¿Y si ya no diera de sí la fruta?
¿Si dejara de colgar de los árboles
y de madurar en el suelo?
¿Si ya no hubiera cítricos,
ni siquiera nueces?
¿Qué sería de nuestros brazos,
de nuestros célebres pulgares,
nacidos para arrancarla?
Todas las distancias
nacieron de la fruta,
que debimos recoger
en la rama de al lado,
en el árbol de junto,
en el bosque contiguo,
en la tribu al otro lado del río.
Nos impulsó la fruta,
nos dispersó desde el principio.
Detrás de cada lujo,
de cada anhelo,
de cada viaje, su dulzura.
La carne misma la comemos
como fruta y no como carne,
la arrancamos de un rebaño de carne
como se arranca la fruta más madura,
todo lo suculento cae a nuestra boca
como descolgado de una rama,
como tú, que arranco cada día
de tu árbol, de tu tribu
y te traigo a este lado del río
y te como y te muerdo y te guardo
y tengo miedo que te pudras. ~
Paternidad responsable
Peor comenzó el día para Gregor Samsa. Y, sin embargo, despertarse con el llanto de un recién nacido en los tímpanos tiene su cucharadita de hórrida…
Dicen. Un probable plagio
Yo quería escribir sobre esa ciudad, sobre las rondas y las jacarandas y los palacios. Quería recorrer callejones y meterme a las iglesias; sentir los olores, saborear el deseo. Quería poner…
WikiLeaks y las guerras digitales por venir
El pánico pueril que ha asolado a la clase política durante los últimos meses a propósito de las revelaciones de WikiLeaks pasará pronto. Las sensatas…
RELACIONADAS
NOTAS AL PIE
AUTORES