A las probadas capacidades de Alejandro Rossi como filรณsofo, narrador, ensayista, traductor y maestro, habrรก que aรฑadir desde ahora la de diarista ejemplar. Decenas de cuadernos, poblados de letra digna del desciframiento paleogrรกfico, lo confirman. En sus รบltimos aรฑos Rossi se impuso la costumbre de dictar a una grabadora el contenido de algunos de esos cuadernos. Dos secretarias transcribieron ese dictado memorioso. Resultaron mรกs de mil cuartillas, que abarcan del 10 de septiembre de 1993 al 23 de diciembre de 2003. Apuntes filosรณficos, agudas reflexiones polรญticas, vรญvidas descripciones de la canalla literaria, estampas acadรฉmicas, pinceladas narrativas, descripciones de personajes โreales y ficticiosโ, detalles de la vida familiar, preocupaciones obsesivas por su salud, notas de lecturas, angustia creciente por la suerte de su obra (la escrita y la que estaba por escribir), atormentadas prosas del insomnio, divagaciones lรบcidas y ociosas, recuerdos y previsiones. La vida โtodaโ de un gran escritor. De un hombre atento al mundo en fuga.
La infinita generosidad de Olbeth Hansberg nos permitiรณ asomarnos a las vertiginosas pรกginas de este diario. Dejamos de lado las vetas filosรณficas, polรญticas e histรณricas que el diario contiene privilegiando las notas sobre literatura. Libros, autores, reflexiones sobre el lenguaje y el estilo. El diario de Alejandro Rossi debe formar con justicia parte de su obra literaria, en un lugar preponderante, al lado del Manual del distraรญdo, Un cafรฉ con Gorrondona, La fรกbula de las regiones, Cartas credenciales y Edรฉn. Vida imaginada.
El 3 de agosto de 1994 Alejandro Rossi anotรณ: โVivo muy solo y asรญ no se escribe un diario interesante. La gente quiere chismes, descripciones maliciosas de personas conocidas. Al decir esto presupongo que este diario serรก algรบn dรญa pรบblico. Me avergรผenza la idea. Me temo que la escritura, cualquiera que sea su gรฉnero, busca a los lectores, al pรบblico.โ Un diario es un testimonio privado que anhela ser pรบblico. En las siguientes pรกginas el lector encontrarรก el puntual registro de una sensibilidad y una inteligencia deslumbrantes.
Selecciรณn, ediciรณn y texto introductorio de Laura Emilia Pacheco y Fernando Garcรญa Ramรญrez
12 de febrero de 1994. Siempre he huido de la vida โimportanteโ, de las empresas โaudacesโ. Me han faltado ambiciones o me ha sobrado miedo. Y me refiero no solo a la vida mundana, mรกs bien a los proyectos intelectuales. En mi caso โquiero pensarโ se trata mรกs de una falla de carรกcter que de inteligencia. He preferido meter un pie en el agua, no lanzarme a nadar. Mรกs allรก de fatalidades biolรณgicas, significa una carencia de buena educaciรณn: hรกbitos, disciplina, control, y algo que, por variadas circunstancias, nunca tuve: seguridad en una clase social, en un paรญs, en un territorio propio. Una esencial extranjerรญa en todo. Sin duda la literatura ha sido โy a veces la filosofรญaโ la que mรกs me ha amparado. Ahora envejezco con rapidez e ignoro si habrรก tiempo para hacer algo de algรบn vuelo.
17 de febrero de 1994. Entre mรกs โopinionesโ tiene o esgrime un escritor, mรกs frรกgil es como artista. Pienso, por ejemplo, en Voltaire, un verdadero depรณsito de โfrases e ideasโ. Lo mismo George Bernard Shaw. Dicho asรญ puede sonar algo estรบpido. Lo que tengo en la cabeza es que las narraciones deben juzgar poco y no interpretar tanto una determinada historia. Hay que aprender a no tocarla demasiado, dejar que aparezca. Ayudarla a que viva por su cuenta. Es el arte mรกs difรญcil.
28 de febrero de 1994. La otra noche pensรฉ lo siguiente: que asรญ como tengo varios impedimentos fรญsicos, me queda, sin embargo, otra funciรณn que es tambiรฉn fรญsica, otra capacidad corporal: la de escribir. Escribir no es algo ajeno al cuerpo, es otra de sus habilidades, pertenece a รฉl. Escribir no estรก fuera, sino forma parte del cuerpo, como hacer el amor, comer, caminar. Si las cosas son asรญ no debo quejarme, me han dejado lo mejor del cuerpo. Por eso hay que cuidarlo.
8 de marzo de 1994. ยกCรณmo envidio la libertad de la crรญtica inglesa! Entre nosotros es impensable. Nosotros somos hipรณcritas y antidemocrรกticos.
18 de abril de 1994. Debo escribir porque de lo contrario me vuelvo loco. Quiero decir: en la tranquilidad del ocio comienzan poco a poco a aparecer las obsesiones, las angustias, los fantasmas de actos del pasado, acciones mal resueltas, mil cabos sueltos, situaciones mal solucionadas que hemos tratado de olvidar, nudos y mรกs nudos. Se cuela en el alma la terrible realidad, una hidra que siempre me vence. El vacรญo, la calma, es el teatro de esos monstruos.
24 de abril de 1994. Alguien recordรณ aquella observaciรณn de Sartre sobre la poesรญa: que trabajaba sobre la materialidad de las palabras. Si la observaciรณn se queda ahรญ, es muy parcial. El problema es justamente la modulaciรณn del significado a travรฉs de la materialidad del lenguaje: quรฉ le agrega o le quita o le modifica al significado un determinado lenguaje. El asunto es complicadรญsimo. Por ejemplo: cuando hablamos de โmaterialidadโ, ยฟen quรฉ pensamos? ยฟEn el sonido? ยฟEn la fonรฉtica? Solo en parte. Las palabras no ocupan siempre el mismo lugar en los usos del idioma. A veces es callejera y vulgar y la elegimos en un texto que no lo es para dar cierto contraste. Allรญ lo que modifica el tono del significado no es la โmaterialidadโ, sino el lugar que ocupa en el uso del lenguaje en ese periodo de tiempo.
25 de abril de 1994. Estoy harto de hacer cosas pequeรฑas. Quisiera emprender algo con mรกs vuelo, mรกs profundo, pero mi mundo intelectual y mis fuerzas fรญsicas se han estrechado. La โperfecciรณnโ de lo breve y pequeรฑo la veo ya como una condena. Es muy difรญcil que pueda salirme de esos terrenos.
