Fotografรญas: Kurt Hollander

Ciudad mitad del mundo

La visita al pueblo que conmemora la latitud cero, en el Ecuador, es la excusa que utiliza Hollander para este reportaje a travรฉs del tiempo y las culturas sobre esa desconcertante lรญnea geogrรกfica y la prรณdiga imaginaciรณn que la ha acompaรฑado desde los griegos hasta el presente.
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Aun cuando nunca lo cruzรณ realmente, al matemรกtico griego Pitรกgoras se le atribuye la invenciรณn del ecuador, ya que calculรณ su ubicaciรณn sobre la esfera terrestre mรกs de cuatro siglos antes del nacimiento de Cristo. Aristรณteles, que tampoco puso un pie ahรญ y que, por ende, no sabรญa nada sobre el terreno que abarcaba, se imaginรณ el ecuador, al que llamรณ “Zona Tรณrrida”, como una tierra tan caliente que nadie podrรญa sobrevivir en ese lugar. Para los griegos, el oikoumene, el mundo habitado, mรกs al norte, existรญa en oposiciรณn a una regiรณn ignota llamada las antรญpodas (alter orbis), cuyo acceso estaba bloqueado por el ecuador, una lรญnea imaginaria que solรญa describirse como un anillo de fuego habitado por criaturas mรญticas y que representaba el lรญmite de la imaginaciรณn griega.

Los cartรณgrafos cristianos, que solo estaban familiarizados con un pequeรฑo rincรณn del planeta, trabajaron bajo horizontes religiosos muy estrictos, determinados por la interpretaciรณn de la Biblia que sostenรญa la Iglesia (defensora de la teorรญa de una “Tierra plana”). Los mapas del orbis terrarum (cรญrculo de la tierra) medieval, tambiรฉn conocidos como mapas T y O o T en O, concebidos inicialmente en el siglo vi y que se cuentan entre los primeros mapas cristianos del mundo, comprendรญan รบnicamente el hemisferio norte. En estos mapas, la T representa el ocรฉano Mediterrรกneo, que divide a los tres continentes: Asia, รfrica del Norte y Europa (cada cual habitado por los descendientes de uno de los tres hijos de Noรฉ). Jerusalรฉn solรญa aparecer en el centro del mapa (umbilicus mundi), mientras que el Paraรญso (el Jardรญn del Edรฉn) se dibujaba al este, en Asia, y se ubicaba en la porciรณn superior del mapa. La O es el Ocรฉano que rodea los tres continentes, y que, a su vez, suele describirse circundado por un anillo de fuego.

Para la iglesia catรณlica, el ecuador seรฑalaba la frontera de la civilizaciรณn, mรกs allรก de la cual no podรญa existir ningรบn ser humano (al menos, descendiente de Cristo). En las Instituciones divinas, Lactancio (245-325) se burla de la idea misma de unos habitantes de las antรญpodas “cuyos pasos vayan por encima de sus cabezas”, mientras que otros teรณlogos se mofaban de la nociรณn de un lugar donde la lluvia cayera hacia arriba. En 748, el papa Zacarรญas declarรณ que la idea de que pudiera haber humanos en las antรญpodas, es decir, en el “otro lado” del mundo cristiano, era una herejรญa.

La disputa medieval en torno a la posibilidad de que hubiera gente viviendo mรกs allรก de los fuegos del ecuador aรบn era acalorada en el momento en que Colรณn zarpรณ por primera vez desde Espaรฑa hacia el suroeste, en direcciรณn a “las Indias”. Colรณn, que habรญa visto a los subsaharianos en los puertos portugueses de รfrica Occidental, no estaba de acuerdo con la Iglesia, y afirmaba que la Zona Tรณrrida “no era inhabitable”. Aunque Colรณn nunca cruzรณ realmente el ecuador, sรญ fue mรกs allรก de las fronteras de los mapas europeos cuando sin querer zarpรณ hacia Amรฉrica. Para navegar, Colรณn utilizรณ, entre otros, el imago mundi dibujado por el teรณlogo francรฉs del siglo XV Pierre d’Ailly, uno de los pocos mapas T y O con el norte situado en la parte de arriba. El “descubrimiento” de Amรฉrica por parte de Colรณn ensanchรณ los lรญmites de los horizontes europeos del momento, y el ecuador por fin dejรณ de ser el lรญmite extremo de la humanidad, un infierno geogrรกfico en la Tierra, para convertirse en la parte media del planeta.

