El Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Consejo Nacional para la Ciencia y la Tecnologรญa (CONACyT) es un programa que desde 1984 fortalece la productividad y la competitividad โsimbolizando el prestigioโ de los acadรฉmicos y dรกndoles dinero.
El SNI jerarquiza a los investigadores en tres niveles. Para ingresar, someten su trabajo y trayectoria al escrutinio de una comisiรณn acadรฉmica que decide quรฉ nivel les corresponde. Quien logra el nivel uno recibe seis salarios mรญnimos al mes; ocho quien logra el nivel dos y catorce (unos 20 mil pesos) quien merece el tres.
Pertenecer al SNI es asunto de ingresos y, desde luego, de estatus: los investigadores ostentan su membresรญa como garantรญa de calidad. Se entiende, pues si por un lado el palmarรฉs inflama el ego, por el otro deriva de la objetividad y seriedad con que las comisiones evaluadoras cumplen su encomienda. Estas comisiones estรกn conformadas por miembros del nivel mรกs alto del SNI adscritos a instituciones de todo el paรญs.
Tiempo despuรฉs de que se creรณ el SNI, la UNAM creรณ su propio programa de estรญmulos, el โPrograma de primas al desempeรฑo del personal acadรฉmico de tiempo completoโ (PRIDE). Tiene cuatro niveles, el mรกs bajo de los cuales aporta el 45% del salario, y el mรกs alto el 105%. Es curioso que los universitarios se adornen con el SNI mรกs que con el PRIDE, quizรกs porque รฉste lo tiene el 95% de su personal acadรฉmico: es mรกs un sobresueldo que un reconocimiento, mรกs un trรกmite que un concurso. Lo que es una pesadilla es que, desde luego, los programas de estรญmulos del CONACyT y de la UNAM no funcionan de manera coordinada, por lo que el acadรฉmico tiene que preparar, cada tanto, dos solicitudes en dos formatos diferentes, en fechas que no coinciden, pero con los mismos papeles y documentos probatorios. La cantidad de horas que se emplean en esos trรกmites, multiplicadas por los miles de investigadores que deben hacerlos, es enorme y costosa.
Otra cosa interesante es la obvia diferencia que hay en los resultados de dos sistemas que tienen el mismo objetivo. En el instituto que mejor conozco (pues es al que pertenezco) habรญa 161 acadรฉmicos que recibรญan primas del PRIDE en 2007, pero sรณlo 83 que merecieron estรญmulos del SNI. Esta diferencia se hace mรกs aguda en los niveles mรกs altos: si segรบn el SNI sรณlo 10 de esos 83 acadรฉmicos merecen su nivel mรกs alto, el PRIDE juzga que hay 36 que merecen el suyo. La diferencia es enorme.
ยฟCรณmo explicarse esto? Una de dos: o el SNI es demasiado estricto o el PRIDE demasiado benรฉvolo. Porque los procedimientos son los mismos y los ejecutan comisiones acadรฉmicas y cientรญficas que evalรบan exactamente a las mismas personas y los mismos logros con los mismos requisitos. Hay sรณlo dos diferencias entre las mediciones del SNI y las del PRIDE: en la UNAM las comisiones no estรกn constituidas necesariamente por los acadรฉmicos con el nivel mรกs alto, mientras que sรญ lo estรกn en el SNI. Y la otra: para merecer el nivel mรกs alto en la UNAM es requisito la โparticipaciรณn institucionalโ, es decir, ser funcionario o pertenecer a una comisiรณn. Puede usted ser la mรกxima autoridad mundial en su ramo, pero si no es usted funcionario o miembro de una comisiรณn, jamรกs podrรก tener el nivel mรกs alto. Y al contrario: si es usted funcionario, por ese solo hecho, ya tiene mรกs mรฉrito que una mรกxima autoridad mundial en su ramo.
Es complicado, porque ser funcionario o miembro de una comisiรณn no depende del acadรฉmico, que fue contratado sรณlo para investigar. Y ser asalariado de la UNAM no implica que se le vaya a requerir formar parte de una comisiรณn ni ser nombrado funcionario: es algo que el acadรฉmico debe lograr por su propio esfuerzo, con su propia pericia y (lo mรกs difรญcil) con reglas que no estรกn escritas en la abundantรญsima legislaciรณn universitaria.
Es un escritor, editorialista y acadรฉmico, especialista en poesรญa mexicana moderna.