LAREDO, TEXAS PRINCIPIOS DE OCTUBRE.
De
parecer que estamos listos, parecemos, y a fin de empezar la
aventura: rodar un largometraje mexicano cuya casi enteridad
transcurre en los Estados Unidos de Amรฉrica. Un poco es como
si fuรฉramos un crew
vietnamita a las puertas de China, un equipo polaco a punto de
ingresar a Rusia, con cรกmaras.
Somos
dieciocho. El director, una actriz y dos actores, un director de
fotografรญa, una script-girl,
el director de sonido, una directora de arte, una directora de
vestuario, dos directores asistentes, dos productores, el primer
asistente de cรกmara, un key-grip,
un gaffer, un
loader y el
guionista, que soy yo. Somos catorce mexicanos y una argentina, una
hรบngara, un italocolombiano y un espaรฑol. Un crew.
Yo, que siempre he sido solitario, me hallo un poco confuso, aunque
tambiรฉn muy entusiasmado. Sรฉ que va a ser difรญcil,
que me va a ser difรญcil. Espero que vaya a ser un viaje
profundo, divertido, nuevo, alerta. Por lo menos, como me dice el
director, significa salir todos de nuestras zonas de confort:
la cama de uno, el baรฑo de uno, el juguito de naranja, los
taquitos, el cine. Hay dos miembros del crew
que nunca han salido de Mรฉxico; otros dos mรกs nunca han
ido a los Estados Unidos de Amรฉrica. Catorce de nosotros nunca
hemos hecho un largometraje. Ninguno hemos cruzado Estados Unidos en
coche hasta el Continentโs
End del poema, described
& decried por Robinson Jeffers. Sabemos que podemos
fracasar, que el camino guarda sus peligros y su enseรฑanza y,
como querรญan los chinos, que el viajero no debe pretender
mostrarse demasiado alto.
La
pelรญcula trata de tres mexicanos (dos hombres y una mujer) que
estรกn como muertos en Mรฉxico; deciden ir a Real de
Catorce; de allรญ a Nueva York, y, ya allรก, cruzar hasta
California, hastiados como estรกn de sus vidas en su propio
paรญs. Y de lo que les pasa en el camino. โQuรฉ
raro que tรบ, que no sabes manejar, hayas escrito un road
movie, me dice un conocido. Es por amistad.
Vamos
arecorrer, de acuerdo con el guiรณn, diecinueve estados (y un
distrito sin representaciรณn): Tejas, Luisiana, Misisipi,
Alabama, Tenesรญ, Virginia, Washington dc, Maryland,
Pensilvania, Nueva Jersey, Nueva York, Nueva Jersey y Pensilvania de
regreso, Ohio, Indiana, Illinois, Misuri, Kansas, Colorado, Utah,
Arizona y California. Vamos en una van
dorada, una pick-up
con placas de Tejas, que lleva el lowboy
donde va amarrado el Mercedes
Benz verde, 1975, que es un actor mรกs, un jeep
negro que atrรกs dice โNamastรฉโ y trae placas del
Distrito, y un camiรณn rentado en Laredo mismo, donde va el
equipo, tambiรฉn rentado.
LAREDO, TEJAS, 11 DE OCTUBRE.
De
dรญa se descubre la vastedad, de noche el vacรญo.
SABINAS,
TEJAS, 12 DE OCTUBRE.
Uno
escoge; o no. El director sin duda es una especie de mezcla entre
Frodo Bolsรณn, de la Comarca, Aragorn, hijo de Arathorn en el
Norte y Gandalf, llegado a la Tierra Media al mismo tiempo que los
reyes de Nรบmenor, que despuรฉs dijeron Westernesse.
Tiene una misiรณn, guarda una misiรณn. Y cada uno de los
que vamos con รฉl desempeรฑamos una funciรณn que en
cierto sentido nos acerca a tal o cual personaje de El
Seรฑor de los Anillos (el libro, no la pelรญcula);
hay uno que es como Samsagaz, otro como Legolas, el elfo, otro como
Gimlin hijo de Glรณin, el enano, otro como Boromir, orgulloso y
pronto a la ofensa. Pero todos, creo, estamos decididos a, sin
importar el โrolโ que โjuegueโ (porque quรฉ mal habla
uno luego), โque juรฉguemosโ, hacer todo lo posible y dar
no sรณlo nuestro mejor esfuerzo en aras del proyecto, sino ver
a quรฉ clase de lรญmite se puede llegar, y cรณmo.
CONCAN
CAVE, TEJAS, 12 DE OCTUBRE.
Cuando
escribรญ la secuencia en la cual los tres enamorados van a ver
salir las criaturas vespernales pensรฉ en muchas cosas: en el
nรบmero de los animales (Artibeus
brasiliensis, se llama), en cรณmo se recortarรญan
los miles de quirรณpteros contra el cielo del atardecer. Es un
espectรกculo imponente, que incluso registran los satรฉlites;
los aviones supersรณnicos de la base cercana deben evitar
cuidadosamente la entrada y la salida de los murciรฉlagos. No
pensรฉ en el olor de los animales (de hecho esta cueva fue una
de las primeras minas de guano, cuando Tejas aรบn era mexicano
โnuestro Texasโ; las tierras de no sรฉ cuรกl duque
inglรฉs dieron, el primer aรฑo del uso del fertilizante,
doble medida). El hecho es que nomรกs comenzar a salir los
murciรฉlagos, una peste, una verdadera peste, nos envolviรณ.
Y antes todo habรญa olido a pinos y hierbas.
Salen
los miles y miles y miles de murciรฉlagos, hacia los campos del
valle; los halcones de Robinson Jeffers los esperan planeando en las
alturas y de pronto descienden entre la rรญa de criaturas y
atrapan uno y se van.
VICTORIA,
TEJAS, 13 DE OCTUBRE.
