I
Veamos a nuestro alrededor.
Todos nuestros compañeros tienen un nombre;
todos los objetos,
todos los animales de nuestras ilustraciones
tienen un nombre para designarlos.
Todas las personas,
todos los animales,
todas las cosas
tienen un nombre.
II
Si a usted le dicen:
dibuje una naranja…
Usted pregunta:
¿una naranja verde, madura, grande, pequeña, redonda?
Para dibujarla exactamente
hay que decirle cómo es.
Las palabras: verde, madura, etc.
que agregamos al nombre naranja
y que dicen sus cualidades
buenas o malas
son adjetivos calificativos.
Las palabras que dicen cómo son las personas
los animales y las cosas
son los adjetivos calificativos.
III
Si yo digo:
Una golondrina vuela,
se me entiende.
Si yo digo:
Una golondrina roza,
se me pregunta:
¿Roza qué?
¿La calle,
el techo,
el prado?
Me falta un dato.
Por ejemplo:
Una golondrina roza el techo.
Basta con añadir un complemento.
Así, a veces,
el verbo necesita un complemento.
Versión de Carla Faesler