La lรญnea del ecuador serpentea a travรฉs de las regiones mรกs exรณticas de la Tierra y representa la mayor concentraciรณn de biodiversidad natural, que abarca las selvas amazรณnicas de Colombia y Brasil, las islas tropicales de Sumatra y Borneo, asรญ como las exuberantes selvas tropicales de Gabรณn, Congo y Zaire. Ademรกs de los ocรฉanos Pacรญfico y Atlรกntico, el ecuador tambiรฉn cruza los mares de las Molucas y de Halmahera, los estrechos de Karimata y Macasar, el lago Victoria y el Golfo de Tomini, y atraviesa catorce paรญses de รfrica, del sureste de Asia y de Amรฉrica. Entre todos estos paรญses, solo uno se nombrรณ a sรญ mismo en honor a la lรญnea: Ecuador.

No es de sorprender que la industria turรญstica de Ecuador gire en torno al ecuador. Las Islas Galรกpagos ecuatorianas (ubicadas a gran distancia de la costa, pero sobre el ecuador) podrรญan ser la atracciรณn principal del paรญs, pero pocos turistas regresan a casa sin haber caminado sobre la lรญnea que se encuentra en Ciudad Mitad del Mundo, un pueblo situado en lo alto de las montaรฑas de los Andes, a unos 14 kilรณmetros de Quito, la capital del paรญs.

El Museo Intiรฑan, que se encuentra en el pueblo, fue ideado para enseรฑar a los turistas las maravillas de Ecuador a travรฉs de un modelo a escala de las Islas Galรกpagos instalado en una fuente y de varias cabaรฑas con exhibiciones sobre los grupos indรญgenas del Amazonas (incluida una serie de pinturas que ilustran paso por paso el proceso para reducir cabezas). No importa quรฉ tan vistosas e informativas sean las exhibiciones, los autobuses repletos de turistas se apiรฑan en el museo para presenciar directamente las “singulares fuerzas que entran en juego” en el ecuador y el hecho de que lo afirmado en el museo puede experimentarse sobre la lรญnea roja que pasa en medio de las atracciones turรญsticas. Los viajeros saltan alegremente sobre la lรญnea de un hemisferio a otro, intentan colocar un huevo verticalmente sobre la cabeza de un clavo (y reciben un certificado si lo logran) o contemplan fascinados cรณmo el agua gira en diferentes direcciones por un desagรผe, dependiendo de quรฉ lado del ecuador se coloque una pila.

Aun cuando suele definirse como una “lรญnea imaginaria”, en el ecuador hay ciertas “fuerzas que entran en juego” que son muy reales y singulares, aunque no sean las que se muestran en el Museo Intiรฑan, pues la lรญnea que se encuentra ahรญ no atina a pasar sobre el verdadero ecuador, que estรก a unos 120 metros.

Debido a que la velocidad de rotaciรณn de la Tierra es de 1,674 km/h. en el ecuador, contra casi cero en los polos, en el ecuador no solo tienen lugar las salidas y las puestas de sol mรกs rรกpidas, sino que ademรกs las fuerzas centrรญfuga e inercial que operan ahรญ son mucho mayores. Juntas, estas fuerzas producen lo que se conoce como el efecto Coriolis, que condiciona en gran medida la direcciรณn de la circulaciรณn atmosfรฉrica, las corrientes oceรกnicas, la trayectoria este-oeste de los huracanes, y el hecho de que los tornados giren en sentidos opuestos a cada lado del ecuador, aunque no son suficientes para alterar el equilibrio de un huevo sobre la cabeza de un clavo ni la espiral de un galรณn de agua en una pila. Las fuerzas centrรญfuga e inercial tambiรฉn permiten el movimiento relativo de todos los objetos (todos, desde las balas de caรฑรณn hasta los misiles) que se levantan lo suficientemente lejos de la superficie terrestre, razรณn por la cual las naves espaciales se lanzan desde puntos que estรฉn lo mรกs cerca posible del ecuador (como el Centro Espacial en la Guyana Francesa): dichas naves ya se estรกn moviendo mรกs rรกpidamente que los objetos situados en otras partes de la Tierra, y esa velocidad extra reduce la cantidad de combustible necesaria para entrar al espacio exterior.

