He empezado a escuchar a las ballenas
Al principio parecen simplemente gruñidos
ruidos como de máquinas inútiles
una especie
de andamiaje de sonidos sin mayor propósito
que quitarnos el sueño por las noches
Después son las ballenas
que navegan por las cañerías del edificio
Con el tiempo he llegado a identificarlas
las primeras siempre son las madres. Enormes
mamíferos sin pelos surcando las cañerías en busca de alimento
Las ballenas
–he decidido
son siempre
o casi siempre
seguidas por sus crías
estas emiten sonidos más pequeños
murmullos casi
en los que uno podría identificar el juego o el miedo
Y después las ballenas se apresuran a amansarlas
Noche a noche
por las tuberías. ~
Este poema pertenece al libro Canción de Vic Morrow, que será publicado por Ediciones Trea próximamente.