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Correspondencia

Saul Bellow fue uno de los grandes escritores del siglo XX y una de las voces con mรกs autoridad moral de su รฉpoca. Como recoge esta correspondencia, la suya fue una vida tan comprometida con la ficciรณn como con la realidad.
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Las Cartas de Saul Bellow (1915-2005), que ha editado Benjamin Taylor y publica en castellano Ediciones Alfabia, ofrecen una mirada รบnica a su trayectoria. En ellas vemos el recuerdo de su niรฑez en una familia inmigrante, la pasiรณn polรญtica de su juventud, su vocaciรณn de narrador, una intensa dedicaciรณn a la literatura โ€“llena de polรฉmicas y complicidades con muchos intelectuales y escritores, desde Ralph Ellison hasta John Cheever, pasando por Hannah Arendt y Martin Amisโ€“, y una ajetreada vida sentimental. La fascinaciรณn, a veces gruรฑona, por el mundo exterior, se mezcla con cierta bรบsqueda espiritual, con la obsesiรณn creativa y con un salvaje sentido del humor. Como dice Taylor, las cartas son el otro lado del tapiz de la obra de Bellow: muestran muchos de los personajes y episodios que transformรณ en ficciรณn y los asuntos โ€“Estados Unidos, el judaรญsmo, la historia o el amorโ€“ que atormentan a sus criaturas, con la mezcla de erudiciรณn y vitalismo que cambiรณ la literatura norteamericana para siempre.

 

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Al director de The New York Times

Chicago, Illinois, 7 de enero de 1974

Al director:

Andrรฉi Sรกjarov y otros cuatro intelectuales soviรฉticos han llamado a โ€œla gente decente de todo el mundoโ€ a intentar proteger a Aleksandr Solzhenitsyn de la persecuciรณn.

La palabra โ€œhรฉroeโ€, que lleva mucho tiempo desacreditada, ha sido redimida por Solzhenitsyn. Ha tenido el coraje, el poder mental y la fortaleza de espรญritu necesarios para decirle la verdad al mundo entero. Es un hombre de un absoluto honor intelectual y, en su fortaleza moral, es peculiarmente ruso. Los mejores escritores rusos de este siglo infernal han tenido totalmente claro que solo el poder de la verdad es igual al poder del Estado.

Puede esperarse que los Brezhnevs y Kosygins del mundo sean capaces de entender lo que el comportamiento de un hombre como ese significa para el mundo civilizado. La persecuciรณn de Solzhenitsyn, su deportaciรณn, su confinamiento en un manicomio o su exilio se interpretarรกn como la prueba definitiva de la completa degeneraciรณn moral del rรฉgimen soviรฉtico.

No podemos esperar que nuestros diplomรกticos abandonen su polรญtica de dรฉtente (sea lo que sea que significa eso) o que nuestras grandes empresas rompan sus contratos con Rusia, pero los fรญsicos y matemรกticos, biรณlogos, ingenieros, artistas e intelectuales deberรญan dejar claro que defienden a Solzhenitsyn. Fallarle serรญa una absoluta traiciรณn a los principios. Puesto que Estados Unidos es el socio del gobierno soviรฉtico en la dรฉtente, los estadounidenses tienen una responsabilidad especial en este asunto.

Lo que Solzhenitsyn ha hecho al revelar la irrestricta brutalidad del estalinismo tambiรฉn lo ha hecho por nosotros. Ha recordado a todos y cada uno de nosotros lo que le debemos a la verdad.

Saul Bellow

โ€ข

A John Cheever

Chicago, 23 de noviembre de 1976

Querido John:

Bueno, esperaba lo mejor y eso es exactamente lo que obtuve en Falconer. Es esplรฉndida. Durante dos dรญas fue mi refugio para los ciclones; me escondรญ en ella. No carecรญa de sorpresas. Normalmente adoptas una visiรณn mรกs ligera de las ruinas. Este es el libro mรกs duro que has escrito: bรฉlico, nada suavizado. Pero, en cuanta mรกs decadencia te metรญas, mรกs puro se volvรญa el libro. Falconer es elegante. Recuerdas lo que Orwell dijo sobre Henry Miller, que Henry habรญa devuelto el lenguaje hablado a la literatura y se habรญa librado del lenguaje del protocolo. Es verdad, hasta cierto punto, pero Henry echaba su peculiar ensalada de frutas de cafeterรญa โ€“su โ€œfilosofรญaโ€ y su โ€œpoesรญaโ€โ€“ por todas partes. Tรบ consigues que lo mejor y lo peor vivan juntos por todo lo alto. Pero sรฉ que no te gusta esa cosa literaria, y escribo a toda prisa. Lo que sentรญ todo el rato era una airada determinaciรณn de declarar los hechos bรกsicos. Los declaraste, muy bien, y le diste a tu amigo una satisfacciรณn muy intensa. Que te agradece de todo corazรณn.