Toque
de queda en un motel junto a la vรญa del tren; raids
policiacos; es el tren que viene de Mรฉxico y, como ha de
atenuar su marcha para cruzar el poblado, es un buen lugar para
apearse y perderse en la noche de Tejas y, ya, estar del otro lado.
Antes, en la tienda pobretona, a buscar cigarros y cervezas: Planning
to go out tonight?, una pregunta en un cartel con una
patrulla blanca de luces encendidas y un policรญa anglosajรณn
y uno afroamericano; y la respuesta: So
are we.
HOUSTON,
TEJAS, 14 DE OCTUBRE.
ยฟSon
la fotografรญa y el cine artes del Enemigo? La pregunta merece
plantearse, y muchos pensadores lo han hecho; no es mera retรณrica,
ni tampoco estรก allรญ para ser negada, ignorada. Yo
creerรญa que no, aunque lo parecen. Es curioso que una de estas
artes sea โpura verdadโ y el otro โpura mentiraโ. Lo que es
cierto es que la fotografรญa devorรณ a la pintura
mientras la arrinconaba en las mรกrgenes y el cine sigue
deglutiendo al teatro, y ยฟquรฉ arte era el fundamento
del teatro y de la pintura? La poesรญa. A la poesรญa la
mataron entre los dos, cรณmplice y calladamente. Ah, entonces
hubo un asesinatoโฆ
Hay
algo de raro en el cine, creyรณ el antiguo estudiante de cine
James Douglas Morrison, quien dejรณ en su libro The
Lords algunas de las observaciones mรกs pertinentes
que haya yo leรญdo acerca del cine; pueden competir con Bresson
en concisiรณn.
Y
sin embargoโฆ
MรS ALLร DE HOUSTON, TEJAS, 15 DE OCTUBRE.
Un
restaurante mexicano que es ademรกs estaciรณn de
Greyhound (van
desde las Carolinas hasta Querรฉtaro) mejora nuestro รกnimo
muchรญsimo: hay tacos de carnitas y de suadero, frijoles,
chiles rellenos, aguas frescas, licuados, chaparritas (de El
Naranjo).
PORT
ARTHUR, TEJAS, 16 DE OCTUBRE.
Quรฉ
descubrir, quรฉ nos regala Dios. Un cielo, unas nubes, un
tรญmido sol entre las rafagueadas de lluvia. Muchรญsima
lluvia. De aquรญ eran Janis Joplin y los hermanos Winter.
De
pronto siento una comezรณn muy fuerte, que comienza en el
cuello y se extiende al pecho, los brazos, los pies; y aunque la
directora de arte me da un antihistamรญnico, luego se me
dificulta respirar (ยกhay que sacarlo de aquรญ!), pero lo
que mรกs me preocupa es que, en el camino de regreso a la parte
habitada de Port Arthur, comienzo a no entender las palabras que me
dicen y a no saber quiรฉn me las dice. Estรกn
preocupados, pero disimulan. Nos alejamos de las refinerรญas y
de los columpios en ese barrio afroamericano plagado de templos de
muy distintas denominaciones y letreros que dicen Poisonous
Water. Do not drink.
Por
la tormenta se pierde el camiรณn. Ninguno de los que van en รฉl,
con su salsa โCholulaโ y sus pork
skins, habla inglรฉs. Gracias a Dios, a pesar de la
tormenta (en Houston murieron lamentablemente un anciano, una madre y
su hija ese dรญa por la lluvia) llegan, espantados y con alivio
tambiรฉn, pero espantados. A partir de ahora alguien que hable
inglรฉs deberรก ir en cada uno de los coches de la
caravana.
Al
dรญa siguiente la directora de arte (que estudiรณ
medicina en Budapest) me dice tranquilamente que si hubiera yo tenido
problemas para respirar, me habrรญa tenido que abrir un agujero
en la trรกquea, con una tijera.
Yo
no estaba allรญ cuando el cortรฉs agente de Homeland
Security fue a preguntarle al crew
que quรฉ hacรญan allรญ y a decirles que tenรญan
unas pocas horas mรกs para filmar, porque ponรญan
nerviosa a la gente de las refinerรญas y que รฉl estaba a
nuestras รณrdenes, pero que entendiรฉramos que era un
รกrea estratรฉgica.
CERCA
DE SULPHER, TEJAS, YENDO A BATON ROUGE, LUISIANA, 16 DE OCTUBRE.
En
Luisiana no son condados, sino parroquias. Pantanos, increรญbles,
y donde hay terreno firme, espectaculares que prometen ganancias en
los casinos. En Tejas no se puede jugar.
NUEVA ORLEANS, LUISIANA, 17 DE OCTUBRE.
Estamos
hospedados en el Vieux Carrรฉ,
en la Rue Dauphine, a dos cuadras de la catedral de San Luis, Rey de
Francia, quien, al acercarse con sus tropas a Sidรณn (aรฑo
1253), vio a los cruzados muertos bajo las murallas; y como nadie
quisiera arrostrar el entierro de estos cadรกveres en
descomposiciรณn, tomรณ sobre sรญ la ingrata tarea,
un deber cristiano, despuรฉs de todo, y con su ejemplo logrรณ
que algunos de los pares y de los barones y los padres y los soldados
lo secundaran.
Tell
people itโs safe now, me
dice un chavo afroamericano encantador. Muchรญsimos mexicanos,
plantando palmeras, arreglando los camellones, picando piedra.
Una
camiseta: New Orleans. Est.
1718. Re-established 8-29-05. Un libro de imรกgenes:
Katrina. The One We Feared.
08/29/2005.