El otro dรญa vi con mayor claridad un tema que me ha rondado por muchos aรฑos. Que es muy simple y muy complejo: el destino propio realizado por otro. Todo lo que Fulano se propone lo realiza, tarde o temprano, Zutano. Siempre se le adelanta. Mejor dicho: Zutano es el ejecutor de los proyectos. Ahora que lo escribo estoy seguro de haber hecho algรบn apunte en algรบn cuaderno. ยฟNo es un tema, por cierto, de Henry James? Construir ese cuento es muy difรญcil.
16 de mayo de 1994. Leรญ la รบltima novela de Garcรญa Mรกrquez [Del amor y otros demonios]. Inferior a otras, escrita con menos intensidad, repitiendo, imitรกndose un poco. Sin embargo, la leรญ con gusto. รl es un gran geรณgrafo del mundo del trรณpico, tan cercano a mรญ. Lo leo con ojos de artesano y gozo observar la carpinterรญa y las maderas que utiliza. Mรกs que una lectura es como estar en un taller. La segunda parte es mejor. Lo que tiene Garcรญa Mรกrquez es un olfato infalible para las โhistoriasโ, la seรฑal del novelista de raza. La ejecuciรณn, repito, es mรกs floja y la prosa es demasiado previsible, con descuidos, a veces, sorprendentes. Como si le hubiese faltado concentraciรณn. Pero aรบn asรญ ยกquรฉ diferencia con otros!
2 de junio de 1994. Hace un par de dรญas muriรณ Onetti. Ya viejo, de 84 aรฑos. No se movรญa de su cama desde hacรญa diez. En parte por enfermedad, pero sobre todo por elecciรณn. Una manera de retirarse de todo y de cumplir, creo, un viejo anhelo. Allรญ recibรญa, leรญa, tomaba whisky โen los รบltimos tiempos, porque antes era vineroโ, devoraba novelas policiacas y de vez en cuando escribรญa. Cuando lo hacรญa se sentaba ante una mesita en el mismo cuarto. Decรญa, como yo, que no le interesaba la realidad, esa cosa que estaba del otro lado de la ventana.
Lo conocรญ en Mรฉxico, en 1975, lo visitamos una tarde en un cuarto del Hotel Montejo, en Reforma, Josรฉ Bianco, Octavio Paz y yo. Tuvimos una conversaciรณn difรญcil, รฉl hablaba poco, estaba enfermo y quizรก algo borracho. Fue cortรฉs, pero balbuceante. Todos estรกbamos algo incรณmodos. A Pepe no le simpatizaba nada y a Octavio tampoco le entusiasmaba. El รบnico admirador franco era yo. Sigo siรฉndolo. Luego Pepe comentรณ: โes un malevo, un compadritoโ. Durante esos dรญas charlรฉ varias veces con la mujer, exviolinista, la recuerdo agotada y me llamรณ la atenciรณn que me contara tantos detalles acerca de cรณmo pasaba Onetti la noche, las dificultades, los inconvenientes fรญsicos. Pienso que es un gran escritor. Aรบn recuerdo, hace tantรญsimos aรฑos, mi asombro, mi admiraciรณn por sus cuentos. Fue una revelaciรณn descubrir que eso se escribรญa en espaรฑol. Era un escritor capaz de imponer su visiรณn en solo una pรกgina. Los รบltimos libros no los conozco. Pensรฉ visitarlo en Madrid en diciembre pasado. Quedรณ en nada, lรกstima. โEstafaโ es la palabra que mรกs asocio con รฉl.
4 de junio de 1994. Gran escritor es aquel cuyos ideales de escritura corresponden a sus talentos. ยกCuรกntas veces sucede lo contrario! Despreciamos los gรฉneros para los cuales tenemos habilidades y nos empeรฑamos en otros que no son los nuestros.
8 de junio de 1994. Anoche leรญ un estupendo ensayo acerca de Naipaul. Muy inteligente: critica literaria y retrato del autor. El trinitario dice algunas cosas interesantรญsimas. Sus ideas sobre la โnarraciรณnโ me son afines aunque รฉl escriba de otro modo. Tambiรฉn hay rasgos de su biografรญa que me tocan de cerca. ยกQuรฉ lucha para convertirse en escritor, para encontrar, en ese desbarajuste de biografรญa, el territorio propio! Todo estaba en contra. Pensando en ello me reafirmo en la idea de que mi destino es dar con esa zona, escribir desde allรญ, asumiendo plenamente la excentricidad de mi vida. ยฟTodavรญa habrรก tiempo?
9 de junio de 1994. ยกQuรฉ difรญcil es renunciar a la idea del Mesรญas! Es renunciar a la ayuda imprevista, a la protecciรณn, a la posibilidad de un destino secreto que nos salvarรก. Es renunciar, por consiguiente, a una cierta pasividad y responsabilidad. Es aceptar estar solos. Muy complicado, muy desolado. Estoy harto de esperar ayudas externas y a la vez me cuesta horrores abandonar esa forma de pensar.
Dice Naipaul que cuando escribe apenas lee a otros autores. Solo unas cuantas pรกginas para oรญr, segรบn frase de Proust, la mรบsica del escritor. En realidad es asรญ, si hay algรบn entrenamiento es suficiente para darse cuenta de la manera de un autor. Eso nos dice mรกs cosas que enterarnos, en la pรกgina final, de cรณmo enterraron a la abuela.
2 de julio de 1994. No hay nada que descubrir, ninguna clave oculta, ningรบn secreto enredado que, desentraรฑado, ordene todo. Es una forma de pensar equivocada. No hay que buscar ninguna clave perdida en los vericuetos de la infancia o la adolescencia. Esa es otra forma de esperar al Mesรญas.
3 de agosto de 1994. Vivo muy solo y asรญ no se escribe un diario interesante. La gente quiere chismes, anรฉcdotas, descripciones maliciosas de personas conocidas. Al decir esto presupongo que este diario serรก algรบn dรญa pรบblico. Me avergรผenza la idea. Me temo que la escritura, cualquiera sea su gรฉnero, busca a los lectores, al pรบblico.
6 de septiembre de 1994. Es increรญble cรณmo dependemos espiritualmente de las circunstancias: el espacio familiar, la belleza o el afecto por determinados objetos, el color de una cortina, una cierta luz, un mueble, tonos, colores โtodo eso cambia la manera de pensar en el mundo, estimula, alegra o incitaโ. Cuando se rompe un orden espacial o estรฉtico perdemos la orientaciรณn mental, somos animales extraviados.
29 de diciembre de 1994. Desde mi estudio oigo un ruido como de castaรฑuelas: ยฟpodrรญa ser un sapo? ยฟO una gitana que me invita a seguirla?