La fuerza centrรญfuga generada en el ecuador por la rรกpida rotaciรณn del planeta es responsable del abultamiento de la Tierra, cuyo diรกmetro en el ecuador es aproximadamente 44 kilรณmetros mรกs grande que en los polos. En lugar de ser esfรฉrica, la Tierra tiene una forma mรกs parecida a un M&M (o, como se afirmara recientemente, a una papa vieja). En consecuencia, una persona que se encuentra de pie en el ecuador estรก 22 kilรณmetros mรกs lejos del centro del planeta, de manera tal que la fuerza gravitacional le afecta menos que en otros puntos de la Tierra (0.5 por ciento menos que en los polos).

Si se considera el abultamiento ecuatorial, el punto mรกs alto del planeta, medido por la distancia respecto del nรบcleo terrestre, no es la punta del monte Everest, sino antes bien la del monte Chimborazo, en Ecuador. El hecho de que haya tantas montaรฑas tan altas a lo largo del ecuador es tambiรฉn producto de la fuerza centrรญfuga extra que ahรญ se registra, responsable de sacar del interior del planeta las rocas fundidas que hacen surgir las montaรฑas. Ademรกs, la cota de nieve perpetua a lo largo del ecuador es mucho mรกs alta que cerca de los polos y, dado que las montaรฑas rara vez se levantan mรกs de 1,500 metros sobre sus propias cumbres nevadas (el hielo es un agente erosivo muy eficaz), la distancia respecto del ecuador es un condicionante significativo de la altura potencial de una montaรฑa.

Los paรญses esparcidos a lo largo del ecuador estรกn salpicados de monumentos que seรฑalan su singular ubicaciรณn (incluida una enorme piedra colocada cerca de un rรญo por Henry Morton Stanley, el explorador galรฉs famoso por pronunciar supuestamente la insรญpida frase “el Dr. Livingstone, supongo” y por ayudar a los belgas a colonizar el Congo, lo que inspirรณ El corazรณn de las tinieblas de Conrad). El monumento mรกs grande del mundo que conmemora esta lรญnea imaginaria, un monumento de 30 metros de altura, hecho de cemento, hierro y piedra, con un globo terrรกqueo de cinco toneladas posado en lo alto, se encuentra en Ecuador, a tan solo 150 metros del Museo Intiรฑan. Dicho monumento, construido en 1982, dio lugar al surgimiento de un diminuto pueblo que imita el estilo colonial espaรฑol, en el que nadie vive realmente (cierra al atardecer) y que estรก repleto tan solo de tiendas de recuerdos que venden sobre todo variedades en miniatura de monumentos al ecuador. Aunque estรก seรฑalado por una larga lรญnea amarilla y lleva grabada en un costado la latitud 00 0’ 0’’, este impresionante monumento estรก dedicado no tanto al ecuador mismo, cuanto al equipo de cientรญficos franceses que llegaron en el siglo XVIII para usar el ecuador como punto para llevar a cabo sus observaciones geodรฉsicas.

Dos equipos cientรญficos fueron enviados desde Francia –uno a Laponia, cerca del Polo Norte, y el otro al Virreinato del Perรบ– para medir la longitud de un grado de latitud. La posibilidad de comparar la longitud de un grado de latitud en el ecuador con la de uno en los polos ayudarรญa a calcular el tamaรฑo exacto de la Tierra, a crear mapas mรกs precisos y, lo que es mรกs importante, a cerrar finalmente un debate en curso en el que los cientรญficos franceses de la รฉpoca mantenรญan que la Tierra se abultaba en los polos, mientras que los cientรญficos ingleses, incluido sir Isaac Newton, sostenรญan que el ensanchamiento se hallaba en el ecuador.

