o, para hacer eco a su reportaje pasado, hacer un retrato agudo de líderes populistas como el cuestionable y vergozante Silvio Berlusconi.
Los felicito y animo en sus intentos por escribir la historia en tiempo real, tarea que exige de la sensibilidad y justeza que su equipo de colaboradores ha demostrado en cada número. –