Panis (Pawnees)

Tras ser diezmados por enfermedades como la viruela y el cólera, hoy en día los panis resisten gracias a que su comunidad promueve la conservación de su lengua y cultura. Esta muestra de su poesía trasluce el contacto sensible que los une al reino animal, así como la mirada atenta con la que ven los prodigios del firmamento.
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Los panis (como se escucha en los videos en inglés, escrito Pawnees) emigraron del norte de México y se detuvieron a lo largo del río Platte en Nebraska. Los restos arqueológicos más antiguos son del siglo XIII (Waldo Rudolph Wedel, An introduction to Pawnee archeology, Washington, DC: Smithsonian Institution, Bureau of American Ethnology Bulletin 112, 1936). Esto confirma la memoria de sus tradiciones, según las cuales llegaron del sur. Sus creencias y costumbres tienen algunos puntos comunes con las culturas mesoamericanas.

Eran cazadores de búfalos, y adoptaron el caballo, que llegó con los españoles en el siglo XVI. Según la Wikipedia en inglés, a principios del XVIII eran más de 60 mil; cifra inverosímil frente a George E. Hyde, The Pawnee Indians, Norman: University of Oklahoma Press, 1974, cuyo apéndice E (demográfico) incluye un centenar de estimaciones y conteos de muy distintos orígenes y años. Ninguna se acerca, ni remotamente, a 60 mil. La más alta es de 12 mil 500 en 1836 y 1846. Las del siglo XVIII tienen un formato distinto: más de 45 aldeas (en 1719) y 3 mil 700 varones (en 1764). Otra singularidad del registro de 1764 es que no escribe Pawnees, sino Panis.

Los panis dominaron buena parte de las Grandes Llanuras. En 1720, los novohispanos de Nuevo México quisieron frenar los avances de colonos franceses y fletaron la Expedición de Villasur, derrotada por los panis, que apoyaron a los franceses.

En el siglo XIX, el gobierno de los Estados Unidos legitimó el despojo de territorios panis mediante “tratados” de cesión. Los obligó a emigrar al Indian Territory (hoy Oklahoma), donde se lanzó a aculturar a los niños en escuelas que los transformaran en blancos. Muchas familias se negaron a enviar a sus hijos. Finalmente, el consejo tribal organizó un Pawnee Nation College en 2005. Y en 2008 se publicó un diccionario pani de casi seiscientas páginas.

Fueron diezmados por el cólera, la viruela y otras enfermedades europeas. Hoy viven en dos reservaciones de Oklahoma y son unos 3 mil 600, organizados como Pawnee Nation of Oklahoma, que promueve el desarrollo de la tribu y la conservación de la cultura pani (pawneenation.org).

La lengua pani pertenece a la familia caddoana. Estaba casi extinta, pero hay intentos de recuperarla, dando cursos de pani en YouTube.

Hay páginas de la Wikipedia sobre Pawnee people en 36 idiomas, Pawnee language (once), Villasur expedition (siete), Effects of white settler contact on the Pawnee tribe (una), además de páginas individuales sobre varios lugares llamados Pawnee.

Hay numerosos videos documentales en YouTube, todos en inglés. En el catálogo de la Biblioteca del Congreso en Washington hay 657 títulos que incluyen la palabra Pawnee.

Desgraciadamente, hay pocas transcripciones y traducciones de sus cantos tradicionales.

Mira cómo suben, cómo suben
sobre la línea donde el cielo se junta con la tierra.
¡Las Pléyades!
¡Ah! Ascendiendo, vienen para guiarnos,
para ir cuidando que seamos uno.
¡Pléyades:
enséñenos a estar unidos con ustedes!

Fuente: José Coronel Urtecho, Ernesto Cardenal, Antología de la poesía norteamericana, Madrid: Aguilar, 1963, p. 25.

Las nubes vienen del oeste
como un poblado de tipis.

Las nubes tocarán la tierra
y la tierra recibirá poder de Paruxti.

Fuente: Ralph Linton, The thunder ceremony of the Pawnee, Chicago: Field Museum of Natural History, 2024 [1922], p. 11.

El búfalo soñando está ahí.
Está diciendo cosas.
El búfalo soñando está ahí,
a la vista en el claro del bosque.
Irreal, está ahí.

Dice que el caballo relincha.
Te lo digo: está relinchando.
Te lo estoy diciendo.
El caballo relincha por algo que hizo.

Escúchenme: Ya voy.
Llegué a un lugar del bosque
donde me perdí.
Pero ya voy.

Soy como un oso.
Alzo los brazos al oriente.
Amanecerá.

Fuente: Frances Densmore, Pawnee music, Washington, DC: Smithsonian Institution, Bureau of American Ethnology Bulletin 93, 1929, pp. 36, 41, 42 y 43.

Padre que nos miras:
compartimos el maíz contigo.

Inmensidad del cielo azul.
Mírame nuevamente
por el camino de la guerra.
En ti confío. Protégeme.

Fuente: Natalie Curtis, The Indians’ book. Songs and legends of the American Indians, Honolulu, HI: University Press of the Pacific, 2002, pp. 110 y 112. ~

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(Monterrey, 1934) es poeta y ensayista.


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