Cruzar
el Misisipi es muy emocionante: hubimos de hacerlo muchas veces, para
filmar a los actores en el carro. La repeticiรณn. Es algo en lo
que pienso. Pero no logro aรบn descubrir quรฉ. Habรญa
trรกfico, trรกfico de maรฑana; en las noticias se
referรญa el descubrimiento del cuerpo de un hombre que habรญa
saltado de la azotea del hotel Omni la noche anterior. Una historia
escalofriante; en los bolsillos del suicida encontraron una nota en
la que explicaba que habรญa destazado a su novia y la habรญa
cocinado (aunque no comido) y que en la calle Rampart, in
their one-bedroom apartment over a French Quarter Voodoo-shop,
hallarรญa la policรญa los restos de la desdichada mujer,
en el horno y el refrigerador. Dos cosas me llamaron mucho la
atenciรณn: una, que ambos eran sobrevivientes de Katrina, de
los que nunca abandonaron la ciudad ni en el peor momento: la otra es
que รฉl se suicidรณ porque no sentรญa remordimiento
alguno al asesinar a su novia, ni al descuartizarla y, por lo tanto,
concluyendo que era un monstruo, se quitรณ la vida.
LA
DEVASTACIรN, SAINT BERNARD’S PARISH,
NUEVA
ORLEANS, 18 DE OCTUBRE.
ยฟQuรฉ
se puede decir de un lugar donde murieron tantas y tantas personas y
donde miles y miles perdieron todo lo que tenรญan: su ropa, sus
juguetes, su templo, su mรกquina para hacer abdominales, su
computadora, su recuerdo, su familia? Decir, no se puede decir nada.
Se puede llorar, se puede orar, se puede callar. Ya es uno un
testigo.
Y
las โtemibles cรกmaras de aceroโ que todo lo registran.
Menos a unas voluntarias metodistas que llevaron de comer a todo el
crew, lunch-bags,
conmoviรฉndonos hasta las raรญces.
CEMENTERIO
DE METAIRIE, NUEVA ORLEANS,
19
DE OCTUBRE.
El
cementerio limpรญsimo, cuidado, despuรฉs de la marea de
lodo y trozos y ramas. Se filmรณ con muchรญsimo respeto,
como es natural. Habรญa una encargada de relaciones y permisos,
una mujer muy agradable, con la que desayunรฉ sentado a la vera
de una tumba de mรกrmol, mientras iba saliendo el sol, y
hablรกbamos, los muertos lo exigen, de lo divino y de lo
humano. Pero lo que mรกs me sorprendiรณ fue la tranquila
aquiescencia de la gente de un velorio real frente a nosotros, que
รฉramos, por mucho respeto que tuviรฉramos, una molestia;
y nos trataron increรญble, con una cortesรญa callada,
nada hiriente.
Los
nombres de este antiguo camposanto: Casteix, Dumas, Roubion, Viavant,
Sequin, Livandais, Belou. Otra lรกpida conmemoraba vida y
muerte de la seรฑora Erexine Brumfield Rabelais.
MOBILE,
ALABAMA, 19 DE OCTUBRE.
El
cansancio. Las millas. Los errores llegando a las ciudades.
BIRMINGHAM,
ALABAMA, 20 DE OCTUBRE.
Creo
que varios del crew
piensan aquello que escribiรณ alguna vez Josรฉ Fuentes
Mares: โโฆ el vaso de agua con hielo es el gran obstรกculo
para que yo pueda pasar una temporada en los Estados Unidos, paรญs
admirable por tantos conceptos, entre otros porque sus urinarios
huelen a ice cream soda
de vainilla y los ice cream
soda de vainilla a urinarios positivamente deliciososโ
(Nueva guรญa de
descarriados, 1977).
Y
de entre las agudezas mexicanas, Salvador Elizondo, quien describe
asรญ su Museo poรฉtico,
โun instrumento didรกctico ad
usum barbarii (empleo esta designaciรณn en el
sentido por el que con ella se define a quienes no son de nuestra
lengua)โ.
BIRMINGHAM,
ALABAMA, 21 DE OCTUBRE.
โPablito,
los hombres no dormimosโฆ los hombres no comemosโฆโ, me dice el
primer asistente de cรกmara.
ALREDEDORES
DE SYCALAUGA, ALABAMA,
23
DE OCTUBRE.
Nunca
habรญa yo visto un camino tan bonito en toda mi vida, tal vez
con la excepciรณn de ese camino rural morelense que va por
Jumiltepec. Y los nombres: Owaesa, Grace, Garland, Letohatchee,
Wetumpka, Hanover, Coosa.
NASHVILLE,
TENESร, 25 DE OCTUBRE.
La
Biblia de Gedeรณn, en cada cajรณn de cada cuarto, aunque
el hotel sea indio (Ramada, por ejemplo). Puede uno, sea mรญtico
viajante de comercio, trailero, o miembro de un crew,
sin necesidad de llevarla consigo, leer la Escritura, un poco cada
noche o cada maรฑana. Y la profunda sobrenaturalidad del
salmista. We spend our years
as a tale that is told. El salmo 90 del Salterio. The
Bible Belt.
HUNGRY MOTHER PARK, VIRGINIA, 26 DE OCTUBRE.
El
lugar es, nuevamente, muy hermoso. El Gran Espรญritu no querรญa
que llegaran a รฉl. Se llama asรญ por un ataque indio, en
el cual una madre y su hijo al huir se perdieron en los bosques rojos
y los lagos negros de por aquรญ; y sรณlo sobreviviรณ
el niรฑo, cuyas รบnicas palabras, al encontrarlo famรฉlico
otros colonos eran esas: โMadre hambrienta.โ Nosotros tenรญamos
que encontrar, mientras el crew
seguรญa filmando en Nashville, un venado muerto, para la
siguiente secuencia. Una chava muy agradable nos dijo que tal vez su
abuelo tenรญa uno en el cobertizo. Un guardia forestal nos dijo
que hablรกramos al servicio de las carreteras, pues como es
perรญodo de celo, hay mรกs venados atropellados en las
cunetas, y que tal vez ellos nos podrรญan ayudar. Pero no habรญa
reporte de ninguno. La Film
Comission del Estado soberano de Virginia nos dio por fin
un tip. Para
nuestra suerte, que no la del animal, se habรญa abierto la
temporada de caza en Virginia; y, despuรฉs de muchas
averiguaciones, conseguimos el telรฉfono de Danny, el cazador.