30 de diciembre de 1994. Es muy bueno el texto de Edmund Wilson sobre la visita que le hizo a Santayana en Roma cuando este vivรญa en el convento de las monjas inglesas [โSantayana at the convent of the blue nunsโ]. Aunque eran personas muy disรญmbolas, Santayana impresiona enormemente a Wilson por su dignidad, por su lucidez, por su elocuencia, por su elegancia lingรผรญstica. Pero yo creo que es por algo que no sรฉ cรณmo expresar: algo asรญ como โla sabidurรญa para aceptar la vidaโ, sin quejas, sin alusiones a la materialidad de las situaciones, sin nostalgias, convencido de que lo importante es vivir โese respeto tan profundo que tanto admiro y del cual no soy un buen ejemploโ y pensar. Lo de menos es el pequeรฑo cuarto, la cama estrecha, los ochenta y pico de aรฑos. Wilson lo ve como una muestra, un avatar tal vez, de la inteligencia de Occidente o de la especie. En un momento dado, Wilson escribe algo de Santayana que me recordรณ al Aleph. O sea: lo ve como un Aleph. La nobleza de la inteligencia.
3 de enero de 1995. Hay algo chocante en los รบltimos libros de Calvino: parece que escribe para asombrar a los semiรณlogos.
4 de enero de 1995. Quien no admite la derrota, quien siempre quiere ganar, es un traidor en potencia.
9 de octubre de 1995. Cuando hablo de la memoria como narraciรณn no pienso tanto en el hecho conocido de que la memoria cambia y altera los acontecimientos, selecciona, descarta, etc., etc. โtodo esto estรก asimilado por la literatura y asumido retรณricamenteโ, cuanto en el contexto que requerimos para recordar. En el caso de Alexander Luria es la invenciรณn de una escenografรญa y de una especie de escena en la que inserta โo en la que aparece la palabra que se desea recordarโ. ยฟPor quรฉ no la recuerda directamente? ยฟPor quรฉ se necesita ese contexto? Si fuese asรญ, ยฟse trata simplemente de un recurso mnemotรฉcnico o es una indicaciรณn de que recordar siempre exige una historia? Yo puedo recordar los ojos verdes de mi padre en forma aparentemente aislada. Es verdad. Pero si aprieto un poco, me doy cuenta de que tambiรฉn โveoโ su cara, su peinado, su rostro, que advierto su edad, que estรก vestido de este o del otro modo, que se encuentra en tal o cual sitio. ยฟQuรฉ significa, entonces, recordar solo sus ojos verdes? ยฟNo es mรกs bien como una segunda โoperaciรณnโ, en la que abstraigo los ojos de ese rostro, de esa historia? ยฟLo contrario es posible? ยฟRecordar los ojos de alguien sin saber, sin recordar otras cosas de esa persona? Me atrae la idea de que recordamos en una historia: la memoria es una narraciรณn, todos somos escritores, todos vamos componiendo nuestra novela particular.
13 de octubre de 1995. Debo apretar mรกs lo del discurso [โCartas credencialesโ, discurso de ingreso a El Colegio Nacional, leรญdo el 22 de febrero de 1996]. Manejar, por ejemplo, varios temas. Alguna reflexiรณn sobre filosofรญa y literatura en el mundo de lengua espaรฑola. ยฟHa intervenido la literatura en la filosofรญa? ยฟEstilรญsticamente? ยฟComo visiรณn de mundo, como cantera de creencias? ยฟY la filosofรญa? En Borges, claro, aunque no es una filosofรญa hispana. ยฟEn Octavio? Creo que sรญ. Pero ยฟestilรญsticamente? Ciรฑรฉndonos a los รบltimos cincuenta aรฑos, la filosofรญa (estilรญsticamente) bebe en fuentes anglosajonas y francesas. Borges tiene influencia sobre ciertas prosas filosรณficas (filosofรญa analรญtica y temas cercanos). ยฟHay cruces, coincidencias entre las visiones de mundo? Como parangรณn: a pesar de las diferencias, Ortega coincide con muchos propรณsitos de la generaciรณn del 98. ยฟHay algo asรญ entre nosotros? ยฟNo serรญa interesante saber quรฉ lecturas literarias hicieron los grandes filรณsofos? ยฟDe dรณnde saliรณ la prosa de Gilbert Ryle? ยฟQuรฉ leyรณ Descartes? ยฟHay un estudio estilรญstico sobre Ortega? ยฟPor quรฉ en las historias de la literatura no se incluye la prosa filosรณfica? Lo cual me lleva a otra pregunta: ยฟquรฉ es escribir bien? ยฟHacer, proponerse, crear literatura? Por supuesto que no: hay que distinguir entre escribir bien y crear literatura. No todos los grandes escritores son โliteratosโ. ยฟDe dรณnde viene la magia estilรญstica de Wittgenstein? ยฟLa estupenda prosa de Willard Van Orman Quine? Puede plantearse una gran variedad de preguntas. Ortega, por cierto, hablรณ de algunas grandes metรกforas filosรณficas. Cabe decir que existen grandes artistas, grandes prosas (obras de arte) que no intentan hacer arte, ser literatura. El tema de mi llegada a la literatura, el tema de mis maestros: las personas y los libros. Aquรญ podrรญa entrar el tema de las dos lenguas, de la lengua materna: el precio de la poesรญa. La anรฉcdota de la โcucharitaโ. La doppia sponda. Si las voces de la infancia forman el tesoro lingรผรญstico de un escritor, las palabras vivas, ยฟcuรกles son las mรญas? ยฟEn quรฉ lengua las pronuncio? ยฟHablar de mi infancia en espaรฑol es una traducciรณn? Tambiรฉn podrรญa incluir el asunto del exilio y la memoria: debรญa recordar, debรญa saber, mostrar quiรฉn soy: la literatura me sirviรณ para eso. Para recuperarme un poco, para quitarme los disfraces. No la sinceridad, sino las voces propias, que pueden tal vez ser artificiosas y retรณricas.
22 de octubre de 1995. El relato autรฉntico serรญa aquel que narrara cรณmo una gran inteligencia se licua en la pereza, el miedo y la angustia. Poco a poco se pierde, como esos bultos que desaparecen en el agua y al final solo se ven unas cuantas burbujas.
Lo inmoral es convertir el fracaso personal en una barata filosofรญa escรฉptica.
Me llama la atenciรณn que en Mรฉxico no se haya dado la poesรญa, digamos, del โfuncionarioโ: las frustraciones y los anhelos, los refugios, los lamentos, la comedia del engaรฑo del hombre de corte. Ha habido un clima polรญtico que deberรญa haber propiciado esa literatura. Como la china clรกsica, por ejemplo. O en los poetas latinos. ยฟDรณnde estรก el Horacio mexicano, con su casa en Cuernavaca? ยฟDรณnde estรก Po Chรผ-i? Quizรก el Novo viejo se acerca a eso.
La idea de que en ocasiones el desorden literario se confunde con el latido de la vida.