Deberรญas vender centenares de miles de ejemplares, a menos que el paรญs haya caรญdo en la depravaciรณn mรกs profundamente de lo que yo pensaba. Me encantรณ que en la Paris Review mencionaras a la gente agradable e inteligente que lee los libros y escribe cartas reflexivas sobre ellos y no tiene conexiรณn visible con la publicidad, el periodismo o el mundo acadรฉmico. Amo a esa gente. Tambiรฉn me sostienen a mรญ, como observaste. Tu entrevistador podrรญa haberte seguido en esa declaraciรณn importante.

Siempre tuyo,

Saul

 

ยฟNormalmente no te marchas despuรฉs de terminar una novela? Lo que necesitas ahora son unas deliciosas vacaciones.

โ€ข

A Midge Decter

Chicago, 7 de febrero de 1984

Querida Midge:

Despuรฉs de oรญr preguntas y quejas โ€“sobre todo quejasโ€“ acerca de mi participaciรณn o patrocinio de vuestro nรบmero especial de Confrontations (โ€œWinnersโ€), leรญ el nรบmero culpable, que se me habรญa pasado, y aunque los libros premiados de los que os burlabais parecรญan bastante escuรกlidos, vuestras propias reseรฑas eran de tan mal gusto que me deprimiรณ que se me asociara conellas. Desde hace tiempo lucho con la creciente percepciรณn de que existe un problema: Podemos estar de acuerdo sobre Nicaragua, pero en cuanto empiezas a hablar de cultura me pones los pelos de punta. Estuve a punto de retirarme del Comitรฉ cuando el aรฑo pasado Joseph Epstein leyรณ una ponencia en vuestro simposio donde me adscribรญa opiniones que no tengo y me ponรญa en una direcciรณn que no soรฑarรญa tomar. Fue incรณmodo que se me malinterpretara y se me tergiversara en un encuentro del que era uno de los patrocinadores y todavรญa mรกs incรณmodo ver que Commentary publicaba su discurso. Pero donde hay polรญtica hay compaรฑeros de cama y donde hay compaรฑeros de cama es probable que haya ladillas, asรญ que me rasquรฉ los habones en silencio. Tu nรบmero especial, sin embargo, es diferente. No puedo permitir que los editores de Confrontations hablen en mi nombre, o con mi consenso tรกcito como miembro del consejo de redacciรณn, sobre los escritores y la literatura. Cuando se trata de ganarse enemigos prefiero hacerlo yo mismo, por mis propios motivos y con mi propio lenguaje. Le mauvais goรปt mรจne aux crimes,[1] dijo Stendhal, que tenรญa razรณn, por supuesto, pero no se dio cuenta de cuรกntos criminales estaba a punto de liberar la historia.

Dimito del consejo de redacciรณn y pido que quites mi nombre de tus anuncios. Lo siento.

Tuyo sinceramente,

Saul

 

[En realidad, la revista del Comitรฉ para el Mundo Libre era Contentions, no Confrontations, aunque puede que Bellow confundiera el nombre deliberadamente. El ensayo โ€œWinnersโ€, de su Nรบmero Especial, se burlaba de los ganadores de varios premios literarios estadounidenses.]

