Nos sentamos al pie de las estrellas
a escuchar una voz.
La poesรญa tira al cielo
su malla de vocablos disolubles.
Una paloma blanca cruza el foso
de la noche profunda
como un papel alado;
va de prisa
hacia ninguna parte
o se sacude el polvo.
Cresterรญas y gรกrgolas del patio
โbosque tallado en piedraโ
parecen atender desde lo alto
el galardรณn de sรญlabas ardientes.
Un aire pasa encima de nosotros
rociรกndonos los pรกrpados
de una ceniza roja,
trayendo el rumor de los suburbios
en un puรฑado de plumas flotantes.
Cargada de mensajes,
la oscuridad aviva la pavesa
de un secreto fervor
que nos une y desborda. ~