La Misiรณn Geodรฉsica Francesa fue la primera gran incursiรณn cientรญfica en Amรฉrica del Sur. El Virreinato del Perรบ resultรณ elegido porque ahรญ el ecuador se encontraba cerca de una ciudad (Quito) y entre dos cadenas montaรฑosas principales que corren de norte a sur, ofreciendo asรญ un panorama perfecto en el que llevar a cabo cรกlculos geodรฉsicos. El equipo consistรญa de diez renombrados cientรญficos franceses, liderados por un astrรณnomo, matemรกtico y geรณgrafo. A fin de que les fuera permitido llevar a cabo sus experimentos en una colonia espaรฑola, los cientรญficos franceses tuvieron que agregar a su equipo a dos oficiales navales espaรฑoles con especializaciones en geografรญa (que en realidad eran espรญas profesionales).

En 1736, el equipo llegรณ a Quito. Se les uniรณ un cientรญfico y cartรณgrafo ecuatoriano, y levantaron su campamento unos 15 kilรณmetros al norte de la ciudad, en las montaรฑas de los Andes. Las relaciones profesionales colapsaron casi desde el principio, cuando los cientรญficos franceses mรกs experimentados desairaron a los espaรฑoles. Por otra parte, la misiรณn estaba escasamente equipada para las condiciones de altitud y climรกticas de las montaรฑas, y las enfermedades se propagaron con rapidez. Los indรญgenas que vivรญan en la zona robaron las estacas que los cientรญficos usaban como marcadores para calcular las distancias (temerosos de que los europeos estuviesen repartiรฉndose la tierra); ademรกs, los funcionarios locales acusaron al equipo de intentar sustraer artefactos incas y prรกcticamente los corrieron de la ciudad. El cirujano de la misiรณn fue asesinado por una turba enardecida durante un encierro en Cuenca (donde supuestamente estaba involucrado en algรบn negocio turbio), y el dibujante cayรณ enfermo y muriรณ. Cinco aรฑos antes de que el equipo ecuatorial pudiera terminar su tarea, la expediciรณn polar concluyรณ la mediciรณn de un grado de latitud, demostrando concluyentemente que la Tierra se abultaba en el ecuador y recibiendo el aplauso de toda la comunidad cientรญfica europea.

Si bien la Misiรณn Geodรฉsica Francesa en el ecuador contribuyรณ apenas escasamente al avance de la ciencia, su sola presencia asรญ como las ideas y los mรฉtodos cientรญficos que llevรณ al Nuevo Mundo tendrรญan una profunda influencia en la regiรณn. Ademรกs de los aparatos mรกs modernos que empacaron, los franceses trajeron consigo la Ilustraciรณn, una visiรณn del mundo basada en gran medida en la teorรญa y la prรกctica cientรญficas, y que a la larga llevarรญa a la revoluciรณn en Francia y a la independencia en el Nuevo Mundo. Tras haber declarado la independencia respecto de Espaรฑa en 1830, en lugar de llamarse Repรบblica de Quito, como se le habรญa conocido durante siglos, este nuevo paรญs eligiรณ su nombre inspirado en gran parte por la Misiรณn Geodรฉsica Francesa, que siempre se habรญa referido a รฉl como Tierra del Ecuador.

Antes de abandonar el paรญs, la Misiรณn Geodรฉsica Francesa erigiรณ un monumento piramidal a sรญ misma en el lugar donde habรญa trazado por vez primera la lรญnea del ecuador. Puesto que se desatendiรณ la inclusiรณn de los nombres de ambos funcionarios espaรฑoles –un insulto a la Corona espaรฑola, que en represalia ordenรณ la destrucciรณn de la flor de lis colocada sobre la pirรกmide–, el monumento fue abandonado, y se desmoronรณ al paso de los aรฑos. En 1936, para celebrar el bicentenario de la llegada de la Misiรณn Geodรฉsica, se erigiรณ un monumento de piedra coronado por un globo terrรกqueo de latรณn en San Antonio de Pichincha. Cincuenta aรฑos mรกs tarde, ese monumento fue trasladado a un pueblo cercano y reemplazado por el monumento de 30 metros y el globo que se encuentran ahรญ hoy dรญa, flanqueados por bustos de todos los miembros de la Primera Misiรณn Geodรฉsica (espaรฑoles incluidos).

