Con una trayectoria profesional larga y muy destacada, Francisco Suárez Dávila (Ciudad de México, 1943) tuvo el acierto intelectual de escribir sus memorias. Se materializaron en Un viaje por la historia económica de México (y sus crisis). Mis primeros 80 años, que Debate promueve con capacidad empresarial. Mediante esta obra, Suárez Dávila emula a su padre, don Eduardo Suárez, secretario de Hacienda de los presidentes Lázaro Cárdenas y Manuel Ávila Camacho. En 1977, bajo el sello de Porrúa, don Eduardo se anticipó con una publicación de corte semejante bajo el título de Comentarios y recuerdos (1926-1946), precedida de un bosquejo biográfico de la pluma de su hijo Francisco.
En Un viaje por la historia económica de México (y sus crisis). Mis primeros 80 años, Suárez Dávila recoge con meticulosidad, capacidad de síntesis y un estilo muy ágil sus andanzas y avatares en calidad de especialista en el Banco de México, experto en banca de desarrollo, funcionario público, banquero, legislador, diplomático, asesor político, catedrático y escritor. Con apoyo por parte de Banxico, logró llegar a director ejecutivo en el Fondo Monetario Internacional, foro en el que defendió las causas de los países emergentes. Como alto ejecutivo de Nacional Financiera, apoyó la promoción de muchas inversiones y su financiamiento. En su calidad de subsecretario del ramo en Hacienda en el sexenio de Miguel de la Madrid, trabajó para superar la profunda crisis heredada del gobierno de López Portillo. En su etapa como banquero, primero condujo con solvencia los destinos del Banco Mexicano Somex hasta su reprivatización y ese esfuerzo administrativo se continuó en el saneamiento del Banco Obrero, de 1989 a 1994. Desde esa atalaya privilegiada, pudo atestiguar y analizar la crisis de balanza de pagos y cambiaria que se gestó a todo lo largo de 1994. Vino después su periodo como diputado plurinominal de 1994 a 1997 y a partir de ese último año comenzó su trayectoria diplomática, inicialmente como embajador de México ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y luego al frente de la embajada en Canadá, de 2013 al 2016. En un interludio, sobresale su participación en la campaña de Jesús Silva-Herzog Flores por la jefatura de Gobierno del Distrito Federal y su segundo periodo en la legislatura. En todas esas encomiendas, Suárez Dávila fue siempre entregado y combativo.
A lo largo de toda su vida, el autor ha participado en la discusión pública de forma tanto presencial como escrita. Su libro La reprivatización bancaria fracasada. Tragedia nacional en tres actos (2010) ejemplifica la manera en que Suárez Dávila examinaba temas trascendentales para el país. Como enseñanza para la posteridad, tal vez la decisión de 1992 de privatizar los bancos comerciales haya sido acertada. Sin embargo, la instrumentación de la medida resultó garrafal y obligó posteriormente al rescate bancario que les costó una fortuna a los mexicanos.
Otro momento en que Suárez Dávila evidenció su temple para el debate, y sobre todo su capacidad de análisis técnico, fue cuando examinó la tremenda expansión que mostró el crédito durante la reprivatización bancaria al término del sexenio salinista, en 1994. Era casi de librito que cuando el crédito se expande a gran velocidad deben encenderse las luces amarillas y también las rojas. Pero en aquella coyuntura de fuerte expansión de los agregados monetarios amplios, nada se hizo en los órdenes de una política prudencial y de contención.
Más adelante, varios gobiernos sucesivos llevaron a cabo muy importantes –y tal vez, indispensables– reformas estructurales. Lo que faltó fue la cereza del pastel en la forma de una restauración de la capacidad de crecimiento económico a tasas altas. Con agudeza, Suárez Dávila detectó esta incapacidad para dar por culminado el proceso, lo que lo llevó a escribir Crecer o no crecer. Del estancamiento estabilizador al nuevo desarrollo (2013). El autor recogió y actualizó su argumentación en un título posterior: México 2018: en busca del tiempo perdido (2018). Aparte de la inventiva terminológica –“Estancamiento estabilizador”– el tema es de una inmensa actualidad. Ello en la medida en que el legado económico de la 4T será precisamente ese: la tendencia al estancamiento secular, a pesar de las grandes oportunidades que está abriendo el nearshoring.
Indudablemente ha sido un acierto de nuestro memorialista, y un acto de justicia histórica, hacer en su libro una revaloración de la presidencia de Miguel de la Madrid. Como funcionario de Hacienda durante aquel sexenio, tuvo un lugar único para observar y sopesar los acontecimientos. El punto de partida para esa reivindicación es el estado de desastre que heredó el régimen de De la Madrid a la economía nacional. No obstante, el problema es que la historia vuelve a repetirse, aunque con variantes diferenciadas. La herencia de desastre que entregará el gobierno de la autodenominada 4T tendrá otras formas específicas, pero se dejará sentir sobre la administración que lo suceda (sea quienquiera que gane las elecciones).
Otra decisión afortunada de Suárez Dávila fue concluir su libro con una reflexión crítica sobre el sexenio de la 4T. El apartado, además, denota una gran fidelidad biográfica, dado que, en tiempos recientes, el autor le ha dedicado muchas horas de estudio y análisis concienzudo al tema. Aunque en sus escritos ha tocado una rica variedad de asuntos, Suárez Dávila ha sido muy penetrante en las investigaciones iniciales sobre el fenómeno político del populismo. “Estos análisis políticos de vanguardia –asegura en uno de sus juicios más clarividentes– permiten entender a amlo no como una ‘anormalidad’, un freak, sino como parte de fenómenos políticos manifiestos en el mundo y como parte de un proceso de transformaciones políticas.”
Termino esta reseña con un llamado. Un llamado a la lectura, inteligente e iluminadora. En esa categoría se ubican las memorias de Francisco Suárez. En una nota editorial aparecida en El Economista escribí que, en virtud de los tiempos que vivimos en México, de tan grande incertidumbre histórica, el libro de Francis puede leerse “en reversa”. Es decir, empezando por el epílogo que contiene una muy bien informada y documentada crítica de lo que ha sido el gobierno de la 4T. Un gobierno marcado por la destrucción y la regresión, a “contracorriente de la historia”. ~
cuenta con posgrados en economía por El Colegio de México y la McGill University, de Montreal. Trabajó por más de treinta años en el Banco de México y ha tenido a su cargo el proyecto de la historia del banco central