ยกQuรฉ energรญa se requiere para enfrentarse a una idea grande y complicada, ir detrรกs de ella como un cazador, desplegarla, recorrer todos sus meandros, dominarla, agotarla! El Eros intelectual, tan celebrado y tan cierto.
Mis grandes mitos son el padre perdido, la lengua abandonada y el exilio permanente. Hay que hacer la distinciรณn entre exilio y extranjerรญa.
5 de noviembre de 1995. ยกCuรกntas veces la crรญtica literaria โaun la mejorโ olvida la escritura y solo busca al autor! La biografรญa, la reconstrucciรณn de una grande o pequeรฑa visiรณn de mundo personal, como si se tratara de encontrar el sitio exacto desde el cual se hizo la fotografรญa. ยฟSerรก que en el fondo no se cree en el mundo narrado? El autor serรญa el รบnico personaje interesante. La convicciรณn de que la literatura es confesiรณn.
16 de noviembre de 1995. Pienso que la literatura es crear con materiales lamentables. Con materia en ocasiones trivialรญsima: apariencias, miradas, formas de vestir, la comedia, la espuma de la vida.
10 diciembre de 1995. ยกSalten, delfines! ยกPiรฉrdanse en la noche! ยกAplaudan los trucos, celebren al mago!
11 de diciembre de 1995. Nunca he encarado el asunto de la lengua materna. En parte por una tonta vanidad, la de no ser un habitante de segunda clase en el espaรฑol. Como si se tratara del origen y no de la realidad del idioma que poseo. Pero asรญ es. Me ha dado miedo descubrir que la aprendรญ como segunda lengua y que servirรก como la confesiรณn de una situaciรณn vergonzosa, la de un inmigrante que entra en casa ajena. Que estuviera practicando algo que no me pertenece. Que, por eso mismo, heredara unos defectos insuperables. Mรกs profundamente, que alguien me acusara de impostor, de ladrรณn.
17 de diciembre de 1995. Pero la lengua materna fue el italiano y hasta mis once aรฑos fue el idioma mรกs familiar, el que conocรญa mejor. ยฟNo confiesa Borges que el suyo fue el inglรฉs? ยฟQuรฉ consecuencias tuvo este hecho? Creo que las siguientes: una cierta incapacidad para escribir poesรญa en espaรฑol: quizรก hubiese podido remediarlo con prรกctica. El caso es que en italiano, que ejerzo tan poco, me salen con mayor facilidad el verso y la rima. Mรกs importante aรบn: hay ciertas zonas de experiencias, de recuerdos que estรกn en italiano, que si los fraseo en espaรฑol (lo he hecho) adquieren una cierta lejanรญa, un vago aire de traducciรณn. Me pregunto quรฉ sucede con los trozos de vida que sucedieron en espaรฑol. ยฟAhรญ no hay ese tono? Sin pensarlo mucho, me parece que no. ยฟQuรฉ, sentimos, vivimos con los idiomas? Otra cosa indudable: โla palabra vivaโ, la que estรก en la infancia, la que se confunde con las cosas, la que no es sรญmbolo, sino representaciรณn, es italiana, no espaรฑola. Tal vez por eso el difรญcil trรกnsito hacia la poesรญa. ยฟSerรก esa la clave: esta vaga distinciรณn entre โsรญmboloโ y โrepresentaciรณnโ, el fenรณmeno que se suscita cuando el objeto se โtransfiereโ en sonido, color, masa, a la palabra? ยฟCuando el lenguaje โdigรกmoslo asรญโ es la realidad? Piรฉnsese en la situaciรณn en la que hablamos un idioma aprendido: sabemos de quรฉ es sรญmbolo la palabra y a la vez sentimos que el objeto quedรณ lejos: tenemos la clara experiencia de manejar un sรญmbolo. Mรกs referido a nuestro lenguaje original que al mundo. ยฟMe sucede asรญ con todo el arco del castellano? Ciertamente, no. Pero quizรก tambiรฉn sea cierto que mi trato con el idioma no es el de los nacidos en la lengua. Esta situaciรณn excรฉntrica favorece ciertas estrategias literarias, determinada manera de encarar la escritura. Antes de que me olvide: ยฟsentirรฉ mรกs, por ejemplo, la poesรญa italianizante, Garcilaso, etc.? ยฟCuรกles son esas estrategias? Se me ocurre que una inclinaciรณn por las โprosas de precisionesโ: es algo que se da en Borges y Nabokov, un afรกn de magia cristalina, un cuidado muy ordenado y reflexivo en la colocaciรณn de las palabras, una lejanรญa โo imposibilidadโ del terreno inconsciente del lenguaje. Prosas, por consiguiente, lingรผรญsticamente โdeliberadasโ. Una tendencia, tambiรฉn, a la โartificialidadโ y cautela frente al lenguaje de las emociones. Otra caracterรญstica mรกs: un afรกn de correcciรณn, de propiedad. ยฟComo si desconfiara de la espontaneidad lingรผรญstica? El gusto por el epigrama, la sentencia o โen el extremo de lo mismoโ el placer por los juegos de palabras, retruรฉcanos, etc. Me parece que todas estas notas se acomodan a los que escriben con un lenguaje de โsรญmbolosโ, mรกs que de โrepresentacionesโ. Mรกs enamorados de las palabras que de los objetos. (ยฟY Gรณngora?)
Seรฑoras y seรฑores, ha llegado fatalmente la hora: no del olvido, mรกs bien la del adiรณs pasajero, los pรกjaros estรกn adormecidos, el ganado se recoge, los perros aรบllan de melancolรญa, pesan los pรกrpados, el viento se lleva las sobras del dรญa, se encienden las luces de los hombres. Muchas gracias.
30 de diciembre de 1995. En el fondo estamos atados a nuestros temas, nos guste o no. La libertad estรก en la elaboraciรณn simbรณlica. Debemos, pues, dejarnos llevar por nuestra corriente imaginativa, no tenemos otro rรญo.
2 de enero de 1996. Releรญ la conferencia de Kundera sobre Kafka. Muy inteligente. Sin embargo, es un material ya masticado histรณricamente. O literariamente. Se me quedรณ en la cabeza una observaciรณn: cรณmo de su microhistoria Kafka inventa o descubre una verdad universal de la condiciรณn humana. Mรกs allรก de su tiempo histรณrico, de la polรญtica de su รฉpoca. Ahรญ estรก la gracia del escritor de genio. Dar con unos rasgos encarnados en una realidad personal y fechados que son, sin embargo, esenciales, eternos. Habrรญa que preguntarse: ยฟcuรกl es la situaciรณn particularรญsima que vivimos en Mรฉxico y que es la portadora de una esencialidad del hombre?
