Ratón con rosas
En la palma de mi mano
cabe este cuadro:
Ratón con rosas,
óleo sobre cobre,
7 x 10 centímetros.
Con esforzada curiosidad
contemplo este milagro
de criaturas que,
sin extrañarse,
se ignoran,
juntas en el capricho
microscópico
de los ojos de Brueghel:
un ratón,
una mariposa,
una procesionaria
y dos rosas cerradas
marchitándose.
Ahí me reconozco
y os reconozco,
porque somos
como una flor sin flor,
un ratón que parece de verdad
en un cuadro de juguete.
~
"Chiuse fuori scuola"
Estas niñas,
las hermanas María y Centa Rossi,
hoy se han quedado fuera de la escuela,
reclusas para siempre y para casi nadie
en el retrato de un pintor lombardo.
La mayor mira con melancolía,
la pequeña sonríe.
Y pienso sin quererlo en multitudes
de parejas de hermanos:
tal vez mi hermano y yo,
o mi otro hermano y yo,
o cualquier paseante
que al avanzar el día
se convierte en hermano de sí mismo,
un extraño con aires de familia,
cada vez más ajeno al niño que sonríe.
Procuro no ver nada
bajo la luz grumosa de este lienzo,
para evitar deciros
que la edad nos instruye en la tristeza.
~
Cenacolo vinciano
Cuando Leonardo patinó este fresco
le procuró la corrupción. Los rostros
y las manos sin voz de los apóstoles,
crispadas de traición o de sorpresa,
se iban deteriorando ante los ojos
serenos de Jesús, casi apagados.
Hoy la restauración de su mirada,
la obscena claridad que contemplamos,
hace aflorar humildemente en Cristo
una sombra de culpa y de vergüenza.
Sabe que nuestro Judas es el tiempo. ~