โ€ข

A Philip Roth

Chicago, 7 de enero de 1984

Querido Philip:

Pensรฉ que harรญa algo bueno dando una entrevista a People, lo que fue extremadamente estรบpido por mi parte. Le pedรญ a Aaron [Asher] que te dijera que la Compaรฑรญa de Embaldosado de las Buenas Intenciones habรญa vuelto a cagarla. La joven entrevistadora puso mis opiniones patas arriba, cortรณ los elogios e hizo que todo pareciera desautorizaciรณn, denuncia yexcomuniรณn. Bueno, los dos estamos acostumbrados a esa clase de cosas, y nada nos escandaliza. Al aceptar la llamada y hacer una declaraciรณn, fui sencillamente atolondrado. Pero, si me hubiera entrevistado un รกngel para el Semanario Serafรญn y Querubรญn, habrรญa dicho, como le dije a esa putilla retorcida, que eres uno de nuestros mejores y mรกs interesantes escritores. Habrรญa aรฑadido que me estimulรณ y me entretuvo enormemente tu รบltima novela, y que por supuesto despuรฉs de tres decenios entiendo perfectamentelo que dices sobre el oficio del escritor: cรณmo podrรญa no entender, o no sufrir por los mismos dolores. Aun asรญ nuestros diagramas son diferentes, y la descripciรณn mรกs breve de las diferencias serรญa que tรบ pareces aceptar la explicaciรณn freudiana: la motivaciรณn de un escritor es su deseo de fama, dinero y oportunidades sexuales. Mientras que yo nunca me he tomado en serio esa trinidad de motivos. Pero esta es una nota explicativa y no quiero convertirla en un acontecimiento rabรญnico. Por favor, acepta mi arrepentimiento y mis disculpas, y tambiรฉn mis mejores deseos. Me temo que no podemos hacer nada con los periodistas; solo podemos esperar que se extingan, como los tรกbanos a finales de agosto.

Saul

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A Cynthia Ozick

W. Brattleboro, 29 de agosto de 1989

Querida Cynthia:

Puedo escribir un libro corto mรกs fรกcilmente que una carta, ยฟpor quรฉ? No es tanto una pregunta como un misterio, y ademรกs un misterio idiota. Cuando escribo ficciรณn estoy equipado o totalmente movilizado (mira cรณmo recurro a figuras retรณricas mecรกnicas o militares). Parece que tengo alguna dificultad para ser yo mismo, a menos que lo autรฉntico sea el escritor de ficciรณn. Pero no es (ยกgracias a Dios!) un problema de identidad. La verdadera fuente de las cartas y las historias puede localizarse. En algรบn sitio Kierkegaard escribiรณ sobre la capacidad humana para relacionar todo con todo lo demรกs. Para los judรญos, se trata de neshama.[2] Todavรญa me resulta difรญcil escribir cartas, un defecto que no es trivial, un defecto desagradable. Pero lo que dijiste de El contacto Bella Rosa me ha dado mรกs placer del que puedo gestionar, y tu carta era en todos los aspectos tan rica y generosa que me convirtiรณ en un lector, un lector admirado.

Y ahora, como prefacio para el asunto, tengo algo que contarte: Mi joven amigo Martin Amis, al que quiero y admiro, vino a verme la semana pasada. Lo trajo de Cape Cod un compinche al que no conocรญa y del que no habรญa oรญdo hablar. Se quedaron a dormir. Cuando nos sentamos a cenar el amigo se identificรณ como colaborador habitual de The Nation. La รบltima vez que echรฉ un vistazo a The Nation fue cuando Gore Vidal escribiรณ su artรญculo sobre la deslealtad de los judรญos hacia Estados Unidos y su preferencia basada en la sangre por Israel. Durante el largo tiempo que ha pasado desde que nos conocemos, ha crecido una duna de sal que aliรฑa los comentarios ridรญculos de Gore. Tiene cuentas pendientes con Estados Unidos. En cualquier otro lugar, podrรญa haber sido homosexual y patricio. Aquรญ tiene que mezclarse con tipos duros y connegros y judรญos; la democracia le ha imposibilitado ser un caballero invertido y excepcional. Y la fuente de su dolor le ha hecho rico y famoso. Pero dejemos a Gore, podemos saltรกrnoslo. Vamos a nuestro invitado, el amigo de Martin. Se llama Christopher Hitchens. En la cena dijo que era un gran amigo de Edward Said. Leon Wieseltier y Noam Chomsky tambiรฉn eran grandes colegas suyos. Al mencionar el nombre de Said, Janis refunfuรฑรณ. Dudo que eso no estuviera previsto, porque es casi seguro que Hitchens cree que soy un reaccionario terrible: la Derecha Judรญa. Criado para respetar y rechazar la cortesรญa al mismo tiempo, el invitado luchรณ breve y silenciosamente con el periodista decadente y finalmente hablรณ. Dijo que Said era un gran amigo suyo y que debรญa pedirdisculpas por discrepar con Janis, pero la lealtad hacia un amigo exigรญa que dejara las cosas claras. Todo el mundo conservรณ la educaciรณn. Yo no querรญa una escena, por Amis. Afortunadamente (o no) habรญa leรญdo varios fragmentos del artรญculo de Said en Critical Inquiry, que ofrecรญ como prueba. Los judรญos eran (mรกs o menos) nazis. Pero, por supuesto, dijo Hitchens, era bien sabido que [Yitzhak] Shamir se habรญa dirigido a Hitler durante la guerra para llegar a un acuerdo. Protestรฉ que Shamir era Shamir, no eralos judรญos. Ademรกs, yo no confiaba en las pruebas. La discusiรณn se balanceaba. Amis cogiรณ las selecciones de Said para leerlas. No encontrรณ nada que decir en el momento pero a la maรฑana siguiente intentรณ sacar el tema, y para evitar otra situaciรณn embarazosa le dije que habรญa sido cosa de mucho ruido y pocas nueces.

