El primero en aparecer como infografía en un periódico fue “El nadador”, el famoso cuento de Cheever. “Me cautivó su recorrido, sus mutaciones, sus vericuetos, me empeñé en verlo y sucedió precisamente por esto, por la necesidad de ver, que me lancé a dibujar ‘El nadador’, a analizarlo con una perspectiva gráfica”, escribe Isabel González en La geometría de los cuentos, volumen que reúne un puñado de infografías hechas a partir de cuentos –para entenderlos mejor, porque como recuerda González citando a Benoît Mandelbrot, “Hay cosas que se entienden mejor con el ojo que con la mente”. La edición es de la Universidad de León, viene con una extensa introducción de José Manuel Trabado Cabado.
La infografía de “El nadador”, una secuencia de piscinas en gradación de color hacia el negro, se publicó en ‘Papel’, suplemento de El Mundo –Isabel González trabaja como infografista en el periódico–. Después vinieron otras, que publicó en la sección del suplemento ‘La Esfera de Papel’, Mapa de cuentos. La lista de los cuentos infografiados incluye: “El Aleph”, de Jorge-Luis Borges; “La noche boca arriba”, de Julio Cortázar; “La lotería, de Shirley Jackson; “La debutante”, de Leonora Carrington, “La virgen albanesa”, de Alice Munro; “La metamorfosis”, de Franz Kafka –que fue una infografía en web e interactiva–; “El vestido azul”, de Michèle Desbordes; “Deseos”, de Grace Paley –le dedicó una conferencia que se incluye aquí– o “Mi jockey”, de Lucia Berlin.
Las infografías de Isabel González son un intento de explicar de un solo vistazo el cuento, algunas son muy complejas y arrojan una lectura nueva sobre el cuento, pasa con “La lotería”, de Shirley Jackson, por ejemplo. Cada una lleva mucho trabajo detrás, y el libro incluye no solo las infografías, sino textos explicativos tanto de las motivaciones para elegir ese cuento, como el cómo se hizo de cada una de ellas. Su trabajo como infografista trata, además de todo lo demás, de ser tan espontánea con el ratón como lo es con el lápiz –se incluyen reproducciones de sus cuadernos de notas, primer boceto, primera idea, primer destello–: “En el uso general del ratón también concurre lo primitivo y se evoca un juego. Un juego desplazado, en tanto que la impresión del mundo no se produce sobre la superficie de la fricción, sobre la alfombrilla […], sino sobre una pantalla”, escribe González. En el texto introductorio, dice: “No sé muy bien qué es la infografía sino una forma de entender el mundo con el corazón en una caja”. En “Sacar buena nota en gimnasia haciendo gráficos” explica que su profesor de educación física fue quien la convirtió en infografista: “Se llamaba Michel y un buen día tuvo la ocurrencia de que resumiéramos cada clase en un cuaderno. Hubo quejas. No por mi parte. Hubo abucheos. No por mi parte. Si algo había hecho yo por iniciativa propia en mis cortos quince años de vida era pintar monigotes […] empezaron a aparecer diagramas, flechas, secuencias, planos, líneas rectas, líneas curvas, líneas punteadas”.
Entre las infografías que hay en La geometría de los cuentos hay dos piezas curiosas: una es el relato en primera persona de cómo Isabel González se saltó las restricciones durante la pandemia para ir a ver a su madre, en otra comunidad autónoma. “Esta es la crónica de un corazón que subestimó peligros y de una mente que convierte en gráficos los riesgos en que ese corazón fue incurriendo”. Esta pieza surgió como texto e infografía a la vez, y se publicó en el suplemento “Salud” de El Mundo. Pero el doble tirabuzón con pirueta está en la infografía sobre “Nadie cumple años”, relato de Isabel González, que aparece en su libro Nos queda lo mejor (Páginas de Espuma, 2023); uno de mis cuentos favoritos del volumen, “una mujer que siempre cree tener menos edad de la que dice el calendario porque solo ha cumplido años en cuatro momentos cruciales de su vida, que va relatando hasta llegar al instante definitivo donde pasado, presente y futuro se funden”, según explica en la infografía. Esta es una de las inéditas, hecha ad hoc para este libro y a petición del editor, un caramelo.
La geometría de los cuentos, de Isabel González, es mucho más que un libro de infografías literarias, es un libro que captura y explica una mirada, un modo de leer y un modo de escribir, el de Isabel González. Más que de los que de esos “garabatos” dicen de los cuentos, disfruto viendo qué dicen de González, cuya mente es ininfografiable: siempre encuentra un lugar inesperado desde el que mirar.
Hicimos un juego en Hoy empieza todo dos, con Marta Echeverría, cuando la entrevistamos a propósito de este libro. Leí el famoso cuento del dinosaurio de Monterroso y le dimos el tiempo de una canción para hacer la infografía. Mandó esto.
Luego, ya en privado, nos picamos y le mandé una de las entregas de la serie #Famasereclama de Lydia Davis, la que traza el parentesco con Ezra Pound, y me dijo: “el conjunto de Cantor, sin duda”. El fractal es ella.