Fernando Fernรกndez
Palinodia del rojo
Mรฉxico, Aldus, 2010, 57 pp.
La poesรญa de Fernando Fernรกndez se parece mucho a la personalidad de su autor: no es muy larga; es muy amable, incluso ceremoniosa; delgada, clara y contundente; tiene un claro olfato (o nariz evidente) para detectar detalles inauditos; es nerviosa, pero no nerviosa angustiada sino nerviosa alegre, siempre con un dejo de buen humor; pero no es bonachona: es incisiva. Y es muy inteligente.
Despuรฉs de El ciclismo y los clรกsicos, de 1990, y Ora la pluma, de 1999, el autor nos entrega esta Palinodia del rojo, un libro esplรฉndido y de una originalidad a prueba de juego.
La poesรญa de Fernando Fernรกndez tiene ciertos recursos claves: una adjetivaciรณn sui generis, generalmente insรณlita y contundente; una sonoridad barroca (dirรญa yo), llena de armonรญas; y una elecciรณn de temas cotidianos e insignificantes a los cuales es el propio poema el que les atribuye intensidad y vuelve memorables.
Hay tres fuentes y tres partes integrantes del fernanfernandismo: Lรณpez Velarde, Gerardo Deniz y la poesรญa del Siglo de Oro. De Deniz toma el gusto por la complicaciรณn, lo que Eco llamarรญa tripodologรญa felina, que apela a referentes culturales de la botรกnica o la mitologรญa, o de cualquier otro lado, y el uso de palabras inusuales, incluso muertas. De Lรณpez Velarde las adjetivaciones y la poรฉtica, segรบn la cual la poesรญa estรก en lo inmediato, incluso en lo familiar (la parentela presente en los poemas, la primacรญa de las primas) y las sonoridades escalonadas y los encabalgamientos. Del Siglo de Oro revive lรฉxico y ritmos (su muy amado Francisco de Aldana, su admirado Fernรกndez de Andrada, poetas que รฉl me ha regalado).
Pero los de Fernรกndez no se parecen a los poemas de Deniz: tienen un aire de familia, que a lo mejor si alguien no sabe la devociรณn de Fernando por Deniz no podrรญa captar. Hablo de sus fuentes para intentar ubicar su poรฉtica y sus poemas, y para enfatizar su originalidad; porque muchos escritores en entrevistas se dicen devotos de algรบn santo poรฉtico o literario y, la verdad, no se les nota.
Hay que ver el primer poema de Palinodia para estar ya en pleno Fernรกndez: Chito (todo un personaje, un familiar) despierta al canario Henry…
gรกrrulo mรกs que el propio pรกjaro,
canoro mรกs que el propio canario:
y al trino casi lรญquido de Chito,
descalzo, en el pasillo,
y al contestar de Henry
como el agua volviendo entre
[los lรญquenes,
ah jolgorio de ave y hombre,
la casa despertaba entera entonces.
He aquรญ otra caracterรญstica de Palinodia: el sesgo narrativo. Cada poema es como un cuento: se nos quedan escenas, resonando; senos, en algunos poemas.
Hay dos recursos del XIX que usa muy siglo XXI el autor: la rima y las admiraciones. Y hablo de la rima rima, no de las consonancias frecuentes de las frases, rima consonante, al final del verso:
¿Palomicas a mรญ? ¡No por piedad!
Solo ve cรณmo ponen el pretil:
ya no hay quien se acode
[luego ahรญ
para ver la ciudad.
Mรกs sorprendente es todavรญa lo de las admiraciones, que yo solรญa desaconsejar en cualquier taller de creaciรณn literaria porque creรญa que avejentan al texto, y es que las admiraciones eran frecuentes hasta el modernismo porque muchos de los poemas de esa รฉpoca estaban hechos para ser declamados. Sin embargo en la poesรญa de Fernรกndez se ven bien. ¿Por quรฉ? Porque alcanzan para dar el tono exacto con el que el autor quiere que se lean sus poemas: son una marca de su propuesta de oralidad, y de su estilo particular de hablar. En los poemas de este libro se nota la pronunciaciรณn, la velocidad distinta que tiene cada uno de los enunciados poรฉticos, el placer de la mordedura peculiar de cada una de las palabras.
Ciertamente, la poesรญa nace de la voz, como decรญa Gorostiza. Y por eso el enfoque poรฉtico del lenguaje intensifica premeditadamente la sonoridad de las combinaciones verbales. Fernando Fernรกndez dirรญa que la poesรญa nace de la conversaciรณn, en muchos de sus poemas de la conversaciรณn consigo mismo: asรญ como estรก siempre presente cierta narratividad, hay un marcado dialogismo en sus poemas, diรกlogo con otros y muchas veces consigo mismo, microdiรกlogos o poemas controversia, o palinodias.
Lo malo de muchos poemas que uno lee o escucha en recitales es que se parecen a los de cualquiera. Los de Fernando Fernรกndez solamente los pudo haber hecho รฉl: tienen muy su huella digital y muy su fisonomรญa.
Dentro del paisaje de la poesรญa que actualmente se escribe en Mรฉxico, Fernรกndez anda solo; acaso haya algรบn parentesco con algo de รscar de Pablo o de Carla Faesler. Poesรญa precisa, cuidadรญsima, tan cultivada como su autor, quien escribe uno de los blogs mรกs interesantes y vivos de nuestro panorama literario –oralapluma.blogspot–, y es ademรกs profesor de la nueva Escuela Mexicana de Escritores.
Palinodia del rojo es un libro inquietante y sรณlido que enriquece, sin duda, nuestro mundo y confirma a la poesรญa que se atreve como un arte de minorรญas generalmente contentas. ~