Sรญ, รฉl tenรญa un venado muerto, acabado de matar,
la madrugada anterior. Un venado muerto. Fuimos a verlo fuera de los
lรญmites del Hungry Mother Park, nerviosos, como si fuรฉramos
a hacer un shady deal;
allรญ, entre รกrboles y tennis
viejos, llantas, un perro atado, habรญa una de estas
construcciones de madera que sirven de refrigeradores. Habรญa
sangre en la puerta. Nos previno que la escena era fuerte. Dentro
habรญa tres ciervos, dos destazados y una venada, entera. Yo me
hice el valiente, pero la verdad es que siempre que veo sangre me
tiemblan las piernas. Quedamos en un precio, una hora, un lugar. El
crew devoraba ya
millas para llegar, y hacer el shot,
y seguir. Dice Eisenstein esto que recordรฉ: โEl sueรฑo
se ha desarrollado para convertirse en una cosaโฆ difรญcil de
manejar.โ
BLUE
RIDGE PARKWAY, VIRGINIA, 26 DE OCTUBRE.
Esta
niebla, estos riachuelos que golpean en blanco sobre las piedras
negras; a su lado, un arce rojo. รrboles de color borgoรฑa,
solferino, magenta. Troncos negros o blancos de agua. Pienso en los
espรญritus de los guerreros de las Siete Naciones. Pienso en mi
madre. En don Salvador, en el padre Miguel. Seguimos subiendo,
buscando el paraje donde filmar. Estoy triste. La actriz, que es mi
comadre, se da cuenta y sencillamente toca mi brazo con su mano.
La
niebla espesรญsima. Temo que nos desbarranquemos, aunque vamos
a menos de cinco millas por hora, pero el productor es un conductor
excelente. La carretera es sinuosa y serpentina; de pronto hemos
bajado lo suficiente para que la niebla ya se haya levantado.
Llovizna. Un chavo, en un lodge;
va caminando por Virginia, sin otra compaรฑรญa que un
ejemplar de Moby Dick.
WASHINGTON,
DC, 27 DE OCTUBRE.
โYo
adoraba Amรฉrica antes de conocerla. Todo me gustaba: las
costumbres, las pelรญculas, los rascacielos y hasta los
uniformes de los policรญasโฆโ escribiรณ Luis Buรฑuel.
รsta es la ciudad mรกs bonita de Estados Unidos, tal
vez.
WASHINGTON,
DC, 28 DE OCTUBRE.
En
Kramer Books, en el Cรญrculo de Dupont. Hace sol. Veo con deseo
los libros del British Film Institute; luego, un libro de Ray
Bradbury. Me habrรญa gustado tanto que le hubieran dado el
Premio Nobel a Bradbury en lugar de dรกrselo a Pamuk, que es
mรกs joven: todos los Nobel otorgados en Suecia en el 2006
habrรญan sido para los norteamericanos. Me impresionan mucho.
Sus museos. Sus mรกrmoles. Sus letreros. Sus muertos.
Me
doy cuenta de que es una pelรญcula de tesis (Estados Unidos es
Roma) como las que tanto aborrecรญ de adolescente. Pero no, me
digo, el guiรณn es el que tiene las tesis. Y el guiรณn no
es la pelรญcula, como me dijo el director. Y el director es un
hombre mรกs inteligente que yo.
WASHINGTON,
DC, DรA DE TODOS LOS SANTOS.
La
รบnica diferencia que veo entre Roma y los Estados Unidos es
que unos destruyeron el templo; los otros quieren reconstruirlo.
CAMDEN,
NUEVA JERSEY, DรA DE LOS FIELES DIFUNTOS.
El
actor declama unos difรญciles versos sobre la camaraderรญa
de โHojas de hierbaโ de Walt Whitman (We
two boys together clinging, One the other never leaving… power
enjoying โelbows stretching โfingers clutching… Cities
wrenching, ease scoring, statutes mocking, feebleness chasing.
Fullfilling our foray) frente a su tumba, en inglรฉs.
Me dicen que el cuidador por poco y saca los huesos del poeta, de
pura emociรณn.
NUEVA
YORK, 4 DE NOVIEMBRE.
โMarvellous
boyโ, Odysseus says.
โYou
can do what you like with us except make men fight
hungry.
Well…
you could do that too, but…โ
(La
Ilรญada, en versiรณn de Christopher Logue).
NUEVA
YORK, 5 DE NOVIEMBRE.
Y
los que llegan a nosotros y los que se van del grupo. Los que llegan
deben enfrentarse al hecho de que son reciรฉn venidos. Y eso es
duro. Creerรญa que los grupos forjan armaduras de recuerdos
comunes y las usan, y sรณlo mediante el compartir los momentos
que crean la memoria, y sufrirlos, accede uno, aunque no siempre, al
rango de titular. El โnuevoโ debe enfrentar problemas de toda
รญndole y ademรกs hacer bien su trabajo.
NUEVA
YORK, 6 DE NOVIEMBRE.
Un
crew es como un
pelotรณn en tierras ajenas, como un barco en el ajeno mar. Todo
el que te ayuda se convierte en tu amigo y en tu aliado; todo el que
no te ayuda, o te interrumpe, o molesta, es un enemigo jurado de la
consecuciรณn de las cosas que hay que mantener con vida como
crew: el sentido
de la pelรญcula, su realizaciรณn, las pequeรฑas
miserias y glorias de los dรญas ya vividos, y el รกnimo y
el esfuerzo que representarรกn los dรญas que aรบn
faltan para finalizar la pelรญcula; el sacrificio, la
tolerancia, el estado de alerta.