Hitchens atrae a Amis. Es una tentaciรณn que puedo entender. Pero el tipo de gente sobre el que te gusta escribir no siempre es buena compaรฑรญa, especialmente en una cena.

Bueno, esos Hitchens son solo playboys de Fourth-Estate que florecen con la agitaciรณn, y los judรญos somos muy fรกciles de agitar. A veces (ยกojalรก supiera hacerlo bien!) creo que me gustarรญa escribir sobre el destino de los judรญos en la decadencia de Occidente. O en la larga crisis de Occidente, si la decadencia no te sirve. El movimiento de la asimilaciรณn coincidiรณ con la llegada del nihilismo. Ese nihilismo alcanzรณ su clรญmax con Hitler. La respuesta judรญa al Holocausto fue la creaciรณn de un Estado. Tras los campos llegaron las polรญticas y esas polรญticas son nihilistas. Tus Hitchens, la prensa polรญtica en su forma izquierdista mรกs desaliรฑada y boba, son (si el nihilismo tiene una jerarquรญa) los gnomos. Los gnomos no necesitan saber nada, son arrogantes, aparecen cuando tu heroรญna de cuento de hadas estรก en graves problemas, ofrecen un trato y despuรฉs vienen a recoger al bebรฉ. Si puedes soportar conocerlos descubres que esos gnomos de Nation beben, se drogan, mienten, engaรฑan, persiguen, seducen, cotillean, calumnian, piden dinero prestado, nunca pagan la manutenciรณn de sus hijos, etc. Son los bohemios que hacรญan que Marx hirviera de rabia en El 18 brumario. Bueno, ahรญ tienes el nihilismo, una de sus ramas menores, en todo caso. Sin embargo, para enormes cantidades de gente son, de algรบn modo, muy atractivos. Eso es porque esa gente es la tropa del nihilismo, y quiere saber de Hitchens y Said, etc., y consumir falsedades como si fuera comida rรกpida. Y es muy fรกcil causar problemas a los judรญos. Nada es mรกs fรกcil. A las cadenas de televisiรณn les encanta, los grandes periรณdicos permiten que suceda, hay una poblaciรณn universitaria receptiva para la que Arafat es Bueno e Israel es Malo, incluso genocida.

Ahora bien, ยฟquรฉ se puede hacer al respecto?

Para ser mรกs concreto, ยฟquรฉ voy a hacer al respecto el 3 de diciembre? No tengo la menor idea, y no hay nada mรกs deprimente que imaginarme balbuciendo en el podio, quedando en ridรญculo y haciendo que el encuentro parezca estรบpido. Nada gustarรญa mรกs a nuestros propios nihilistas judรญos.

Lo que necesitas, y probablemente lo has pensado tรบ misma, es una charla sensata de Jeane Kirkpatrick sobre la OLP.

Siempre tu amigo con admiraciรณn y afecto,

Saul

 

[Mรกs tarde Hitchens y los Bellow desarrollarรญan relaciones cordiales. El artรญculo de Edward Said en Critical Inquiryera โ€œRepresenting the Colonized: Anthropologyโ€™s Interlocutorsโ€.]

