El caballo de madera tiene hambre, el hambre
de los árboles.
Come serrín, albúmina, la continuidad de los
anillos concéntricos,
pedúnculos y gajos,
el caballo de madera
corretea entre raíces
adventicias, se
columpia entre
raíces aéreas.
Es de imaginación, en cuanto concluye la
figuración imaginada,
oímos la sierra
mecánica, talar,
espesarse el aire,
la savia coagularse,
el caballo de madera
desciende del mundo
de las Ideas, la Idea
pasa a manos de los
carpinteros, abren y
cierran la caja de
herramientas: martillar,
serrar, desbastar, las
ancas y grupa, flancos
y cabeza cepillar, el
carpintero se aleja
cantando invenciones,
a sus espaldas oye
relinchar. ~