8 de enero de 1996. Ser uno mismo: el รบnico ideal valioso. Hay que lograrlo, cueste lo que cueste. Cuando se alcanza, aunque sea en parte, ya no hay vanidad. La hay cuando se imitan voces. Son โadornos artรญsticosโ.
26 de abril de 1996. Pensaba hoy que Borges me propuso el modelo, el camino para acceder a cierta ambiciรณn sin tener que abandonar mi vida lateral. De otra manera: desde mi locura personal Borges me hizo ver que era posible lograr algo a partir de piezas cortas, gรฉneros menores, al mรกximo un ensayo o un cuento, las รบnicas medidas a mi alcance dada, dada, repito, esa vida tan escondida y sistemรกticamente apartada de cualquier empresa de fuste. Por eso en mi caso la ideologรญa del fracaso, del anonimato, de la brevedad. Tambiรฉn intervenรญa la creencia โtambiรฉn quizรก derivadaโ de que lo perfecto nunca era abundante, al contrario: unas cuantas pรกginas ya intocables. El artista se pasaba la vida cazando ese momento fantรกstico en que centra el blanco con la bala de cobre. Si alcanzaba esa felicidad, podรญa abandonar la pluma-rifle y dedicarse a contemplar las puestas de sol.
10 de mayo de 1996. ยกQuรฉ escritor Cรฉline! De ahรญ viene Henry Miller como un parto perfecto. ยกQuรฉ relamidos somos casi todos junto a รฉl! Es el humorismo de la rabia y de la destrucciรณn. Me gusta muchรญsimo, pero tiene grandes limitaciones. Aparte del estupendo gesto, de la descarga bienhechora, del formidable insulto, de la risa casi siempre reprimida ante tanta mierda y santidad falsa โuna vez admitidas estas maravillasโ, ยฟquรฉ hacemos despuรฉs?, ยฟtiramos bombas, nos pegamos un tiro? ยฟO seguimos orinรกndonos en las paredes hasta el dรญa de la muerte?
6 de agosto de 1996. Es verdaderamente difรญcil vivir sin creencias โactivasโ. Ni religiosas, ni sociales, ni humanitarias. Es decir, sin algo que ordene y dispare la conducta. Un vacรญo que cuando se une a la parรกlisis de la escritura es โa secasโ mortal. Un nihilismo de la conducta. Como no es cosa de volverse mahometano de la noche a la maรฑana, la รบnica salvaciรณn es el trabajo.
Recordar, una y otra vez, que nada viene de fuera.
13 de agosto de 1996. Volvรญ a leer anoche โen la antologรญa de Guillermo Sucreโ โMetempsicosisโ de Darรญo. ยกQuรฉ gran poema! Solo una palabra me desconcierta, al final: โbromaโ. Tambiรฉn le echรฉ un ojo a Vallejo y tuve la mala suerte de dar con versos manieristas y vanidosos. La indignaciรณn frente a la Guerra Civil es comprensible y el asunto histรณrico les da a los poetas hispanoamericanos una raรญz, un suelo mรกs amplio. Sin embargo, esa enorme polvareda de Vallejo es bastante descabellada.
24 de agosto de 1996. Cรฉline, tanto genio literario y tan profundamente estรบpido ideolรณgicamente. En esta zona era el hijo de la portera, el pobre diablo resentido y esquinado: esos inmensos orgullos hechos de puro resentimiento. ยกPero quรฉ escritor! ยฟQuรฉ significa que pueda darse ese fenรณmeno?
10 de febrero de 1997. Una diferencia entre el cine y la literatura es esta: el cine, el mejor cine, se ha hecho con la espuma de la vida, con la comedia social, con las apariencias, con el material anรณnimo de la vida. Cada vez que enfrenta los grandes temas que constituyen la gran literatura, fracasa. Recordamos una mirada de la fascinante Alida Valli en Viena, Lauren Bacall fumando, De Sica caminando por un andรฉn de la estaciรณn de Roma, los ojos de โLauraโ, cosas asรญ, la divina sonrisa de Ava Gardner. Ese es el material del cine. La suprema literatura tiene eso y algo mรกs.
23 de febrero de 1997. Leรญ un lindo artรญculo sobre la relaciรณn entre Vera y Vladimir Nabokov, una colaboraciรณn estrechรญsima. Una maravillosa uniรณn que vale por la patria, los desaires de la historia y a lo mejor tambiรฉn por el exilio lingรผรญstico. Me entero que al llegar a Estados Unidos le costaba mucho escribir en inglรฉs, claro, en ese inglรฉs cristalino, espejeante. No para pedir una hamburguesa, por supuesto. ยกQuรฉ admiraciรณn le tengo! ยกQuรฉ ejemplo tan extraordinario de concentraciรณn artรญstica! Atravesaba todas las dificultades, saltaba sobre todos los obstรกculos, una fuerza, un viento, que no dependรญa ni de las circunstancias ni de los idiomas ni de los paรญses. Tambiรฉn la defensa de su intimidad, de su tiempo, la inmensa capacidad de trabajo. ยกQuรฉ pareja ilustre, quรฉ ejemplo de que se puede sobrevivir a todo! Esas anรฉcdotas de Vera y Vladimir en Cornell son divertidas y muy extraรฑas: esa mezcla nabokoviana de seriedad ante el trabajo y de teatralidad, de magia.
2 de marzo de 1997. La admoniciรณn de Octavio recuerda la de Gombrowicz cuando desde la cubierta del barco, al dejar Buenos Aires, les gritaba a los amigos jรณvenes que lo despedรญan: โยกOlviden a Borges, olviden a Borges!โ
Solo hay que tener cuidado del โborgismoโ, no de Borges. ยฟCรณmo escapar, por otra parte, a su influencia? ยฟCรณmo asimilarla sanamente? Si hay algรบn talento, no pasa nada. Lo insensato serรญa no estar influido por Borges.
16 de junio de 1997. He estado leyendo la Carta al padre de Kafka. Muy difรญcil resumir la impresiรณn. Es un texto fundamental para comprenderlo. La autoridad arbitraria, el juicio incomprensible, la culpa permanente, la terrible liga entre el amo y el esclavo, la imposibilidad de escaparse, de libertad, la sensaciรณn de no existencia. En dos o tres ocasiones, sin embargo, menciona Kafka la escritura como รบnico territorio propio. Tambiรฉn salta en cada pรกgina la ferocidad, la rabia, la ira terrible. Pero con el convencimiento de que el โmundo es asรญโ, irremediablemente.
19 de julio de 1997. En el fondo โaunque parezca excesivoโ a mรญ nunca me ha importado afirmar o demostrar esto o aquello al escribir literatura, sino el estilo, entendido, claro, en el sentido mรกs amplio. Como si afirmara: la literatura no es para hablar del mundo, sino para inventar mundos.