โ€ข

A Martin Amis

Schomberg, Ontario, 30 de diciembre de 1990

Querido Martin:

Janis y yo estamos en Ontario, en el piso mรกs alto de la granja de sus padres, mirando la nieve que cae, los รกrboles, campos, una laguna, y observando directamente el rostro vacรญo del casco troyano de una chimenea que emite humo de una leรฑa que cortรฉ yo. Acabamos de salir del baรฑo y estamos sentados junto a una enorme baรฑera-blanca-con-vistas, un remolino o quizรก incluso un jacuzzi en el que echas crema que forma espuma y te convierte en un olรญmpico, un Viejo Amo Zeus que mira las blancas nubes del Canal.

Es una pena que la gente que me importa estรฉ tan ampliamente distribuida sobre la faz de la tierra. Pero tambiรฉn uno tiende a pensar mรกs en ellos. La proximidad no lo es todo. En este dormitorio he encontrado un volumen de las cartas que Aldous Huxley escribiรณ durante la guerra, muchas de ellas desde Hollywood a corresponsales en Londres y otros lugares lejanos. Quizรก sus opiniones hubieran sido menos chifladas si no se hubiera ido de Inglaterra. Pero existen cosas como las distancias interiores y la chifladura casera o domรฉstica. Se me ocurren ideas extraรฑas en mi propio terreno de Chicago y amigos de Inglaterra tambiรฉn me mandan sus extraรฑas opiniones. Hace aรฑos, en Greenwich Village, le decรญa a un amigo concreto: โ€œTรบ y yo somos los รบnicos cuerdos y a veces tengo dudas sobre ti.โ€ El motivo deesas ideas es la menciรณn de [Salman] Rushdie en la mesadel desayuno, su adopciรณn o readopciรณn del islam. Sugerรญ que quizรก pensara que la civilizaciรณn occidental habรญa triunfado de una vez por todas sobre el fundamentalismo exรณtico. Despuรฉs de todo, el papa no excomulgรณ a Joyce por escribir Ulises y la Iglesia es todavรญa mรกs antigua que el islam. En resumen, todavรญa no es seguro decir que ese fenรณmeno ha pasado a la historia. Cuando pensรกbamos que perestroika y glasnost habรญan purificado Rusia de una vez por todas, leemos un discurso del jefe de la KGB que acusa a Estados Unidos de mandar trigo radiactivo y alimentos envenenados a los hambrientos de la Uniรณn Soviรฉtica.

La gente como nosotros deberรญa abandonar la polรญtica y centrarse en los sueรฑos. Me produce placer saber que aparecรญ recientemente en un sueรฑo tuyo, positivamente. Recientemente he soรฑado:

Sueรฑo 1: Identifico a Tolstรณi como conductor de una furgoneta blanca destartalada en la autopista. Pregunto al tipo al volante de su desmoronada furgoneta quรฉ puede hacer para que su puerta floja deje de golpear el extremo de mi coche. Cuando se inclina hacia la derecha veo que no es otro que Leรณn Tolstรณi, con barba y todo. Me invita a seguirle, salir de la autopista e ir a una taberna y dice: โ€œQuiero darte este frasco de arenque escabechado.โ€ Aรฑade: โ€œConocรญ a tu hermano.โ€ Ante la menciรณn de mi difunto hermano rompo en lรกgrimas.

Sueรฑo 2: Un remedio secreto para una enfermedad mortal estรก inscrito en caracteres chinos en mi pene. Por esa razรณn mi vida estรก en peligro. Mi hijo Greg me oculta en un escondite californiano de los agentes de una compaรฑรญa farmacรฉutica, etc.

Sueรฑo 3: Me descubro en una biblioteca llena de obras maestras desconocidas de Henry James, Joseph Conrad y otros. Tรญtulos que nunca he visto mencionados en ningรบn sitio. Conmocionado y alegre abro unvolumen de Conrad y leo varias pรกginas, frase tras frase tras frase en el mejor estilo del viejo, mรกs brillante que nunca. โ€œยฟPor quรฉ demonios nunca me han hablado de esto?โ€, pregunto. Algunos grupos nos lo han ocultado. Estoy indignado.

Dependo de estos acontecimientos-sueรฑo para estabilizarme. O quizรก para documentar mi desorden de una manera mรกs completa.