NUEVA
YORK, 7 DE NOVIEMBRE.
Algo
que me llamรณ poderosamente la atenciรณn: los jรณvenes
exilados mexicanos, gente de muchรญsimo talento, decididos a
todo. Y los mixtecos que en sus bicicletas suben por las avenidas, ya
tarde por la noche.
NUEVA
YORK, 8 DE NOVIEMBRE.
En
una servilleta en un bar en el Lower East Side: โEl glamour
del cine no es nada. Esperar, estarse, estarse callado, despuรฉs
hablar alto, y cargar la carga. Buscar una silla o un banquito o un
escalรณn o de perdida la caja negra de cantos de plata de los
magazines. Esperar. โBuscar donde sentarse โnos dijo un dรญa
famosamente Alain Robbe-Grilletโ es el hecho mรกs importante
de hacer una pelรญcula.โ El cine presta poder a cosas sin
poder; embellece cosas que no son bellas, entristece otras que no son
tristes. Pero es conmovedor.โ
Todo
medio indie y
medio ravero, pero
diluido. Something wicked
this way it comes.
Nueva
Orleans y Nueva York han sido las รบnicas ciudades en las que
ha habido pleitos, o casi pleitos, de alguien del crew,
en las calles, con homeless,
con turistas borrachos, con gente ociosa.
NUEVA
YORK, 9 DE NOVIEMBRE.
Ciudad
confusa y ordenada, llena, irritada, desplegada, hambrienta, ahรญta,
desesperada, esperanzada, molesta, ruidosa, obligada, rica,
desperdiciada, indolente, pobre, miserable, mรญsera, elegante:
cine, descampado, refugio, muerte, placer, divรกn, tea-room,
sentido, sinsentido, โmariposa equivocadaโ, groserรญa,
hielo, ternura, todo al tiempo, todo como en un intrincado
laboratorio mรกs que en un enclave humano. Es un sรณtano
pestilente y peligroso y un pent-house
de palmeras iluminadas.
Don
Orlando y don Andrรฉs: cubanos, cuidadores del lote de coches
de un extremo de la isla, junto a un hospital cuyos pisos superiores
funcionan como penitenciarรญa: don Orlando es altรญsimo y
serio; don Andrรฉs es una gente menuda, como en El
tambor de hojalata, lleno de humor y de chispa: me contรณ
de una nevada que lo sepultรณ en la calle, riรฉndose a
grandes carcajadas.
CAMBRIDGE,
OHIO, 10 DE NOVIEMBRE.
Un
trayecto larguรญsimo, agotador. Pero tambiรฉn el alivio
de estar de nuevo on the
road. Mapas, gasolineras, redbulls,
รญpodos. A las once y media de la noche estoy tan exhausto que
veo nebulosas visiones de cansancio; y aรบn nos falta pasar
Pittsburgh y su estadio de los Tres Rรญos.
El
crew: ยฟun
pelotรณn?, ยฟun barco?, ยฟuna compaรฑรญa?
No, un equipo de futbol americano, juego que se juega en cada
estaciรณn donde paramos, en lo que se ponen o se quitan los
straps, se baja o
se sube el coche, en lo que se fija la cรกmara, se pone el
maquillaje, se traen los centurys
o las bolsas de arena, o la pizarra de sol, en lo que se decide, se
aguarda, se prueba.
CAMINO
A INDIANรPOLIS, 10 DE NOVIEMBRE.
En
las Crรณnicas marcianas
es particularmente notable el pasaje que se narra cuando las legiones
y los colonos empiezan a ponerle nombres al melancรณlico
paisaje de Marte. Es como aquรญ: todo era indio. Toledo.
Machineburg. Resaca.
Leyendo
un curso de literatura norteamericana, muy interesante (Henry A.
Beers, Initial Studies in
American Letters, Chautauquia Course 1891-1892) doy con
este pasaje: Ohio had been
admitted as a State in 1802… Between 1810 and 1840 the center of
population in the United States had moved from the Potomac to the
neighborhood of Clarcksburg in West Virginia, and the population
itself had increased from seven to seventeen millions… In 1827, the
Indian tribes, numbering now about one hundred and thirty thousand
souls, were moved across the Mississippi.
La
profecรญa Delaware. La profecรญa algonquina. Black Elk.
INDIANรPOLIS,
INDIANA, 11 DE NOVIEMBRE.
Naturalmente
hay disensiones. Hay incluso, nebulosamente, un grupo de inconformes,
que pueden o no convertirse en un partido.
Parecerรญa
que todo dependiera del director, pero existe tambiรฉn lo que
hemos de llamar la naturaleza del proyecto. Y el azar, la
oportunidad, las equivocaciones, los errores. Barcos, quejidos,
chirridos, lรกtigos. Equipos. Estrellas. El personalismo. El
espรญritu de gremio y el espรญritu de sacrificio.
Por
otro lado la ciudad, grande, bonita; hay una especie de รngel
de la Independencia en medio, y se puede caminar el centro muy bien;
tiene tambiรฉn un templo o lodge
masรณnico de rito escocรฉs inmenso. No tan grande como
una catedral, pero grande, sin duda, mรกs que el de Nashville,
allรก en el estado voluntario.
EN
ILLINOIS, 11 DE NOVIEMBRE.
Siempre
pensando en los indios. Releo un libro que habรญa leรญdo
cuando estudiaba en el Recinto, The
Ghost-Dance Religion and the Sioux Outbreak of 1890 de
James Mooney, un libro publicado en 1896, cargado con la tristeza de
los hombres mortales por el recuerdo de una Arcadia o un Anรกhuac
paradisรญacos, colmado con las terribles palabras de los
profetas de las naciones indias y con los hechos tremendos que los
colonos, el ejรฉrcito y el gobierno les inflingieron.