31 de enero de 1998. Ahora que he leรญdo mรกs en italiano y que tambiรฉn lo he hablado mรกs, me entra una sensaciรณn desconcertante de que ese es, en realidad, mi verdadero idioma, me envuelve y crea la ilusiรณn de que es la รบnica lengua y que las demรกs son postizas. Tengo miedo ademรกs de que esto se mezcle con la falta de memoria de la vejez y que el castellano, en cierto modo un idioma aprendido, se diluya un poco y me quede a medias. Me he fijado, por ejemplo, en que me vienen a la cabeza palabras muy especializadas y precisas en italiano y, en ocasiones, no sรฉ la contraparte espaรฑola. Esto se relaciona tambiรฉn con otro fenรณmeno: que el espaรฑol hispanoamericano es famosamente impreciso para nombrar objetos a veces muy cotidianos. Nuestro idioma es abstracto. En italiano โcomo en el castellano de Espaรฑaโ no hay esa vaguedad. Cuando un escritor, digamos, argentino, es muy preciso, por lo general en Mรฉxico no lo entendemos. Y al revรฉs. Nuestro idioma โcomรบnโ es muy genรฉrico.
15 de febrero de 1998. En Italia es tan intensa la presencia del clasicismo, tan esencial la formaciรณn de los escritores, que cualquier vanguardia o modernismo les parece, en el fondo, una broma. Se divierten con el juguete, pero como si pensaran que en el fondo es una estupidez. Lo serio, lo autรฉntico, es lo otro. Aun en Montale, tan moderno, tan personal, el mundo clรกsico y sus sacerdotes โlos filรณlogosโ estรกn allรญ como sombras observantes. รl camina despacio, sin hacer ruido, mirรกndolos de reojo. Lo que sรญ abunda en Italia es la fantasรญa lรบdica, la sรกtira. Pero eso es un gรฉnero clรกsico, permitido en las mejores familias.
20 de marzo de 1998. El martes pasado fui a la embajada inglesa a la comida en honor de George Steiner. Muy simpรกtica la reuniรณn. Me agradรณ Steiner. Carรกcter abierto, con mucha prรกctica de alternancias diversas, sumamente profesional en el trato social e intelectual. Nos entendimos abbastanza bene, hay chispas de simpatรญa mutua. Conversamos sobre Pushkin โel libro de Serena Vitale, Il bottone di Puลกkin, que leรญ por sugerencia de una nota precisamente de Steiner en The New Yorkerโ, sobre Heidegger, Arendt, Jaspers, Florencia y tal vez algรบn otro tema. Me estimulรณ la charla y entiendo que si hubiese habido o hubiera oportunidades podrรญamos ser buenos conversadores. Comparto con รฉl el peso y la gloria de la extraterritorialidad, el amor a la erudiciรณn verdadera, el deseo de no someterse รบnicamente a la esfera literaria. Envidio su saber y su seguridad cosmopolita y lingรผรญstica. Su padre espiritual es la cultura centroeuropea y el universo cultural judeogermano. Es un rasgo que comparte, por ejemplo, con Arendt.
11 de abril de 1998. En el fondo creemos que el lenguaje no nos limita: en castellano, por ejemplo, podemos decir todo lo que se expresa en otro idioma. Mejor dicho: habrรก algunas limitaciones expresivas, pero el 99% del โcontenidoโ se traslada a nuestra lengua. ยฟNo estรกn ahรญ las traducciones para probarlo? En un planteamiento tan superficial y tan grueso es difรญcil matizar y distinguir. Como una concesiรณn se agrega: bueno, en la literatura las cosas no son tan obvias: se pierde la mรบsica especรญfica, la intimidad de una comunidad, al perder particularidad el lenguaje ya no caracteriza tanto a los personajes, no percibimos la secuencia en la historia literaria de esa lengua, la obra se convierte en una especie de hongo aislado, etcรฉtera. Yo dirรญa que lo anterior francamente es mucha pรฉrdida. A donde voy es a esto: ยฟhay efectos, tonos, valores, en suma, รบnicamente literarios que es imposible expresar, crear en castellano? ยฟTiene sentido la conclusiรณn de que en teorรญa debe haber escritores que serรญan mucho mejores en otras lenguas? ยฟQue si redactaran en inglรฉs serรญan mรกs inventivos, mรกs seguros? ยฟHay algรบn ejemplo? El caso paradigmรกtico siempre es Nabokov. Lo malo es que no puedo comprobarlo por mรญ mismo. Aquรญ se insinรบa un tema interesante: una historia de nuestras traducciones en el siglo xx: cรณmo los traductores han โo noโ modificado nuestro idioma. O sea: las influencias literarias a travรฉs del idioma de los traductores. ยฟHan sido una influencia importante en nuestra literatura de los รบltimos cincuenta aรฑos? Es un tema interesantรญsimo.
14 de junio de 1998. La grandeza de los relatos de Borges consiste en que cada uno de ellos, mรกs allรก de la calidad narrativa, es una metรกfora que se independiza del mero lenguaje.
27 de julio de 1998. Encontrรฉ en un papel estรก vieja anotaciรณn: โyo vine a la literatura para liberarme de las teorรญas, de las exigencias y obsesiones conceptuales, del juego de la verdad y la falsedad. Octavio, por el contrario, querรญa llegar a las teorรญas por el sendero de la literaturaโ.
31 de agosto de 1998. Nuestras incapacidades lingรผรญsticas las convertimos en una tesis mayor: que el lenguaje no apresa la realidad. Por ejemplo: recuerdo una escena, la escribo y me doy cuenta de que no he expresado ni la mitad de lo que tenรญa en la cabeza. ยฟDe quiรฉn es la culpa, del lenguaje o mรกs bien de mi incapacidad como escritor? En ocasiones, no lo olvidemos, sรญ tenemos la sensaciรณn de haber โagotado el temaโ. La pregunta clave es esta: โยฟDรณnde estรก, cuรกl es esa realidad que el lenguaje no recoge? ยฟCรณmo se identifica? Seguramente responderรญan mencionando las cosas de percepciรณn visual o auditiva o precisamente los recuerdos.
17 de octubre de 1998. Decรญa en esa conversaciรณn de pie que nuestra cultura, nuestra retรณrica pรบblica, nos solicita mรกs la pรกgina breve que el tomo de dos mil cuartillas. Que debemos tomar con mรกxima seriedad la escritura del prรณlogo, de la solapa, de la presentaciรณn, de la nota bibliogrรกfica. Hay que empeรฑarse y escribir con gran rigor esas lรญneas. El caso supremo para mรญ es Borges, cuya obra, en buena medida, estรก formada de esas pรกginas. No caigamos en la trampa de redactar desganadamente con el pretexto de que lo importante es aquella obra extensรญsima que ya lleva seis aรฑos. Cuidado, luego descubriremos que esas cuartillas sueltas son lo รบnico que vale la pena.
