Lucio Licinio Lรบculo fue un militar y polรญtico romano que mostrรณ gran osadรญa y tambiรฉn sapiencia en las campaรฑas militares. Fue cรณnsul setentaicuatro aรฑos antes de Cristo. Se jugรณ el pellejo en incontables ocasiones y, quien quiera conocer los detalles que lo convirtieron en uno de los grandes personajes de la Roma antigua puede acudir a historiadores clรกsicos o contemporรกneos.
Uno de los clรกsicos, Plutarco, relata cierta batalla en la que Lรบculo desenvaina la espada con suma anticipaciรณn, como si tuviera prisa por enfrentarse al enemigo. Asegura que los romanos vencieron ese dรญa con โcien heridos y cinco muertosโ, mientras que de los contrarios murieron mรกs de cien mil.
Y como tal, hay muchas aventuras dignas de volverlo un personaje histรณrico. Mas resulta que Lรบculo era un hombre que gustaba de tener invitados a cenar en casa, y era bien conocida la exuberancia de su mesa. Cierta ocasiรณn en que no tuvo compaรฑรญa, le sirvieron una cena modesta. รl se molestรณ y reclamรณ al criado. รste se excusรณ diciendo que, al verlo solo, supuso que le bastarรญa con una cena frugal. โยฟCรณmo?โ, le respondiรณ Lรบculo. โยฟAcaso no sabรญas que hoy Lรบculo cena con Lรบculo?โ
Tantas heridas recibidas en batalla, tantos triunfos, derrotas y muerte, tantas conquistas, y tenemos que hoy a Lรบculo se le recuerda sobre todo por una breve anรฉcdota culinaria. Por todo el mundo hay restaurantes que se llaman Lรบculo o Lucullus; pero sobre todo queda su ejemplo para que muchos comensales, cuando estamos solos, igualmente preparemos algo sabroso, y bien puesta la mesa, abramos una botella de vino para decirnos: โHoy Lรบculo cena con Lรบculoโ.
Con frecuencia tengo convidados en casa. Si alguno me comunica que no sabe si asistirรก porque tiene algรบn compromiso posterior, suelo decirle: โComes y te vasโ. Y me doy cuenta de que a Vicente Fox, aunque los libros de historia le den un lugar en la alternancia democrรกtica de Mรฉxico, en casa solo lo invocamos por aquel episodio sin cabida en el Manual de Carreรฑo.
Inevitablemente la mesa, mientras se degustan cosas deliciosas, es el espacio para hablar de deliciosidades.
Por supuesto a Eusรฉbio da Silva Ferreira se le conoce mรกs por sus goles, en especial por aquel partido de 1966 contra Corea del Norte, que por su inexistente fama de gourmet, pero como extranjero en Portugal, cada vez que en un bar nos ponรญan tremoรงos para acompaรฑar a cerveja, alguien me contaba que Eusebio los llamaba โo marisco dos pobresโ.
Allรก tambiรฉn en Portugal hubo un poeta llamado Raimundo Antรณnio de Bulhรฃo Pato, que toda su vida se esmerรณ en encontrar el verso perfecto, el poema universal. En su โBelleza e morteโ escribiรณ:
Pobre florinha do val,
Da aurora ao primeiro alvor
Nasceu, e sorrindo, amou,
Mas com a tarde… expirou!
ยฟPero quiรฉn lee eso ahora? En cambio, entramos en una tasca portuguesa y decimos anticuadamente en ese antiguo presente portuguรฉs: โGarรงom, umas amรชijoas ร Bulhรฃo Pato, por favorโ.
ยกAh, cรณmo extraรฑo Portugal!
Rossini tambiรฉn fue de buena mesa. Pero creo que es todavรญa mรกs la gente que escucha sus arias que la que come turnedรณs Rossini. Yo aรบn no los he probado, a pesar de declararme rossiniano, fortunatisimo per veritร .
Es en la Cenerentola, cuando los invitados del prรญncipe pasan a la mesa, donde Rossini hace una mezcla entre lo mรกs feliz y mรกs triste de la vida.
Andiamo, andiamo a tavola,
Si voli a giubilar.
Vamos, vamos a la mesa, volemos hacia el goce. Y en verdad llega la felicidad, pero รฉsta trae el temor de que todo sea pasajero.
E ho paura che il mio sogno
Vada in fumo a dileguar.
Tengo miedo de que mi sueรฑo se esfume, y sรญ, el miedo ha de estar siempre ahรญ porque un dรญa todo sueรฑo se ha de esfumar. Pero hoy, al menos esta noche, Lรบculo va a cenar con Lรบculo y con su mujer y con sus amigos, y beberรก vino, mucho vino, y brindarรก por la vida, y soรฑarรก con que los relojes se detienen, aunque el calendario siga avanzando.
(Monterrey, 1961) es escritor. Fue ganador del Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores 2017 por su novela Olegaroy.
