Hierven las papas. Entre nubes
de vapor lo veo, lo escucho
hablar con una suerte de retórica
mal estudiada pero convincente.
(Sonrío al pensar
en lo que diría Demóstenes,
mi vecino.)
Más allá de la imagen:
restos de cebolla,
un cuchillo, una tabla. Cuando dice
“la sola bondad lo puede todo”,
yo veo un desierto,
cadáveres entre palmeras,
una guerra perdida.
La visión se condensa cuando escucho
“la verdad es esto que os digo”.
Hierven las papas,
la luz parpadea y se apaga,
¡otra vez!
Limpio mi sudor
con el dorso de la mano;
preparo la sopa que comerán algunos,
añado un poco de sal.
Pero la visión se afirma en el aire. ~
Adiós, Tito
Leal a la definición aristotélica de la comedia, Tito fue un virtuoso en "imitar a los seres de calidad moral inferior".
Modernismo y digestión
I.El pasado 19 de junio, la Neue Galerie de Nueva York anunció, con bombo y platillo, la adquisición de su propia Mona Lisa: la Adele Bloch-Bauer i, del pintor vienés Gustav Klimt. Al día…
Carta sobre la mesa
Hace diecisiete años nos propusimos una empresa editorial ambiciosa: una revista dedicada a la literatura, las ideas y la reflexión política para el nuevo siglo. Así nació Letras Libres en…
Se ve, se siente: Confucio estuvo presente
Una mañana con el líder de la CNTE, Rubén Núñez Ginés
RELACIONADAS
NOTAS AL PIE
AUTORES