Se supone que llegaron al valle de Coachella (antes Conchilla, en español; en el sur de lo que ahora es California) hace unos tres milenios y ocuparon territorios de unos 6,000 km² junto al lago Cahuilla. El valle es ahora un desierto, donde hay algunas poblaciones modernas como Palm Springs (45,000 habitantes).
El lago se formó por el río Colorado y otros afluentes. Se secaba y reaparecía según el curso que tomara el Colorado. En el siglo XX, en período seco, fue concesionado para un gran proyecto hidráulico que forró el suelo con cemento, construyó una represa y organizó un centro turístico para pescadores que duermen en su propio remolque.
Se estima que hubo de 6,000 a 10,000 cahuillas en el siglo XVIII. A principios del XX quedaban 800, según Alfred Louis Kroeber, que publicó una Ethnography of the Cahuilla Indians en 1908. Según la Wikipedia, bajaron hasta 450 en 1950 y fueron aumentando a 800 en 1980 y a 3,100 en 2000.
En ese crecimiento perdieron su lengua. Los hablantes de cahuilla eran 500 (63%) en 1980, y solo 25 (1%) en 2000. Según Kroeber, hablaban cahuilla y español. Hoy hablan inglés, español y cahuilla. El movimiento Cahuilla Pride trata de enseñar cahuilla a los niños y promovió el museo antropológico de Palm Springs. La Universidad de California Riverside da cursos de cahuilla.
Para Kroeber, cahuilla fue un exónimo (el nombre que les daban las tribus vecinas). Que, según la Wikipedia en inglés, tal vez deriva de la palabra kawi’a ‘master’. Pero los endónimos (nombres que los cahuillas se dan a sí mismos) son táxliswet ‘gente’ o lviatam ‘los que hablan lvilyuat’. La lengua cahuilla o lvilyuates del grupo uto-azteca.
Fueron encontrados en 1774 por el explorador novohispano Juan Bautista de Anza y evangelizados en misiones católicas; luego, por misioneros moravos. Antiguamente, vivían de la recolección de medio centenar de especies vegetales: bayas de mezquite, flores de yuca, tunas, piñones, bellotas caídas, o bajadas con azotador, que hervían para quitarles el tanino; racimos de la palma de hojas de abanico, cuyas hojas tejían para hacer sandalias y cestería. También, de la pesca en agua dulce y de la siembra de maíz, frijol, calabaza y melón. Usan desde entonces metates y molcajetes. Hoy viven del turismo, los casinos y la venta de cestería y alfarerías en nueve reservaciones.
Según David Prescott Barrows, The ethno- botany of the Coahuilla Indians of Southern California (tesis doctoral presentada en 1897 en la Universidad de Chicago, disponible en la web), cavaban “pozos” con forma de cazuela para extraer agua no profunda. Según Kroeber, la variante Coahuilla que usan Barrows y otros es influencia de Coahuila, nombre del estado mexicano, que nada tiene que ver.
Kroeber estuvo en México y colaboró con Manuel Gamio en las investigaciones de Copilco. Su obra magna fue el Handbook of the Indians of California (New York: Dover Publications, 1976, 996 páginas con 419 ilustraciones y 40 mapas). Que publicó el Bulletin 78 del Bureau of American Ethnology of the Smithsonian Institution en 1925, siete años después de que lo entregó. Se refiere a los cahuillas en las páginas 692 a 708.
Hay videos en YouTube y artículos de la Wikipedia para Cahuilla people, Cahuilla language, Lake Cahuilla, Agua Caliente Cultural Museum y media docena de cahuillas notables, como la lingüista Katherine Siva Saubel, que publicó, con Anne Galloway, I’isniyatam (designs). A Cahuilla word book, Banning ca, Morongo Indian Reservation: Malki Museum Press, 1977, 32 pp. con unas 120 palabras en cahuilla y sus equivalentes en inglés. Además, muestra con doce diagramas que la ornamentación tejida en las canastas no es meramente decorativa, sino semántica.
Pero no transcribe canciones, aunque las menciona, como todos los libros que vi, excepto uno. Que son de un género muy particular.
En sus fiestas, los cahuillas hacían simulacros de combate, durante los cuales cantaban repetidamente una salmodia como alguna de las siguientes. Por analogía con las medievales pueden llamarse cantigas de escarnio
1
Se quedó sin comida, se quedó sin agua.
Déjalo. Aléjate.
Se llamaba… [nombre del enemigo muerto]
2
Sepúltalo ahora, siémbralo ahora.
Y lo enterraron, y lo sembraron.
Se llamaba…
3
Ahí está el remolino, ahí está el remolino.
Donde lo enterraron, donde lo enterraron.
Se llamaba…
4
En medio del desierto,
tendido boca arriba, tendido boca abajo.
Se llamaba…
5
Vuelven de nuevo, atacan de nuevo,
esos tragalunas, esos tragasoles.
Esos tragalunas, esos tragasoles.
Fuente: Lucille Hooper, The Cahuilla Indians, University of California Berkeley/Leopold Classics Library, 2021, facsímil del American Archaeology and Ethnology, vol. 16, núm. 6, pp. 315-380, April 10, 1920, p. 345. ~
(Monterrey, 1934) es poeta y ensayista.