Señor director:
Felicitaciones a Joseph Hodara por el ensayo que acabo de leer a través de vuestras páginas de internet. Él explica con pormenorizada información las angustias que muy pocos osan confesar. El dilema de Israel es diabólico: si Irán destruye con armas atómicas centros neurálgicos de este país, esto significará no sólo la liquidación física de buena parte de la población, sino la muerte del sionismo por propia mano, pues habría animado la aglomeración de los judíos en una estrecha y vulnerable geografía. Y si Israel se anticipa desmantelando los reactores iraníes que se levantan en ciudades densamente pobladas, la masacre se traducirá en el imaginario musulmán con imágenes y odio similares a los que suscitó la muerte de Jesús en el imaginario cristiano y occidental. La única solución –que Hodara sugiere– es un entendimiento lúcido en el Medio Oriente. Por infortunio, en las presentes circunstancias parece improbable. ~