Tanto el gigantesco monumento como el museo dedicado al ecuador equivocaron el lugar de la lรญnea por un amplio margen, mientras que muchas construcciones prehispรกnicas se levantan directamente sobre esta lรญnea que divide la Tierra en dos. Aun cuando los astrรณnomos y matemรกticos europeos que vivรญan lejos del ecuador pudieran calcular su ubicaciรณn cientรญficamente (siempre con un margen significativo de error), quienes vivรญan en la regiรณn eran capaces de seรฑalar con exactitud la posiciรณn del ecuador sin necesidad de dispositivos cientรญficos.

Resulta tan ridรญculo afirmar que Colรณn “descubriรณ” Amรฉrica como decir que los griegos “inventaron” el ecuador. La idea de una zona tรณrrida, de fuego e inhabitable, una teorรญa que existiรณ a lo largo y ancho de la civilizaciรณn europea, con su corolario, la idea de que el ecuador era el infierno en la tierra, habla de ignorancia y miedo, mรกs que de geografรญa y ciencia avanzadas. En cualquier caso, el cรกlculo de la existencia de una lรญnea imaginaria es menos relevante que la creaciรณn de una cultura (que incluye religiรณn, arquitectura y astronomรญa) basada en el ecuador y en los singulares acontecimientos celestes que ahรญ ocurren.

La cultura Quitu-Caranqui no tuvo que “inventar” el ecuador; sabรญa ya muy bien de la singularidad del lugar cuando se asentรณ en la regiรณn montaรฑosa de los Andes, sobre el ecuador. Los incas, que habitaban la regiรณn sur de Cuzco, se dirigieron al norte para invadir la regiรณn ecuatorial en 1489 y, una vez que dominaron a las culturas indรญgenas locales, pusieron manos a la obra para construir en las montaรฑas una serie de pucaraes: enormes estructuras circulares hechas con piedras. Los antropรณlogos ecuatorianos e internacionales piensan que estas construcciones gigantescas, los restos mรกs importantes de los incas dentro de la regiรณn ecuatorial, eran fortificaciones militares. Sin embargo, no todo el mundo estรก tan seguro.

Cristรณbal Cobo, aficionado del vuelo en ala delta, viajaba con frecuencia de su nativo Quito a la cadena montaรฑosa que se encuentra 15 kilรณmetros al norte. Sus vuelos en solitario le proporcionaron una privilegiada vista aรฉrea de la zona, al tiempo que el uso de la tecnologรญa GPS, de Google Earth y de Stellarium le ayudรณ a rastrear la lรญnea ecuatorial a lo largo de toda la regiรณn. Tras cartografiar construcciones indรญgenas conocidas en el รกrea, Cobo comenzรณ a usar Autocad y otros sofisticados programas de imรกgenes tridimensionales para proyectar lรญneas desde Catequilla, sede de una gran estructura circular, hacia las colinas circundantes, lo que lo llevรณ al descubrimiento de varios sitios arqueolรณgicos hasta ahora desconocidos. De acuerdo con un mapa que Cobo diseรฑรณ, Catequilla es el centro de una serie de 13 construcciones prehispรกnicas, todas ellas alineadas a lo largo de las principales lรญneas geogrรกficas y celestes y, por ende, todas en perfecta relaciรณn geomรฉtrica con el ecuador.

Cobo, astrรณnomo, antropรณlogo y geรณgrafo autodidacta ecuatoriano, llegรณ a la conclusiรณn de que estas construcciones circulares no eran fuertes (que, por lo demรกs, estaban demasiado lejos de cualquier centro urbano como para servir de mucha protecciรณn), sino que de hecho tenรญan un propรณsito celeste. Los incas estaban al tanto de la existencia del ecuador gracias a los informes de viajeros que habรญan visto su sombra desaparecer durante los equinoccios. Mรกs que solo belicistas imperiales, los incas eran ademรกs hijos del Sol (su principal deidad) y รกvidos observadores de las estrellas. Segรบn Cobo, los diversos pucaraes ubicados sobre el ecuador, alineados con los principales cuerpos celestes, eran muy probablemente observatorios desde los cuales mirar las estrellas y trazar el movimiento del Sol.

