De manera harto misteriosa, en el artículo de Lelia Driben “Plataforma 2006” del número de enero, apareció un párrafo final que todos en la redacción estamos seguros de haber suprimido por ser un resto de una versión previa del mismo texto. La nota debería haber terminado en: “… es una sierra que amputa lo que toca, y obtiene enormes plusvalías con la anuencia inescrupulosa y especulativa del poder.” Nos disculpamos sentidamente con Lelia y los lectores. Por lo pronto, ya mandamos a exorcizar las computadoras y a los señores Enrigue y Puig. ~
La maraca afrodisiaca
Cantar el ardiente beso, liriquear el divino labio de coral, entonar la loa del intercambio de néctar divino (o sea: saliva) fue metonimia socialmente tolerada de lo que los clásicos llamaban…
George Meredith: el fin del amor moderno
Aunque fue un novelista de segunda, triunfó como poeta gracias a Modern love, un libro que escandalizó a la sociedad de su época no por su tema adúltero sino por la crudeza con la que Meredith…
Concurso de cuento temático: La fiesta del sábado
La tercera entrega del concurso de cuento temático sobre la vuelta al terruño. Mándenos su cuento.
Siete tesis erróneas sobre don Samuel
TESIS N° 1 "Él y sólo él es responsable de todo, para bien y para mal". Hay que tomarlo al pie de la letra cuando dice: "Yo soy el producto de un…
RELACIONADAS
NOTAS AL PIE
AUTORES