mezcla de testimonios reales y una historia de ficción, Yo, puta intenta abarcar los matices de la prostitución; cae, desde la primera escena, en los clichés y la doble moral que en teoría también denuncia. Ejemplo del problema: la elección de Denise Richards como álter ego de la periodista, una estudiante de antropología que moja los pies en las aguas de su investigación. Sexy y virgen a los veinticuatro años, seria pero muy arriesgada, Richards es una de las fantasías baratas que echa por tierra cualquier ínfula de investigación. La otra es Daryl Hannah en el papel de su vecina y amiga, nada menos que una puta fina con mucha disposición de ayudar. Los testimonios también tienden trampas, logradas con mañosa edición. – F.S.
¿Mono, yo?
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Para Czeslaw, en Cracovia
La niebla se ha retirado de la costa estas semanas Regalándonos un adelanto de días esplendorosos Que no…
Sobre cómo descubrí la isla de Salsipuedes
El 29 de octubre de 2004, Daniel Catán estrenó en el Houston Grand Opera Salsipuedes o el amor, la guerra y unas anchoas, ópera en español con música caribeña ambientada en una isla imaginaria…
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