SAN
LUIS MISURI, 11 DE NOVIEMBRE.
Es
Dรญa del Veterano, fiesta que fuera solemnรญsima en Roma.
Hay un desfile en toda ciudad, y todo pueblo, aunque nomรกs
desfilen dos. Todo estรก cerrado. Camino por St. Louis. La
filatelia en la que compro algunas piezas ha de estar tambiรฉn
cerrada. Hace frรญo. Encuentro un lugar para comer, el รบnico
abierto, pena me ha de dar, un Hooters,
que es como una chelerรญa soft-porn.
Pido una Corona y una torta cubana. Al rato, terminado el desfile, se
estacionan fuera las reliquias de la Segunda Guerra Mundial, con las
que cruzaron Europa y vencieron a los nazis: un jeep,
un tanque, dos camiones, un vehรญculo anfibio; y bajan tropa y
oficiales, disfrazados de entonces, a beberse unas cervezas y comer
nachos. No sรฉ si son voluntarios o soldados reales, o una
mezcla, pero entran unos treinta o cuarenta, incluido un almirante, y
entran con sus armas (me imagino que descargadas) y sus cascos. Hay
un cuate idรฉntico a Brad Pitt, civil y joven, que mira con
velada envidia a los uniformados. Su novia, nerviosa. El lugar se
pone interesante.
Pasa
media hora y pasa por la calle una boda, de muy muy jรณvenes,
camino del Capitolio estatal a tomarse fotografรญas; el novio
pide permiso al capitรกn para que la novia y sus damas de honor
se trepen al jeep
militar, para tomarles fotos; y dicho y hecho: la desposada y sus
amigas se suben; y posan con la ametralladora, mientras los soldados,
los pocos peatones, el best
man, toman fotos.
Saliendo
de San Luis, otros nombres de Misuri: Mexico,
Sedalia, Houstonia, Napoleon, Great Lake of the Cherokees, Fort
Osage.
KANSAS
CITY, 12 DE NOVIEMBRE.
Quรฉ
rara ciudad es Kansas, de verdad. No lo digo sino porque es rara.
Verdaderamente no tiene centro, sino el tren, y cada colina es un
centro en sรญ mismo; hay grandรญsimas excavaciones, para
un estadio nuevo y mรกs edificios. La piedra es bellรญsima
y me recuerda un poco, aunque parece mรกs porosa, a la de las
cercanรญas de Oxford. Hay un pueblo espaรฑol de los aรฑos
veinte, el primer mall
abierto en los Estados Unidos, y primer mall
de tema.
Filmamos
en el Liberty Memorial, un inmenso falo, con un hall
dedicado a los hรฉroes y dos torres que contienen banderas
propias y banderas capturadas. Una flama eterna, me imagino, y
veteranos de guardia, y pantallas donde aparecen fotografรญas
de los caรญdos, y placas de mรกrmol. Oh
you know, me dice un tocayo mรญo, condecorado, que
hace guardia: It all started
with an idea.
Camino
de vuelta al estacionamiento que es nuestra โbaseโ; yendo oigo a
un homeless blanco
que me sigue discurrir acerca de lo dura y triste que es la vida.
Recuerdo
a un policรญa aquรญ: alguien lo habรญa llamado (tal
vez los abogados cruzando la carretera) porque llevรกbamos ya
varias horas en ese estacionamiento vacรญo. What
are you people doing here?, preguntรณ con el gesto
clรกsico de quitarse los lentes obscuros y dorados. We
are making a film, officer, le dijimos. Nos mirรณ y
luego dijo: Ok,thatโs none of my business.
Esa escueta claridad. Duda un momento cuando ya va a la patrulla.
Voltea y dice. โWhatโs
the name of the movie? โItโs
called โHopeโ. La palabra vuelve a ejercer su efecto;
el policรญa sonrรญe, y cuando, una hora mรกs tarde,
a ver quรฉ seguรญamos haciendo, llegaron el dueรฑo
del predio y su sobrino, en un coche rojo y malencarado, el tรญtulo
de nuevo cambiรณ la situaciรณn. Venรญan de negro, y
el sobrino me sacaba una cabeza. Venรญan muy enojados. Pero
esta cosa gringa: siempre preguntan, luego obran en consecuencia (y
te pueden dar un balazo o poner una venda). Pero siempre preguntan. Y
el sobrino, un verdadero refrigerador, se calmรณ casi enseguida
al oรญr el nombre de la pelรญcula, y saber que no
estรกbamos filmando su propiedad, sino tan sรณlo la
estรกbamos usando como campamento, y que, ademรกs, ya nos
รญbamos a ir pronto. Y se despidieron ya en otro tono. Hacรญa
sol, un sol de noviembre.
Cazadores
en la carretera: pick-ups
que nos rebasan: en la tina, ciervos muertos. Y los lazos to
support our troops.
TOPEKA,
KANSAS, 13 DE NOVIEMBRE.
Yo
pensaba que los hermanos Coen eran exagerados y que su afรกn
irรณnico rozaba demasiado la caricatura: acabo de salir,
despuรฉs de cenar, del Dennyโs de Topeka (se puede fumar
adentro), y pienso ahora que los Cohen son como Zola o, mรกs
aรบn, como Pรฉrez Galdรณs: de un realismo absoluto,
a ratos insufrible, pero que muestra en cada una de sus facetas la
viva aprehensiรณn de eso que ocurre y que, sin mรกs, es
nuestra no siempre nรญtida realidad: chocante tal vez, bizarre,
pero aรบn asรญ parte, componente, something
to reckon.
CAMINO
DE KANSAS, 14 DE NOVIEMBRE.
Smile!
Your mom chose life (un cartel
cerca de Radium, Ka.).