La construcciรณn de Catequilla, un arco de piedra de aproximadamente 70 metros de diรกmetro y 1.80 metros de altura, estรก ubicada entre dos cadenas montaรฑosas y, puesto que se trata del รบnico plano elevado localizado directamente sobre el ecuador, proporciona una vista despejada de 3600. Desde este punto singular y privilegiado, los sitios arqueolรณgicos mรกs importantes de la regiรณn, asรญ como las constelaciones del sur y del norte, son visibles a simple vista. De acuerdo con Cobo, el arco de Catequilla fue construido siguiendo el trayecto del Sol sobre el ecuador, ya que el extremo de un muro recibe la salida del Sol durante el solsticio de invierno, mientras que el otro recibe la puesta del Sol durante el solsticio de verano: un ejemplo perfecto de la arquitectura astral indรญgena.

Como fruto de estas ideas, Cobo creรณ recientemente el Proyecto Quitsato, “un estudio multidisciplinario de arqueologรญa y astronomรญa diseรฑado para dar cuenta de la interpretaciรณn correcta del significado y funciรณn de los contextos culturales prehispรกnicos que existen en los Andes ecuatoriales”. Como parte de su proyecto construyรณ un reloj de sol gigante (el รบnico objeto sobre el ecuador hecho por el hombre que puede ser visto desde el espacio), localizado exactamente sobre el ecuador (que estรก a unos minutos en auto de la casa de Cobo, la Hacienda de Guachalรก, el mismรญsimo lugar en que residiรณ la Misiรณn Geodรฉsica Francesa mientras estuvo en Ecuador). Las lรญneas de piedras blancas que corren desde el tubo gigante que estรก en medio sirven como calendario, como reloj y como brรบjula. Durante solo unos segundos, dos veces al aรฑo, el Sol, que al mediodรญa de los equinoccios se ubica directamente por encima, ilumina el espejo al fondo del enorme tubo, ilustrando la perfecta centralidad del ecuador en relaciรณn al trayecto solar.

Aunque Cobo utiliza los dispositivos de rastreo por satรฉlite mรกs modernos, asรญ como sofisticados programas de computaciรณn para trazar sus mapas de la astroarquitectura indรญgena, no se fรญa de los mรฉtodos y perspectivas cientรญficos europeos que han acompaรฑado al colonialismo en su diseminaciรณn sobre el planeta. La Misiรณn Geodรฉsica Francesa, equipada con los aparatos y teorรญas mรกs recientes, no solo fue incapaz de calcular con precisiรณn la ubicaciรณn de la lรญnea del ecuador, sino que su cultura ilustrada, basada en la ciencia, finalmente acabรณ por generar sistemas mรกs eficientes para explotar el Nuevo Mundo.

En particular, a Cobo le genera problemas la direcciรณn que la cartografรญa ha tomado. Desde que Ptolomeo dibujara el primer mapa del mundo en el aรฑo 150, con el norte firmemente colocado en la parte de arriba, esta orientaciรณn se convirtiรณ en la orientaciรณn estรกndar para todos los mapas alrededor del mundo. La posiciรณn predominante del norte en los mapas proviene del uso de Polaris, tambiรฉn llamada Estrella Polar, como la luz que guiaba a los navegantes. Sin embargo, Polaris, lo mismo que cualquier otra estrella, no es un punto fijo. Dado que la Tierra se ensancha en el ecuador, y dado que la atracciรณn gravitacional del Sol y la Luna afectan a esta zona mรกs que a cualquier otra sobre el planeta, la rotaciรณn de la Tierra resulta un movimiento en verdad parecido al de un trompo tambaleante. Este tambaleo, conocido por los astrรณnomos como la precesiรณn del ecuador, representa un desplazamiento cรญclico de la orientaciรณn del eje terrestre y provoca que las estrellas parezcan migrar a travรฉs del cielo a un ritmo de casi un grado cada 72 aรฑos. Este desplazamiento gradual significa que Polaris, a la larga, dejarรก de ser vista como la Estrella Polar, y que los navegantes deberรกn orientarse por otros medios.