Puede que despuรฉs de todo no vayamos a Francia. Desde hace unos meses nuestro amigo [Allan] Bloom estรก enfermo del paralizante sรญndrome Guillain-Barrรฉ y no podemos hacer planes de viaje hasta que sepamos si la parรกlisis es temporal. O no. Estรก progresando, pero no habrรก vacaciones hasta que lo sepamos. El aรฑo pasado alguien de la BBC me invitรณ a hacer un programa en mayo y si se puede organizar quizรก vayamos y te veamos antes de que dejes Londres.

Los mejores deseos para el aรฑo nuevo para ti, Antonia y los niรฑos, de parte mรญa y de Janis.

Con amor,

Saul

 

En un esfuerzo por librarse de la fetua decretada por el ayatolรก Jomeini, Salman Rushdie emitiรณ una declaraciรณn tรกctica โ€“que luego retirรณโ€“ donde afirmaba haberse convertido al islam.

โ€ข

A Philip Roth

Brookline, 1ยบ de enero de 1998

Querido Philip:

Siento ser tan lento. Janis cogiรณ tu manuscrito primero y me comunicรณ todo su entusiasmo, simpatรญas y premoniciones. Un nuevo libro de Roth es un gran acontecimiento por estos lares. Somos, por emplear una expresiรณn que se usaba en Chicago en los aรฑos veinte, tus hinchas y tus fans [your rooters and boosters].

Cuando se fue [Janis] a Canadรก el dรญa de Navidad para ver a sus padres y a su hermana, su hermano, niรฑos, dejรณ conmigo Me casรฉ con un comunista para las vacaciones. Leer tu libro me consolรณ en esta casa vacรญa. Es una delicia leer uno de tus manuscritos โ€“vaya por delanteโ€“, pero esta vez el efecto general no fue satisfactorio. Era particularmente consciente de la falta de distancia. No quiero decir que el escritor deba poner espacio entre รฉl y los personajes de su libro. Pero deberรญa haber cierto distanciamiento con respecto a las pasiones del escritor. Hablo como alguien que creรณ el mismo pecado en Herzog. Ahรญ esperaba que los efectos cรณmicos pudieran protegerme. Sin embargo, crucรฉ la frontera demasiadas veces para asaltar el campamento enemigo. Pero Herzog era un bobalicรณn, un intelectual fracasado y en el fondo un sentimental. En tu caso, el hombre que nos entrega a Eve y Sylphid es un enragรฉ, un verdadero fanรกtico.

Ese no es el defecto mรกs destacado de MCCUC. Tu lector, por respeto a tus poderes, estรก mรกs que dispuesto a seguir a tu lado. No podrรก, como yo tampoco pude, seguir junto atu Ira, probablemente el menos atractivo de todos tus personajes. Asumo que no eres mรกs capaz de soportar a Ira que los lectores. Pero apoyas lealmente a ese patoso forjado en hierro, un hombre grande, fuerte y estรบpido que te atrae por razones invisibles para mรญ.

Existe un verdadero misterio con respecto a los comunistas en Occidente, para limitarme a ellos. ยฟCรณmo pudieron aceptar a Stalin, uno de los tiranos mรกs monstruosos de la historia? Uno habrรญa pensado que la divisiรณn de Polonia por parte de Hitler y Stalin, y la derrota de los franceses que abriรณ paso a la invasiรณn de Rusia por parte de Hitler, llevarรญan a los miembros del PC reconsiderar sus lealtades. Pero no. Cuando aterricรฉ en Parรญs en 1948 descubrรญ que los lรญderes intelectuales (Sartre, Merleau-Ponty, etc.) permanecรญan leales pese al mar de sangre de Stalin. Bueno, todo paรญs, todo gobierno, tiene su mar, o lago, o estanque. Aun asรญ, Stalin seguรญa siendo โ€œla esperanzaโ€, pese a su claro paralelismo con Hitler.

Pero, en resumen. La razรณn: la razรณn residรญa en el odio por su propio paรญs. Entre los franceses era el viejo enfrentamiento de los โ€œespรญritus libresโ€, o artistas, con la burguesรญa dominante. En Estados Unidos era la lucha contra los McCarthys, los Comitรฉs que investigaban la subversiรณn, etc., los que justificaban a la izquierda, a los seguidores de Henry Wallace, etc. El principal enemigo estaba en casa (el eslogan de Lenin en la PGM). Si te oponรญas al PC eras un mccarthysta, no habรญa otra posibilidad.