BIG
BEND, KANSAS, 15 DE NOVIEMBRE.
La
extensiรณn de tierra: el viento, o asรญ siento, aรบn
llora por los indios y los bisontes. Los trenes callan su lamento.
Junto a las vรญas, clavos y otras maravillas oxidadas.
DENVER,
COLORADO, 16 DE NOVIEMBRE.
A
rough smack of resin was in the air, and a crystal mountain purity,
escribe Robert Louis Stevenson en The
Silverado Squatters (que en buen castellano serรญa
โLos paracaidistas de Silveradoโ). Denver es la ciudad mรกs
bonita que he conocido en mi vida y, despuรฉs de la larga
planicie, doy la bienvenida a las montaรฑas. Una expediciรณn
hispanomexicana, que se adentrรณ en el โgran ocรฉano de
hierbaโ de entonces, respirรณ de alivio cuando, despuรฉs
de dรญas sin cuento, encontraron rocas y caรฑadas y
montes.
De
toda la compaรฑรญa, sรณlo tres, y no todo el
tiempo, han rehusado a disfrutar del viaje. Alguno los llamarรญa
patriotas, tal vez. Yo los veo cerrados y veo cรณmo, a medida
que pasa el dรญa, se cierran mรกs sobre sรญ mismos,
para no ver la cortesรญa, ni atender la atenciรณn, ni
dejarse enamorar por el deslumbrante paisaje. De veras que no creo
que sean ya tiempos de Alamรกn, ni de Zavala, ni de Bustamante:
necesitamos puentes, palabras, entendimiento. Por ejemplo, es hermoso
ver crecer, durante el viaje, a los mรกs jรณvenes, y los
mรกs humildes.
VAIL,
COLORADO, 18 DE NOVIEMBRE.
Antes
de Vail, otro lugar: No Name, Colorado. Toda mi infancia soรฑรฉ
venir, pero no รฉramos tan pudientes, ni tan deportistas para
este paraรญso del esquรญ. Pero no soy el mรกs
asombrado, ni el mรกs contento. El key
grip jamรกs habรญa visto nieve en su vida. La
expresiรณn de sus ojos, dijo luego el director, valiรณ
todo el viaje.
MOAB,
UTAH, 19 DE NOVIEMBRE.
Los
rรญos Verde y Colorado. Los caรฑones y desfiladeros. Los
pinos retorcidos por el viento, huellas de pumas y venados y conejos.
รguilas y lagartos. El paisaje es de una belleza que da
serenidad, que presta salud, que hace ver las cosas de manera
distinta.
MEXICAN
HAT, ARIZONA, 21 DE NOVIEMBRE.
โPablito,
el que se rรญe se lleva. Y el que se lleva se aguanta. Y el que
se aguanta, se chinga.โ
Acerca
del albur. Ahora tengo โuna mente mรกs cochambrosaโ que la
de la Celestina. Octavio Paz, al hablar de La
picardรญa mexicana de Armando Jimรฉnez, dice
que es โuna colecciรณn de las fantasรญas y delirios
verbales de los mexicanos, un florilegio de sus picardรญas
imaginariasโ; allรญ iba uno. Una vez, en un viaje tambiรฉn
muy difรญcil, de backpackero en China, hace doce aรฑos,
habรญamos encontrado mi amigo y yo que habรญa dรญas
en que, sรณlo encerrรกndonos en el lenguaje mรกs
abstruso de los barrios de la ciudad de Mรฉxico, podรญamos
sobrevivir en medio del Imperio de En Medio, como si fuera necesario
oponer un delirio verbal, que bien dijo Paz, al delirio de una
civilizaciรณn vasta e incomprensible. No otra cosa harรญan
los hobbits, perdรณn por decirlo: no necesariamente caer en la
groserรญa, pero sรญ en cierta simpleza, mezcla de
aรฑoranzas y de acuerdos, y de bromas insignificantes, pero
comunes.
KAYENTA,
NACIรN NAVAJO, ARIZONA,
22
DE NOVIEMBRE.
Lo
pobres que son los navajo. Es impresionante. El museo del โNavajo
Code Talkโ estรก en un Burger King. Dentro. Una vitrinita.
Necesitamos
filmar un velorio. Por estar en la Naciรณn Navajo pensamos que
los usos y costumbres (y las supersticiones y los gustos) de la gente
allรก no nos permitirรญan hacerlo, mรกs que en
condiciones muy difรญciles. Y es verdad: la mayorรญa se
niega, cortรฉsmente. Pero de pronto la productora conoce en un
restaurancito a una chava que atiende y que nos dice que sรญ,
que no hay problema, y allรก vamos, con dos actores mรกs,
llegados por la noche, por el monte, hasta una casa, donde nos
esperan seรฑoras vestidas de pants
y niรฑos y un hombre, y nos dejan hacer y deshacer como
queramos, mientras ellas se rรญen de nosotros y de nuestros
apuros. Compartimos papitas y refrescos.
En
la novela Los perros de Cook
Inlet de Alberto Lรณpez Fernรกndez, una novela
que a mรญ me gusta mucho, novela sobre la bรบsqueda del
sueรฑo americano en Alaska, aparece, en la oficina de un
capataz blackfeet
o shoshone, no recuerdo, este letrero: There
is only one Chief: all the Rest are Indians.
El
padre Jerome, en la iglesia de Nuestra Seรฑora de Guadalupe. El
Cristo es navajo. Hay una fuentecita: el padre la prende, y prende
las luces, y nos hace sentir en casa. La รltima Cena es navajo
tambiรฉn, en una casa de adobe, y Cristo como โThe Medicine
Manโ. Le pedimos una bendiciรณn y nos la da. รl nos
pide que firmemos el libro de visitas de su parroquia. Luego nos dice
que tengamos cuidado con los coyotes en la carretera, porque pasan
muy rรกpido, al atardecer, ya anocheciendo, y causan muchos
accidentes.