He leรญdo โยกcreo que por vez primera!โ al asombroso Raymond Carver. Buenos todos los cuentos y algunos francamente extraordinarios. Si tuviese que elegir uno serรญa โVecinosโ. Literatura callada, mejor aรบn, literatura silenciosa, no nos agobia con palabras y mรกs palabras, pequeรฑas teorรญas, discursos, tesis sobre esto y aquello, opiniones, opiniones, opiniones. Literatura silenciosa y literatura ruidosa. Buena distinciรณn. รtil.
1ยบ de noviembre de 1998. Sobre Faulkner. He leรญdo โยฟreleรญdo?โ tres cuentos: recordaba uno de ellos, el famoso โA rose for Emilyโ. La escenografรญa es maravillosa, todos tienen un punto dramรกtico, un foco de atenciรณn poderosรญsimo, eso es lo que mรกs impresiona. La ejecuciรณn de โDr. Martinoโ es defectuosa, pero el foco de atracciรณn es formidable. A veces melodramรกtico, a veces trรกgico, siempre en enorme tensiรณn. Si tuviese que enunciar algรบn โdefectoโ, dirรญa que los cuentos traen demasiada historia, como si fueran resรบmenes de novelas. De paso: es el indudable maestro y antecesor de Garcรญa Mรกrquez. Le saca muchos manierismos el colombiano: la psicologรญa como destino, la definitividad de las decisiones, etc.
15 de diciembre de 1998. Pensaba hoy que me gustarรญa haber escrito un libro con grandes murallas, que hicieran difรญcil el acceso y con una gran vida interna, muchos lรญos y complicaciones. De literatura o de filosofรญa. Caigo en la cuenta de que pienso en una suerte de ciudadela. Muy difรญcil que lo escriba. Un libro que fuera como un oscuro e imponente tรญtulo nobiliario. Que nadie, despuรฉs de ver la tarjeta de visita, se atreviera a preguntarme dรณnde nacรญ o el nombre de un tรญo mรญo.
22 de febrero de 1999. La literatura como una forma de vivir, de conversar dรญa a dรญa, de describir la mรกxima experiencia posible con letras. Lo contrario de la literatura como acertijo, como tiro al blanco, como si se tratara de dar en el clavo una vez y como si luego todo el resto no importara nada.
13 de marzo de 1999. Nada he dicho de la muerte de Bioy Casares. Muriรณ a las 7:15 p. m. del lunes pasado. De ese grupo maravilloso ya no queda nada. Fueron los que me enseรฑaron quรฉ es la literatura. Me formรฉ en sus libros, en los autores que recomendaban, en las antologรญas que armaron. Me acompaรฑรณ como un preceptor, como un standard. Habrรญa sido fantรกstico haberlo conocido de joven. Sus libros estuvieron literariamente siempre al lado mรญo. Cosa rara: hace unas tres o cuatro semanas di con dos fotografรญas suyas y elegรญ una de ellas para ponerla en la sala. Ahรญ estรก. Cuando vino la รบltima vez a Mรฉxico me firmรณ la primera ediciรณn de La invenciรณn de Morel y de El perjurio de la nieve. Me produce mucha soledad su ausencia. En esa ocasiรณn comimos juntos varias veces y tambiรฉn intervine en una mesa redonda en la facultad, en un auditorio lleno a reventar que le tributรณ un aplauso interminable.
20 de marzo de 1999. He leรญdo bastante poesรญa de Tomรกs Segovia. Apunto ahora algunas observaciones: llama la atenciรณn la voz tan espaรฑola. Es profuso, no busca el verso como cicatriz, poca concentraciรณn verbal. Le falta una dosis de โvallejismoโ. Por supuesto, su dicciรณn es a veces maravillosa y tiene un grandรญsimo dominio prosรณdico. Gran poeta, aunque muy abstracto, una suerte de conversaciรณn que nada me dice, reflexiones complicadas que no tengo deseos de descifrar. Es difรญcil que me dรฉ una cachetada y me obligue a fijar la atenciรณn. Montale โinsuperable brevedad acรบstica y simbรณlicaโ sostiene que los poetas espaรฑoles tienen una facundia excesiva. ยฟSerรก cierto? El amor es su tema central, casi siempre contemplativo o nostรกlgico, la ausencia de ella. Falta la concepciรณn latina del amor como una guerra feroz, llena de bajezas, de golpes traicioneros. Quien se enamora entra en batalla. Tomรกs la contempla y describe los efectos de su ausencia. Me gustan muchรญsimo sus paisajes. Seguramente soy injusto y doy la impresiรณn de no reconocer su altรญsima calidad. Repito: es un gran poeta.
2 de marzo de 2000. Estoy harto de escribir cosas pequeรฑas. Estoy quizรกs en mis dรญas mejores y no tengo un tema, es decir, demasiados son los que me revolotean en la cabeza. Me he acercado a la filosofรญa โentre Heidegger y el pragmatismoโ, pero me doy cuenta de que el asunto es durรญsimo y no quiero ni comentar a otros ni tampoco hundirme en un pozo desesperado. Es necesario mantenerme cerca de la literatura. Es difรญcil reflexionar sobre asuntos filosรณficos y mantener la ilusiรณn acerca de la comedia de la vida. Me aburre leer novelas. El ideal serรญa un libro terso como diamante, clarรญsimo y lรญmpido de ideas. Como El prรญncipe, se me ocurre. Un libro en el que pudiera hablar de filosofรญa, de personajes, ideas, contar un cuento, reflexionar. ยฟEstoy hablando del Manual? Julio Ramรณn Ribeyro soรฑaba algo asรญ. Tambiรฉn desearรญa escribir un texto filosรณfico que me sirviera para doctorarme: las deudas de la juventud. Fue una estupidez no hacerlo entonces. Seรฑoras y seรฑores, lo que sucede es que quiero escribir un ยกยกclรกsico!!
5 de mayo de 2000. La ilusiรณn, que no me abandona, de escribir una prosa โverdaderaโ, sin cortesรญas, sin dengues, sin censuras y coqueterรญas estilรญsticas. A veces oigo esa mรบsica.
17 de septiembre de 2000. Nunca olvidar que la brรบjula es el estilo, el tono, lo รบnico que puedo reivindicar como mรญo.
12 de octubre de 2000. Aรบn en una traducciรณn sin mayor lucimiento, la Eneida es maravillosa. No tanto por el verso individual โque en esas versiones se pierdeโ cuanto por el universo que suscita. Roma, Troya, Cartago. De nuevo la nostalgia de haber sido un clasicista.
30 de diciembre de 2000. Una de las consecuencias de la lectura de Ravelstein es haberme dado cuenta vivencial de que no tengo que inventar personajes: son sencillamente mis amigos, las personas que me rodean. Describirlos, cambiarles nombres, quitarles virtudes aburridas, agregarles sabrosos defectos.
