ยฟQuiรฉn recuerda que, en septiembre de 1939, al inicio de la Segunda Guerra Mundial, Polonia fue invadida no solo por la Alemania de Hitler sino tambiรฉn por la Uniรณn Soviรฉtica de Stalin, a pocos dรญas de intervalo? La entrada del Ejรฉrcito Rojo en la parte oriental del paรญs, hasta el Vรญstula, el rรญo que se encuentra frente al centro de Varsovia, es el tema que recorre La niรฑa polaca, una imprescindible novela de la talentosa Mรณnica Rojas (Puebla, 1983).
Tengo el honor de conocer a Mรณnica desde que vino a Parรญs, su ciudad adorada, para participar en 2018 en un Encuentro de Literatura Hispanoamericana organizado por su entraรฑable compatriota Flor Marรญa Muรฑoz Baรฑales, que ya va por su sexta ediciรณn. Ella presentaba entonces una primera obra suya, Hacia ninguna parte (Caligrama), que trataba esa misma historia. El libro publicado ahora es como una continuaciรณn del primero por otro medio, mรกs literario.
Es una tragedia que la persigue, desde que se encontrรณ en Mรฉxico con una refugiada polaca, ya anciana, que le contรณ los dramas sucedidos. Rojas, sin embargo, no se contentรณ con recoger su testimonio. Le agregรณ un toque sobrenatural a travรฉs de un amor eterno, casi imaginario, que la ayudรณ a sobrevivir. Un romance adolescente, que los dos muchachos, Ania y Cezlaw, no llegaron a consumar, ni siquiera con un beso de verdad, pero que se fue transformando, a lo largo de los aรฑos y de los paรญses recorridos por ella, en un sueรฑo protector de todos los instantes.
Antes de la invasiรณn del Ejรฉrcito Rojo, Ania residรญa con sus padres y sus dos hermanos en una aldea situada cerca de Lwรณw, conocida hoy dรญa por su denominaciรณn ucraniana de Lviv, lo que demuestra que esa historia de invasiones y destrucciones no es algo del pasado, sino que sigue dolorosamente viva. Eran hombres y mujeres sencillos, piadosamente catรณlicos, adoradores de la Virgen negra de Czฤstochowa. Su fe solamente vendrรญa a ser a veces cuestionada cuando, a principios de 1940, fueron brutalmente deportados a Siberia, sin que mediara ninguna explicaciรณn por parte de los militares rojos, que no eran mejores que los soldados alemanes que ocupaban la parte occidental del paรญs. Ese punto era objeto de acaloradas discusiones entre algunos de los prisioneros polacos durante el interminable y mortรญfero viaje en vagones de mercancรญas atiborrados de mujeres, hombres, niรฑas y niรฑos, e incluso bebรฉs, hasta algunos de los siniestros campos del gulag, documentados por los sobrecogedores relatos de Varlam Shalรกmov y Aleksandr Solzhenitsyn, entre otros tantos.
En aquel momento, soviรฉticos y alemanes vivรญan en armonรญa. Los alemanes podรญan dedicarse tranquilamente a derrotar a los paรญses del oeste europeo y a intentar doblegar, sin รฉxito, el reducto britรกnico defendido por Winston Churchill, mientras los agentes delย NKVD, luegoย KGB, hoy dรญaย FSB, se dedicaban a asesinar a miles de oficiales polacos โla mayor parte de ellos intelectuales reciรฉn incorporados al ejรฉrcitoโ en lo que se conoce como la matanza de Katyn. Las razones de esas masacres son tan oscuras como los designios de los tiranos, comunistas y poscomunistas, que gobernaron y siguen gobernando Rusia, con el breve parรฉntesis de Mijaรญl Gorbachov y, al principio, de Borรญs Yeltsin.
Nunca hubo, ni pudo haber, desestalinizaciรณn o descomunizaciรณn. Por ello, la historia de la barbarie del lado de allรก se conoce menos que la de la barbarie del lado de acรก. La obra de Rojas, que cuenta las peripecias รฉpicas y picarescas de Ania y de su familia hacia ninguna parte, acabando dispersa por el mundo despuรฉs de su liberaciรณn del infierno helado de los campos, es esencial para dar a conocer esa tragedia aรบn ocultada. La autora fue a ampliar el testimonio inicial que obtuvo en Leรณn, Guanajuato, con los de otros sobrevivientes de algunos de los lugares donde se produjeron las deportaciones y los holocaustos. Esos lugares son tambiรฉn los que recorrieron algunos de mis antepasados, judรญos ellos, en aquellos tiempos no tan remotos.
El libro termina, sin embargo, con una nota de optimismo. Desde Mรฉxico, la tierra que le brindรณ refugio, Ania, la protagonista principal de La niรฑa polaca, sigue transmitiendo, con una mezcla de realismo y de poesรญa sacada de quiรฉn sabe dรณnde, su relato del horror a otras generaciones, mรกs nuevas, que sabrรกn captarlas, como Mรณnica Rojas, para no aceptar el silencio urdido a su alrededor. ~
(La Habana, 1954) es catedrรกtico en la universidad de Aviรฑรณn, crรญtico literario y periodista. Ha publicado libros como La cara oculta del Che (2008), El libro negro del castrismo (2009), El terror โhumanistaโ (2011) y El sueรฑo de la barbarie. La complicidad de los intelectuales con la dictadura castrista (2012).