THANKSGIVING.
La
mejor fiesta norteamericana. Y en este motel en medio de una de las
dos reservaciones que ostentan el tรญtulo de โnaciรณnโ,
el director, luego de cenar el pavo y la salsa de arรกndanos y
el pie de nueces y
el pie de calabaza
(no hay alcohol, estรก prohibido aquรญ en la Naciรณn
Navajo), el director nos da a cada uno las gracias, en voz alta,
colmรกndonos de epรญtetos y virtudes; todavรญa nos
falta, pero como habrรญa dicho Samsagaz: โPor lo menos ya
estamos viendo hacia casa.โ
FรNIX,
ARIZONA, 24 DE NOVIEMBRE.
Hay
dos escuelas, dos formas en las cuales los directores ven a sus
actores: la de Bresson y Mamet, en la cual un actor sรณlo tiene
que hacer lo que se le dice, y luego la otra, como de โla nave vaโ
o del Terence Malick de Badlands
(pero quiรฉn no consentirรญa a Sissy Spacek, o en su
caso, al joven Martin Sheen). La preocupaciรณn del director de
Hope: que todos,
aunque exhaustos, regresemos con bien a nuestras casas, sin que nos
falte una uรฑa, un cabello.
La
Tricolor. 1035 de fm en Fรฉnix,
Arizona. Mรกs delirios verbales mexicanos.
YUMA,
ARIZONA, 26 DE NOVIEMBRE.
Mis
hermanos, they cross
themselves to cross the desert.
IMPERIAL
DUNES, CALIFORNIA, 29 DE NOVIEMBRE.
Inmensas
dunas movientes, y, en ellas, una visiรณn como de Mad
Max, aunque en buena onda y sin armas: motocicletas de
muchas formas, buggies
y otros que no sรฉ como se llaman, puntiagudos, como dragsters,
todos con altos banderines de vivos colores plรกsticos para
evitar chocar, pues las nubes de arena de los tantos otros vehรญculos
impiden ver de frente. Era un clichรฉ. El hormiguero. Pero no
dejaba de ser extraรฑamente emocionante.
ยฟCuรกntas
banderas ondearรกn en los Estados Unidos de Amรฉrica?
SAN DIEGO, CALIFORNIA, FINES DE NOVIEMBRE.
Me
duelen terriblemente los oรญdos y el pulmรณn izquierdo y
una muela que traigo rota. Los รบltimos dรญas he bebido
de mรกs. Pero, aquรญ, en Chulavista, estoy feliz. Casi
tanto como en Yuma.
TIJUANA,
BAJA CALIFORNIA NORTE,
FINES
DE NOVIEMBRE.
Es
un infierno; y no creo que la โtโ de taco la haya puesto Tijuana.
โยกQuรฉ onda gรผeroโฆ Gรผero, quรฉ onda!โ
Beck (Gรผero)
capta el relajo a medias simpรกtico y a medias siniestro del
border. โYa ves
como eresโฆโ; โYeah, broโ. โยฟPorquรฉ te
tatuatis? Pus nomรกsโฆ ยฟporquรฉ te rayatis? Pus
nomรกsโฆ ยกYa te desgraciatis, you stupid
fat ass!โ Don Cheto, y su canciรณn del โTatuadoโ.
BAHรA
DE LA SOLEDAD, BAJA CALIFORNIA NORTE,
UN
DรA ANTES DEL 1o. DE DICIEMBRE.
La
belleza frรกgil de Mรฉxico. Una poza de medusas y
anรฉmonas, en un castillo de piedra en el borde de las olas, en
La Soledad. No hay un graffiti,
ni basura, mรกs que un envase de plรกstico, que
retiramos. Pero sabe uno que estรก asรญ, prรญstino,
porque estรก retirado, y nadie viene.
รltimo
dรญa de viaje; acaba la secuencia de la playa. Es el รบltimo
rollo que se va a filmar hasta la ciudad de Mรฉxico, donde
faltan escenas; el primer asistente de cรกmara, el decano del
crew, pone la
cรกmara sobre una piedra en el acantilado, apuntando al mar y
filma en silencio, la puesta de sol.
Me
siento mรกs fuerte; ojalรก no degenere en pura
prepotencia: mรกs tolerante; ojalรก no sea simplemente
frรญvolo cinismo. Pero siento que aprendรญ a hacer amigos
de nuevo, que logrรฉ vencer algunos miedos, que sรฉ por
fin la diferencia entre un grip
y un gaffer; que
de alguna manera, como creen todos los viajeros, regreso mejor; y,
como consideran casi todos los viajeros, regreso a un lugar donde
nada ha cambiado, y donde a nadie le interesa quรฉ hizo uno
mientras estuvo fuera. Mientras que uno es ya otro.
CENTRO
HISTรRICO, CIUDAD DE MรXICO,
17
DE DICIEMBRE.
Lo
logramos, me dice, guapa, llena de felicidad, la productora. Estamos
en la fiesta del tรฉrmino. Hay luces, tragos, un dj,
meseros de desgastados chalecos rojos e impecable cortesรญa,
amigos. Cosa curiosa, ando mรกs bien callado. Doy gracias por
la oportunidad que he tenido, y gracias a todos los santos del cielo
que todos estamos de regreso con bien. Habrรก tal vez otros
viajes, otras pelรญculas. Quiรฉn lo sabe, sino Dios.
Pienso
en lo que nos dijo Nunca: Hacer cine es un privilegio. Y lo que me
dijo el director: En Mรฉxico el cine se hace de rodillas.
Porque es un milagro. ~
(Mรฉxico, 1965) es editor, escritor y guionista de cine. Entre sus libros recientes se encuentran La soldadesca ebria del emperador (Jus, 2010) y El reloj de Moctezuma (Aldus, 2010).