Para Cobo, el punto mรกs fijo que uno puede utilizar para orientarse en el mundo es el Sol, que sale por el Este sobre el ecuador. La palabra misma, orientaciรณn, viene del tรฉrmino latino oriens, que significa Este o salida del Sol. Desorientar significa perder la direcciรณn, perder el camino o, literalmente, perder el Oriente. En la cultura occidental, el Norte se usa para determinar todas las demรกs direcciones y, sin embargo, el origen de la palabra misma viene del prefijo protoindoeuropeo ner-, que significa abajo o debajo, pero tambiรฉn izquierda, y era usado comรบnmente como “a la izquierda, frente al sol saliente”. Asรญ pues, con el fin de determinar el Norte, es necesario saber en quรฉ direcciรณn se encuentra el Este.

En 1569, el belga Gerhard Mercator, primero en producir en masa globos terrรกqueos y celestes, ideรณ un sistema para proyectar la Tierra redonda sobre el rectรกngulo plano de un mapa. Su “descripciรณn nueva y aumentada de la Tierra, corregida para el uso de navegantes” hizo que la Tierra tuviese la misma anchura en el ecuador y en los polos, distorsionando asรญ el tamaรฑo de los continentes. Si bien Mercator creรณ su proyecciรณn (aรบn utilizada hoy dรญa en la mayorรญa de los mapas mundiales) para los propรณsitos de la navegaciรณn, sus mapas condujeron a una autopercepciรณn engrandecida de los paรญses del norte, ubicados en la parte de arriba del mapa, al tiempo que disminuyรณ la apreciaciรณn de tamaรฑo e importancia del hemisferio sur.

La posiciรณn del hemisferio norte por encima del hemisferio sur, y la distorsiรณn de su verdadero tamaรฑo en la mayorรญa de los mapas, ha dividido el globo terrรกqueo en oposiciones binarias simplistas, como primer/tercer mundo, civilizado/primitivo y paรญses desarrollados/subdesarrollados. De hecho, tendrรญa mucho mรกs sentido dividir el mundo en las zonas templada, tรณrrida y frรญgida de Aristรณteles, pues no es el hemisferio sur el que alberga la mayor concentraciรณn de pobreza, sino mรกs bien la regiรณn ecuatorial.

Desde un principio, mรกs que representaciones del mundo fรญsico, los mapas han sido proyecciones del egocentrismo del ser humano respecto del espacio que lo rodea, muchas veces influenciadas por intereses imperiales o religiosos encaminados a respaldar la posiciรณn o la visiรณn del mundo privilegiada de cierta cultura o naciรณn. Cobo piensa que muchas de las jerarquรญas geopolรญticas, ideolรณgicas y econรณmicas que conforman inconscientemente nuestra visiรณn del mundo desaparecerรญan si el globo terrรกqueo se colocara de lado y todos los mapas se rotaran 90 grados en sentido contrario a las manecillas del reloj, reposicionando de esta manera el Este en la parte superior del mundo, con el Norte y el Sur desplegados por igual a cada lado del ecuador.

Aunque es cierto que desde el espacio estos puntos no existen, sobre la Tierra el Este es nuestra orientaciรณn mรกs universal. Uno pierde de vista el hemisferio celeste del Sur cuando mira al Norte, y solo observando hacia el Este es posible ver tanto las constelaciones del Norte como las constelaciones del Sur simultรกneamente, conforme las estrellas pasan por encima. Mientras nuestro planeta se precipita a travรฉs del espacio, revolviรฉndose sobre su eje, el viento, el Sol y las estrellas, pero tambiรฉn el tiempo y el futuro, se nos acercan desde el Este. En ningรบn lugar puede alguien apreciar el movimiento del Sol y las estrellas o comprender su lugar en el universo tan bien como cuando mira hacia el Este estando de pie sobre la lรญnea que envuelve la parte media de la Tierra.~

Traducciรณn de Marianela Santoveรฑa.

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es escritor y fotรณgrafo. Originario de Nueva York, viviรณ mรกs de 20 aรฑos en la Ciudad de Mรฉxico. Es autor de Desde las entraรฑas (Turner, 2023) y Maneras de morir en Mรฉxico (Trilce, 2015), entre otros libros. Es guionista y director del largometraje Carambola (Mรฉxico, 2005).


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