Bueno, fue una estupidez profunda y perversa. No hacรญa falta ser muy inteligente para ver lo que era el estalinismo. Pero los militantes y los activistas se negaron a afrontar los simples hechos que estaban al alcance de todo el mundo.

Basta: Dirรกs que todo eso se reconoce en MCCUC. Sรญ, y no. Nos dices que Ira es un bestia, un asesino. Pero ยฟquiรฉn mรกs estรก? Ira y Eve estรกn en el centro de tu novela: ยฟy quรฉ representa ese par?

Uno de tus temas persistentes es la purgaciรณn que solo se puede obtener a travรฉs de la ira. Las fuerzas de la agresiรณn son liberadoras, etc. Y puedo verlo como un punto de vista legรญtimo. Estรก bien si tus personajes son titanes. Pero Eve es solo una mujer lamentable y Sylfed es una chica gorda, mimada y malvada con joroba de bisonte. No son titanes.

No hay mucha gente con la que pueda ser tan franco. Siempre hemos sido sinceros el uno con el otro y espero que sigamos, los dos, diciendo lo que pensamos. Estarรกs dolido conmigo, pero creo que no te desharรกs de mรญ para siempre.

Siempre tuyo,

Saul

โ€ข

A Werner Dannhauser

Brookline, 6 de octubre de 1999

Querido Werner:

Ya era hora de que supieras de mรญ.

Prometรญ eliminar lo que pensabas que era material reprensible y escribรญ una versiรณn revisada de Ravelstein. Llevรณ mucho trabajo y la tarea fue a contracorriente. Cuando terminรฉ los resultados eran muy insatisfactorios; faltaba la elasticidad que aportaba el pecado. En medio de ese procedimiento prolongado, que consumiรณ tiempo y fue estรฉril en รบltimo tรฉrmino, recordรฉ cรณmo le habรญa disgustado a Bloom El diciembre del decano. Se oponรญa a la falsa caracterizaciรณn de Alexandra y no me ahorrรณ nada. Pero ahora el zapato estรก en el otro pie y no vi ninguna razรณn para hacer en Ravelstein  aquello por lo que Allan habรญa protestado con tanta fuerza en la novela anterior. Despuรฉs de todo, intentaba satisfacer los deseos de Allan, y no podรญa tenerlo todo. No podรญa ser veraz y camuflar al mismo tiempo. Asรญ que hice lo que creo que รฉl habrรญa deseado que hiciera. Y sรฉ que voy a alienar a la mayorรญa de mis amigos straussianos. Puedo permitirme perder a algunos de esos viejos amigos, pero tรบ no estรกs en ese grupo. En tu caso, la pรฉrdida serรญa difรญcil de soportar. Crรฉeme, nada de esto es frivolidad literaria. He tomado todo el asunto con gran โ€“la mayorโ€“ seriedad. Y espero haberte explicado claramente el tipo de aprieto en el que me encontraba. Deberรญa contar con perder amigos, pero no espero que tรบ seas uno de ellos. No creo que quede mucho que decir. A menudo pienso en la categorรญa judรญa de jerem, que significa excomuniรณn. Espero que esta novela no nos separe.

Ahora tengo dificultades en tres frentes: i) paternidad: un nuevo comienzo a la edad de ochenta y cuatro aรฑos; ii) la mezcla desordenada y explosiva que James Atlas me prepara en forma de biografรญa; iii) el griterรญo sobre [Ravelstein] para el que debo hacer acopio de energรญa. A veces Janis me dice que quizรก deberรญamos mudarnos a Uruguay. Tengo una remota conexiรณn con la familia del dictador y saquรฉ sobresaliente en espaรฑol en el instituto… ~

 

Traducciรณn de Daniel Gascรณn

 

[1] Francรฉs: El mal gusto lleva al crimen.

[2] Hebreo: alma.

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(1915, Lachine, Canadรก-Brookline, Estados Unidos, 2005) era escritor. Fue galardonado con el premio Pulitzer (1976), el premio Nobel de Literatura (1976), y la National Medal of Arts (1988).


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