24 de abril de 2001. Se requiere una gran dosis de narcisismo para creer que nuestras pequeรฑas aventuras familiares son dignas de escritura y de interรฉs para otras personas. El autor las vive con una magnificencia, con una mitologรญa tan fuerte que, si es capaz, la trasmite al lector. Y el estilo, por supuesto.
6 de julio de 2001. Leyendo a Piglia se me ocurriรณ, en un instante, un posible relato que me excitรณ la imaginaciรณn. Al rato me dije: ยกpero esto es El proceso! Ha pasado un dรญa y ahora me doy cuenta de que es y no es Josef K. Al final acepta la condena que รฉl, sin conocer los motivos, considera irrevocable. Lo mรญo, en realidad, es una variante. Un detective, digamos, lo considera sospechoso de haber cometido un crimen y lo encarcela. Se prueba que es inocente, pero el detective le dice: โUsted se salvรณ de esta, pero usted es un criminal. Un dรญa de estos lo pesco.โ El personaje estรก convencido de que algo debe haber hecho, de lo contrario (digamos) no se sentirรญa tan mal. Estรก convencido de que el policรญa tiene razรณn y entonces comienza la larga bรบsqueda en su memoria de las posibles situaciones en que podrรญa haber cometido un crimen. Esa parte es el corazรณn de la narraciรณn. Ignoro si el tono es cรณmico o trรกgico, pero la recreaciรณn de situaciones puede ser divertida y variada. Busca la ayuda del detective, se reรบnen, casi le paga para que lo ayude. Visita sus oficinas, lo invita a la casa, se pasan horas en un bar. El que poco a poco se desanima, sobre todo al final, es el detective: โvรกyase a la mierda, usted es un mentiroso, usted no hizo nadaโ.
4 de diciembre de 2001. Ayer por la noche muriรณ Juan Josรฉ Arreola. Ya le tocรณ tambiรฉn a รฉl. 83 aรฑos, los รบltimos dos o tres enfermo, casi en estado vegetal. Hidrocefalia. Hacรญa mucho tiempo que no lo veรญa, aunque siempre me sentรญ cercano a รฉl. Lo admirรฉ enormemente, creo que era un gran artista, encarnaba la idea, la magia del acierto continuo, irradiaba creatividad, invenciรณn, gracia. Actor de genio, pastichero de alto vuelo, parecรญa vivir dentro de una interminable obra teatral. Varia invenciรณn y Confabulario fueron muy celebrados en los aรฑos cincuenta, mรกs en los primeros que en los รบltimos, luego Rulfo opacรณ su fama pรบblica y segรบn pasaban los aรฑos crecรญa Juan y se arrinconaba Juan Josรฉ. Como si Rulfo fuese un gigante y Arreola un escritor ocurrente, pero sin mucha importancia. Una forma muy injusta de juzgar a Juan Josรฉ, maravilloso prosista. Esa picardรญa en su vida y en su prosa eran como de otra geografรญa: lo veo en Parรญs โla ciudad perfecta para รฉlโ, tambiรฉn en Roma y en Madrid. Curioso decir esto de una persona tan fuertemente ligada a la provincia, a Ciudad Guzmรกn, en Jalisco. Habรญa en รฉl algo aรฉreo que no encajaba en la pesadez y gravedad del indรญgena o en el mestizo inseguro y engolado. Los aรฑos de mayor cercanรญa fueron los del ping-pong, los sรกbados repletos de muchachos y amigos, y aquellos domingos en los que conversรกbamos solos y peloteรกbamos un par de horas. Horas, por cierto, inolvidables. La รฉpoca en que Juan Josรฉ me venรญa a buscar en motocicleta para ir a jugar en no sรฉ dรณnde. Un talento extraordinario. Muy difรญcil, por supuesto, estar cerca de รฉl, muy difรญcil Juan Josรฉ, a su pequeรฑa corte le exigรญa atenciรณn constante y les chupaba la sangre como el vampiro mรกs voraz. Guardamos, por suerte, una magnรญfica distancia. Su obra ha sido tontamente olvidada. Estรก muy presente en mรญ Juan Josรฉ. Me encantarรญa volver a verlo.
26 de diciembre de 2001. Deberรญa inventarme un buen seudรณnimo y dedicarme a la crรญtica. Dura, sincera, solitaria, de buena fe y divertida, de ser posible.
19 de abril de 2002. Los escritores creen que hablan acerca de la Condiciรณn Humana y despuรฉs resulta que apenas son los cronistas de una รฉpoca especรญfica, un quinquenio de la colonia Roma…
13 de agosto de 2002. El exiliado no puede amar lo que tiene enfrente. Lo suyo siempre estรก atrรกs, en un pasado que todo lo copa, atrรกs, cada vez mรกs atrรกs.
13 de septiembre de 2002. He pensado que el mรฉrito de โPierre Menardโ no reside en haber dado con una originalรญsima teorรญa de la โlecturaโ, cuanto en haber inventado una metรกfora literaria para una observaciรณn clรกsica, mil veces repetida, acerca de las diferentes maneras de leer. Borges, genialmente, extrema la diferencia, pero de ninguna manera expone una nueva y extraรฑa teorรญa. Lo nuevo es la forma de utilizar una verdad mรกs que clรกsica. Gran error, por consiguiente, creer que hay que descifrar un difรญcil acertijo teรณrico e hilar entonces ridรญculas exรฉgesis. El cuento es tambiรฉn la historia de ese simbolista de provincia, hay que darle la importancia debida a la biografรญa de ambientes literarios de Menard, descritos con el mejor humor y precisiรณn de Borges.
14 de octubre de 2002. El escritor elegante y desdeรฑoso, el que se permite juegos de ingenio sobre los profesores de literatura โโburรณcratas densos que nada entiendenโโ, le deberรก su mรญnima inmortalidad a uno de ellos, que lo recordarรก durante quince minutos en la clase impartida en una remota universidad canadiense. Ni quรฉ decir que sus colegas en el Departamento de Lenguas Romances lo consideran un extravagante.
24 de octubre de 2002. โVivir cada hora como si fuera la รบltimaโ (Pierre Hadot y centenares mรกs). La proponen como una receta para alcanzar la felicidad. Para mรญ es intrigante: si de verdad estuviรฉramos convencidos de que se trata de la รบltima hora, estarรญamos aterrorizados.
14 de noviembre de 2003. Estoy en un barco que atraviesa una tormenta, rodeado de oscuridad. ~
(Florencia, 1932-ciudad de Mรฉxico, 2009) fue filรณsofo y uno de los escritores e intelectuales mรกs relevantes del siglo XX mexicano.